19/05/2024 23:17

Cada vez que recuerdo aquella infamante campaña de miserable propaganda, que decía #YoMeVacunoSeguro, mi cuerpo me amenaza con una úlcera gastroduodenal. (1)

En la página oficial de esta campaña todavía podemos leer:

La vacunación es una herramienta clave para acabar con esta pandemia.

Todas las vacunas frente a COVID-19 autorizadas en la Unión Europea son seguras y efectivas habiendo demostrado que disminuyen de forma importante el porcentaje de personas que necesitan ser hospitalizadas tras contraer la enfermedad. La efectividad frente a hospitalización superior al 80%.

La vacuna te protege a ti, a los tuyos y a todos.

Sin embargo, últimamente mi cuerpo se está reconciliando con la chusma ruin que me estigmatizó por negarme a jugar a la ruleta rusa con ellos.

Y no por la escabechina que sufren, que lamento profundamente, sino porque casi cada día, los Mass Mierda que los engañaron, al ser esta escabechina un hecho incontestable, reculan en su discurso y muestran pruebas de la farsa asesina.

El Sistema se desmorona a ojos vista

A dos años escasos del inicio de la inoculación masiva, ya se reconocía que la mayoría de los que morían de “c0v1d” (es decir, de síndrome de irradiación agudo amplificado por los tóxicos presentes en muchos inoculables), habían recibido sus dosis “protectoras”.

Vaya, resulta que no eran tan EFECTIVAS como nos habían dicho. (2)

En reconocer que tampoco eran SEGURAS, tardaron algo más. Hace poco, el Ministerio de Sanidad, en sede judicial, afirmó que se desentendía de los daños producidos por esas vacunas. Vaya, ahora resulta que producen daños. (3)

Lo último ha sido la sentencia, ahora ratificada por el TSJ Extremadura, que condena al servicio Extremeño de Enfermedad al pago de 40.000 € a una mujer que sufrió una trombosis a causa de la vacuna de Janssen. (4) Recomiendo la lectura del artículo a los que sufran daños por las milagrosas inoculaciones, o hayan perdido un familiar por la misma causa.

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Así las cosas, muchos extragacionistas están pensando reclamar judicialmente una jugosa indemnización, ya sea en vía penal o en la contenciosa. Necesitarán un buen abogado y un buen médico, y cuando digo “bueno”, sólo quiero decir que no esté vendido al Sistema.

Y como quiero que estas denuncias y demandas lleguen a buen puerto, les regalo algún argumento legal irrefutable:

1º) El delito de publicidad engañosa, recogido en el art. 282 del Código Penal, que sanciona las alegaciones falsas o inciertas de un producto o servicio, pudiendo causar un perjuicio grave a los consumidores (nótese que no es necesario que el daño se cause efectivamente, basta con que sea previsible). Aquí el Ministerio de Sanidad y las Consejerías de Salud actúan como comerciales, siendo las mal llamadas vacunas el “producto” ofrecido.

2º) El delito contra la salud pública, recogido en el art. 359 C.P., que sanciona a quien despache o suministre sustancias nocivas para la salud, sin la autorización debida.

Para completar el tipo penal, y para ampliar las posibilidades en un juicio contencioso, respecto a la nocividad de la sustancia y la “autorización debida”, conviene tener en cuenta varios aspectos:

  1. Todas las fichas técnicas de todos los inoculables mal denominados “vacunas covid” –que se encuentran en la página web de la AEMPS-recogen detalladamente que pueden producir daños muy graves a la salud, incluida la muerte, y por varias causas. Revise la suya y lo comprobará. Es decir, que los fabricantes nunca mintieron. Fueron las autoridades y los Mass Mierda quienes lo hicieron.
  2. Todo medicamento que se administre por vía parenteral (inyección) debe contar con prescripción médica, según establece el art. 19.2.d del R.D.L. 1/2015 del medicamento. ¿Le recetó a usted algún médico esa sustancia?
  3. Todo medicamento que se administre de forma invasiva (como una inyección), debe contar con el consentimiento informado por escrito del paciente, según dispone el art. 8.2 de la Ley 41/2002 de Autonomía del Paciente. ¿Firmó usted algún consentimiento que lo informase de los riesgos que asumía?
  4. Todavía está sin justificar ninguna “medida covid”, incluida la vacunación masiva, desde que el Ministerio de Sanidad reconoció carecer de pruebas científicas de la existencia del virus. Newtral se tomó la molestia de publicar el documento para desmentirlo, pero su elocuencia es indiscutible. (5)
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En suma, que el hecho de que, mediante engaño o coacción, la cabaña ovina nacional (pues así nos tratan) haya expuesto su brazo voluntariamente a la inoculación de un veneno, no exculpa a los responsables, empezando por las autoridades como inductores y terminando por los enfermeros, como verdugos.

