La Monarquía que es una forma de Estado en la que una familia encarna la identidad nacional del país y su cabeza, el monarca, ejerce el papel de jefe de Estado, requiere por su particularidad una ejemplaridad que no se exige a ninguna otra forma de Estado. No en vano, el Rey o la Reina deben ser ejemplo de excelencia, comportamiento, preparación y dedicación. Espejo de los valores que asume una comunidad política, en la que el Rey o la Reina son sus principales valedores. Ahora bien, ¿está esto en sintonía con la realidad, más allá de lo que pueda decir HOLA?
Por lo que se refiere al silencio, que no haya sonido alguno no siempre quiere decir que no haya comunicación. Y con la palabra “cordero” nos referimos a la persona sumisa.
Desde hace meses, la vida de la esposa de Felipe VI está siendo de dominio público con graves y escandalosas noticias. Y, aunque de sobra sé que las gentes de España andan en otros asuntos y que los medios mantienen un pacto de silencio, comprenderán que lo que se está publicando es lo suficientemente grave para que no pueda obviarse. Porque, como nos dice Luigi Pirandello: “Los hechos son como los sacos, si están vacíos no pueden tenerse en pie”.
Respecto al silencio de los corderos, o pacto de silencio de los medios de comunicación, el recuerdo manda. Y como manda, recordamos que hasta que el hoy Emérito no fue defenestrado, los medios no se atrevieron a publicar nada que pudiera ofender o simplemente molestar al entonces monarca, por más que perjudicara a España.
Pero no han aprendido nada. Nada, porque hoy siguen siendo igual de serviles e hipócritas que en el pasado, pues no es posible obviar lo que se está diciendo y publicando; siendo que, si todavía no ha habido imputaciones por injurias y calumnias, debemos dar por sentado que es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Hablo del tema, aun interesándome muy poco, porque, aunque no podamos hacer nada para evitar que ciertas cosas sucedan, sí tenemos la libertad de decir, y en este caso de preguntar… ¿Qué está pasando en la Familia del Rey? Mientras, constatamos el silencio de los corderos.
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