09/05/2024 04:33
Getting your Trinity Audio player ready...

Apenas había dado tiempo de analizar los resultados de las últimas elecciones municipales y autonómicas cuando los españoles tuvimos noticia de la convocatoria de elecciones generales, previstas en su momento para finales de este año. La primera impresión recordaba mucho al año 2011, cuando las derrotas socialistas en las elecciones municipales y autonómicas de entonces llevarían meses después a José Luis Rodríguez Zapatero a dimitir y convocar elecciones para el 20 de noviembre, en lugar de las previstas para marzo de 2012. Curiosamente, ahora con Pedro Sánchez no se habla de ninguna dimisión, sólo del adelanto electoral para julio, y cerca ha estado de coincidir con el día 18. Y si ya resultó morbosa la derrota electoral de los socialistas un 20 de noviembre, qué decir de unos resultados electorales un 18 de julio si hubieran favorecido a Vox hasta el punto de hacerles entrar en algún ministerio.

Todo apunta a que Pedro Sánchez es, políticamente, un animal herido. Ni los más optimistas dentro de su partido pueden confiar en serio en una victoria electoral socialista dentro de dos meses. Los barones felipistas, nefastos históricamente para España pero hombres de Estado del Régimen del 78, buscarán cómo quitárselo de en medio, esta vez de verdad y para siempre, por medio de los caciques autonómicos. Podríamos estar ante los últimos meses del sanchismo, una etapa que se ha caracterizado por agravar los problemas estructurales de España, otorgar relevancia pública a personajes más propios de un psiquiátrico que de un ministerio y engañar a la población con las supersticiones _woke_ y el culto a la Agenda 2030 mientras su nivel de vida se depauperaba a marchas forzadas.

En vísperas de las elecciones municipales y autonómicas de 2011 irrumpió el 15-M denunciando el incumplimiento de las expectativas vitales que la juventud y muchos no tan jóvenes tenían en el _establishment_. Como se ha apuntado en varias ocasiones, el 15-M no fue algo revolucionario en sus reivindicaciones pero sí denunció el incumplimiento del contrato social al que tanto se aferraban los políticos del Régimen para convencernos sobre las bondades de su tinglado. El primer Podemos, reducido hoy al mínimo en cuanto a liderazgos y respaldo social, siempre se consideró heredero de aquel 15-M, pero partidos como Ciudadanos y Vox también han sido consecuencia del desgaste sufrido por socialistas y populares a partir de 2011.

El previsible triunfo de la derecha representada por Partido Popular y Vox el próximo mes de julio ha recordado la posibilidad de que, con los socialistas en la oposición y los posibles recortes presupuestarios ordenados por la Unión Europea para seguir inyectando fondos de ayuda en España, las calles vuelvan a agitarse por los sindicatos y mareas de todos los colores, tal y como ocurrió durante las legislaturas de Aznar y Rajoy, porque si están en el Gobierno los socialistas parece no suponer ningún problema que el dinero público termine financiando fiestas privadas con meretrices y cocaína. Sin embargo, teniendo en cuenta la comparativa con 2011, sorprende que nadie apunte la posible irrupción de otro 15-M para este 2023, sino que la previsible conflictividad social del nuevo escenario se pospone al final del verano y por medio de los agentes habituales al servicio del Partido Socialista y su hipotético socio (¿Sumar? ¿Unidas Podemos? ¿Más País? ¿Todos juntos o por separado?). Entre otros motivos, no sorprenden las nulas previsiones de conflictividad social teniendo en cuenta que los más jóvenes, los que hace una década protagonizaron el 15-M, hoy están de forma mayoritaria abducidos por la propaganda _progre_ destilada por las plataformas de entretenimiento y sólo se movilizan cuándo y dónde lo desean los organismos institucionales del Sistema: feminismo, ecologismo, antirracismo y abecedario arcoíris son los principales reclamos de la juventud que milita en la disidencia oficialmente patrocinada por las élites globalistas.