Y lo pagarán, todos ellos, más temprano que tarde.

Ahora, cada uno que haga lo que quiera.

Fiat iustitia, ruat caelum.

Hágase justicia, aunque se hunda el cielo.

  1. https://www.sanidad.gob.es/campannas/campanas21/YoMeVacunoSeguro.htm
  2. https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2022-11-28/mayoria-muertes-covid-vacunados-aritmetica_3530996/
  3. https://theobjective.com/sanidad/2024-04-16/gobierno-victimas-vacuna-covid-voluntariamente/
  4. https://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Poder-Judicial/Tribunales-Superiores-de-Justicia/TSJ-Extremadura/Oficina-de-Comunicacion/Archivo-de-notas-de-prensa/-Condenan-al-Servicio-Extremeno-de-Salud-a-indemnizar-con-40-000-euros-a-una-mujer-que-sufrio-una-trombosis-por-la-vacuna-Janssen-contra-la-covid-19-
  5. https://www.newtral.es/wp-content/uploads/2021/10/documento-sanidad-coronavirus.pdf?x65347

Autor

Galo Dabouza
Galo Dabouza
Guerrillero insurgente. El sistema lo describe como negacionista, conspiranoico, anticientífico, egoísta e insolidario. Él se cisca en el sistema y no ceja esfuerzos para derribarlo. No usa trabuco, pero a su ordenador lo llama “La MG-42”.
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Hakenkreuz

1º Pues NO. Por única y exclusiva vez, la China roja genocida principal responsable impune y silenciada, la satánica OMS, la satánica ONU, la satánica y soviética UE, gobiernos enloquecidos nacionales, regionales, locales, medios de manipulación de masas, jueces, burócratas tipo Simón y todo tipo de adláteres demoníacos que han provocado este genocidio en masa, tanto en cuerpo como en alma, tienen razón: La vacuna fue voluntaria, como el comer del árbol del fruto prohibido, como el negar a Cristo tres veces, como el no pisar crucifijos o escupir sobre imágenes del Señor o la Virgen María Santísima ni bajo amenaza de los milicianos del odio rojo allá por los años treinta del siglo pasado en España. El libre albedrío o voluntad precisamente consiste en eso, en anteponer el bien y la verdad incluso a la propia vida, al amor propio, al deseo de salvar la propia vida a cualquier precio, incluso eterno.
La única cosa en la que políticos y demás siervos de satanás tienen razón es que no se forzó a inocularse a nadie, ni siquiera por acción policial casa por casa. Si la gente se inoculó, lo hizo por temor a perder el trabajo, por temor a verse excluido, señalado, perseguido, por temor a perder clientes, negocios, por temor a ser ridiculizado en sus círculos de amistades, etc. Prevaleció en los inoculados más el amor propio que el amor a la verdad en medio de tanta mentira interminable. La prueba de fuego es concluyente. Los inoculados son plenamente responsables, excepto los niños, responsabilidad plena de sus padres engañados como Eva y Adán, repítase esto mucho.

