Nunca, en la historia de esta memocracia, se había visto resistencia mayor a la presentación de una opción política.
Ninguno de los partidos que presumen de “antisistema”, se encontraron nunca con tantas zancadillas y trampas como las que le está poniendo a Alvise esta putrefacta monarquía bananera.
Ya sólo con esto, debería bastar para zanjar las dudas y sospechas de si Alvise es disidencia controlada.
La primera zancadilla consistió en retener su solicitud de inscripción como agrupación de electores (no confundir con partido político), durante varios días, para agotar los plazos para la inscripción. La respuesta, negativa, llegó con la burda excusa de que el nombre propuesto, “Alvise”, es de un conocido personaje, y no puede ser utilizado, supuestamente, para proteger los derechos de ese personaje. Nuestras autoridades demuestran que son capaces de rebuznar también por escrito.
Subsanado el “problema” mediante la elección de otro nombre (Se acabó la fiesta) surgió el siguiente, éste previsto en la ley, de aportar 15.000 firmas, en papel físico (no se admiten firmas digitales ni envíos por email), que avalasen la candidatura.
El atemorizado Sistema montó otro sabotaje. “Correos”, la empresa que “garantiza” la custodia de los votos por correo y las actas de las mesas electorales, retuvo los envíos dirigidos a la sede de la Agrupación de Electores “Se acabó la fiesta”. Incluso los certificados. Además, muchos sobres con firmas fueron destruidos y “extraviados”. Lo nunca visto.
Pero de nada sirvió este desesperado e ilegal sabotaje.
A pesar de esto y del escaso plazo que tuvo, “Se acabó la fiesta” consiguió 10 veces más, 150.000, demostrando que España está con Alvise.
Ignoro lo que se le ocurrirá ahora al Sistema para impedir a Alvise llegue al Parlamento Europeo, pero sospecho lo peor. Cuando otro partido “antisistema” de “los de siempre”, me demuestre que le ha pasado la mitad de lo que le está pasando a Alvise, me creeré que es de verdad “antisistema”.
Mientras tanto, yo ya tengo muy claro a quién voy a votar.
¿Y usted?
Autor
- Guerrillero insurgente. El sistema lo describe como negacionista, conspiranoico, anticientífico, egoísta e insolidario. Él se cisca en el sistema y no ceja esfuerzos para derribarlo. No usa trabuco, pero a su ordenador lo llama “La MG-42”.
Los de Iustitia Europa (litigantes y antiglobalistas) también están notando resistencia gubernamental para constituirse como partido político