Con semejante panorama, cabe destacar el anuncio del Frente Obrero de presentarse a las elecciones generales de julio poco después de haber debutado electoralmente en estas recientes elecciones municipales con un concejal tras presentar sólo cuatro candidaturas. Tal vez la popularidad de su líder Roberto Vaquero fuera de _Twitch_ y _Youtube_ no les alcance para presentarse en todas las provincias, dado que desde 2011 las trabas administrativas contra las candidaturas sin representación parlamentaria previa han hecho añicos la entelequia de que en una democracia liberal todos tienen derecho a exponer sus propuestas y recabar el apoyo de la ciudadanía para gobernar desde las instituciones. También cabe la posibilidad de que el proyecto no sea tan transversal como pretenden sus portavoces y, a la hora de la verdad, sólo sea una tapadera del Partido Marxista Leninista (Reconstrucción Comunista) para ganar apoyos con una denominación menos comprometida ideológicamente. No obstante, no estaría mal ver a alguien durante la próxima legislatura denunciando la sumisión de España a Washington, Bruselas y Rabat, la precariedad laboral y social de los trabajadores, y el problema migratorio; en resumen, cuestionando lo que las élites han decidido que sea el papel de España y sus trabajadores en el contexto posterior a la crisis sanitaria, desde una postura transversal y alejada de los sectarismos, limitaciones y aparentes antagonismos entre las facciones políticas del _establishment_.

LEER MÁS:  Previsión lunes, 9 de octubre. Por Miriam Herraiz

Muchos quieren ver en Vox ese papel de partido ultra, populista y antisistema, tanto en sentido positivo como en sentido negativo, pero es imposible que los de Santiago Abascal puedan representar la ruptura con el actual orden político, económico y social cuando manifiestan públicamente su defensa del Régimen del 78; por otra parte, su crítica a la Agenda 2030 es muy superficial, porque ésta no deja de ser la evolución lógica del capitalismo en su histórica trayectoria de alterarlo todo en la sociedades donde impera, incluso más allá de la economía, siendo lo _progre_ de la misma lo más visible pero no su punto central. Obviamente, tampoco cabe esperar que del comunismo implosionado en 1991 pueda venir una alternativa de futuro pero, si son ciertas las declaraciones de Roberto Vaquero sobre cruzar el Rubicón y encaminarse hacia algo nuevo, el bagaje de aquella experiencia histórica, sumado al de otras que se le han enfrentado, podría tener mucho que decir en los acontecimientos futuros.

Hace tiempo que en España hay personajes públicos considerados de izquierdas que reivindican los valores, lo comunitario y lo social sin estar reñidos con España como nación política, algo que Pablo Iglesias jamás tuvo los arrestos de llevar hasta el final a causa de sus aliados secesionistas y entorno infectado de _progresismo_; del mismo modo, en lo que se ha venido denominando derecha, sea o no acertado el término, hay representantes preocupados sinceramente por la cuestión social y no por mero electoralismo. Cualquier alternativa digna de tal nombre debería pasar por ver en el mismo bando a Ana Iris Simón y Hasel Paris Álvarez con José Javier Esparza y Juan Manuel de Prada, por citar unos ejemplos significativos con una cierta repercusión mediática. Adriano Erriguel definió hace años como populismo transversal o populismo 3.0 un fenómeno que tendría las siguientes características: valores de derecha con ideas de izquierda, representante de los perdedores de la globalización frente a las élites globalistas, proteccionista en lo económico, multipolar en lo geopolítico, opositor a la corrección política, defensor de la soberanía nacional y favorable a una participación más directa de los electores en la _res pública_. Y autores como Alain de Benoist, Alexander Duguin, Alberto Buela y Diego Fusaro han realizado juicios y propuestas similares.

LEER MÁS:  PEGASO, la Joya de la Corona regalada. Undécima Parte. Los superdeportivos Pegaso. Por Miguel Sánchez

¿Habrá sitio en España, esta vez de verdad, para un movimiento transversal de oposición al Régimen y al Sistema dentro de las instituciones? ¿Podría representar ese papel el Frente Obrero?

Suscríbete
Avisáme de
guest
3 comentarios
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
Aliena

Un artículo muy interesante. Estemos atentos.

JOSH

En España lo que se echa de menos desde el año 75 es un partido de derechas o Conservador de verdad, que no reniegue del pasado, que luche por la unidad nacional y repudie el sistema autonómico, defienda el español y tenga una política exterior coherente ademas de una política social y de trabajo acorde con la demanda de los jovenes.

Aliena

Haberlos haylos, pero casi nadie les vota… cuando pueden presentarse a las elecciones, cosa que no ocurre en todos los casos.

3
0
Deja tu comentariox