2º ¿Con qué recto, justo y veraz derecho puede el que ha consentido y consiente con la mentira, el engaño, la manipulación y la hipocresía farisea, apelar ahora a los tribunales para responsabilizar de su propia irresponsabilidad a otros en los que confió y sigue confiando vanamente? Por muy genocidas que sean esos vástagos de satanás internacionales, chinos y nacionales, por mucho infierno eterno que merezcan como la serpiente del Paraíso, por muchas almas que hayan arrastrado con ellos y sigan arrastrando al infierno, tampoco está exento de responsabilidad el que ha consentido en ser engañado por ellos, máxime cuando todo el mundo con un mínimo de sentido común y honestidad, ha podido comprobar las mentiras incontables que no pararon de verter día tras día, hora tras hora, incluso previas a toda inoculación. Quien consiente la mentira y contribuye a ella, que no ose justificarse ante el Tribunal de la Santa Verdad, ni busque resarcirse de ella cuando le ha perjudicado gravemente. Todo adulto debe ser responsable de sus actos, omisiones, palabras y pensamientos.

3º No puede exigirse responsabilidad por engaño a quien no ocultándose se mostró siempre engañando a toda la población del modo más claro y nítido, mintiendo sin pausa de una hora para otra. El que confía en el demonio, padre de la mentira, no puede justificarse de ningún modo, no puede exigir justicia, sino sufrirla como castigo por confiar en quien no debía hacerlo.
Este genocidio, esta pandemia o peste roja o plaga, como se le quiera llamar, es el más claro ejemplo padecido a nivel mundial de la urgente necesidad que toda la población tiene de Dios, del que es testigo de la Verdad, el Único en el que podemos confiar (Jesús, en Tí confío) frente a tanto embustero hijo del padre de la mentira, la urgentísima necesidad de conversión masiva al Sacratísimo Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, nuestra única vía de salvación. Y de lo necesaria que es la santa desconfianza de los que mienten, engañan, manipulan y son como los judíos hipócritas fariseos, de lo necesario que es ni siquiera entrar en diálogo con el demonio y sus siervos, por muy honorables, razonables, amables y sabios que nos parezcan, pues así parecen los lobos con piel de cordero.

Solo se puede y debe confiar en Dios Nuestro Señor, Infinita Bondad, Sabiduría y Misericordia, pues tanto amó Dios al mundo que nos envió a su Hijo Jesucristo para que nos salváramos por El. Y hoy, solo los suicidas en cuerpo y alma lo niegan envenenados de soberbia luciferina, de engreimiento ególatra. Solo Dios es infinitamente bondadoso y misericordioso, solo Dios es Bueno y solo en Él tenemos lo que necesitamos para esta vida y para la eterna. Solo Dios nos puede salvar entre tanto mentiroso anticristo. Por eso, la única vacuna real contra todo mal es la sincera conversión de corazón a Nuestro Adorado Dios Uno y Trino, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por medio de su Santísima Madre, la Virgen María Santísima, con penitencia y vida de fe sincera y sin prejuicio o complejo alguno. Solo Jesucristo Nuestro Señor, Dios y Hombre verdadero, es nuestro amigo incondicional hasta el final, el que más nos ama, hasta el extremo de entregarse en la Cruz por todos, incluso por los más abyectos, nuestro mejor doctor, para el que no hay enfermedad incurable, pues puede hasta con la muerte, nuestro mejor abogado defensor en toda causa, nuestra mejor compañía, nuestro mejor consejero y Buen Pastor, nuestro verdadero Maestro y Luz en la vida, nuestro mejor consuelo ante tanta desgracia, nuestra mejor ayuda en todo orden que nos conviene frente a tanto reclamo engañoso y vanidad, nuestra alegría verdadera y nuestro gozo, nuestro Camino seguro, nuestra mayor garantía de Vida, pues es Pan de Vida en la Eucaristía presente, abundante y eterna Vida verdadera, nuestra fuente de felicidad sin término, de Vida verdadera en el bien, nuestro mayor valedor, nuestro imbatible defensor, nuestro Rey y Señor, Rey de reyes y Señor de señores, nuestro salvador Todopoderoso remedio a nuestra debilidad y pecado, nuestro reparador, redentor y restablecedor en la dignidad perdida, pues para Él queda borrado todo pecado si a Él se acude con sinceridad y contrición, nuestro mejor cuidado, nuestra orientación en medio de la noche y del extravío, nuestra fuerza en medio de la más absoluta debilidad, nuestro latido de vida, nuestra razón de ser y de existir, nuestra meta definitiva, nuestro descanso reparador, nuestro sostenedor en la lucha, nuestro infatigable auxiliador, …

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