“Llaman gobierno al asesinato, la rapiña y el robo y donde crean soledad (destrucción) lo llaman paz”. “Auferre, trucidare, rapere falsis nominibus imperium, atque ubi solitudinem faciunt, pacem appellant” (Tácito).
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1. Energía, biolabs y maidán. La matanza de la Casa de los Sindicatos.
Se cumplen 10 años de la masacre de la Casa de los Sindicatos de Odesa. Este hecho fue el que, definitivamente, desencadenó la guerra, el que la hizo detonar. Es muy interesante el testimonio Vasyl Prozorov, por entonces teniente coronel del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) sobre esta masacre. Prozorov fue miembro del Centro Antiterrorista del SBU en Kiev. Su testimonio lo ratificó con la documentación pertinente firmada por firmado por que fue director del SBU, Valentyn Nalyvaichenko. Supuestamente esta documentación fue elevada al presidente en funciones Oleksandr Turchynov, para su aprobación. En tales documentos se narraba la estrategia y las acciones para desencadenar un ataque de Kiev contra los oblast “rebeldes” antimaidán.
La situación degeneró tras el Golpe de Estado realizado por Estados Unidos de manos de Victoria Nuland y el embajador Geoffrey Pyatt: el maidán. Según la OSCE «Latest from the Special Monitoring Mission in Ukraine», a la altura del 14 de abril: las partes occidental y central de Ucrania –donde había cuajado el “golpe maidán” permanecieron en calma, con presencia policial rutinaria, mientras que la situación en las regiones sudoriental y oriental del país era tensa. La situación en los distritos de Donetsk y Luhansk era motivo de preocupación para la OSCE debido a la presencia de “grupos enmascarados” (decía la OSCE). Y es que -según Prozorov- desde hacía meses se habían formado y enviado a Donesk -Odesa- y Luhansk células de sabotaje y terrorismo para desestabilizar las ciudades de estos oblas. Los miembros de estas células procedían de formaciones paramilitares como Pravy Sektor, Patriota de Ucrania, Asamblea Social-Nacional, Svoboda. Estabán armados con diverso material (desde armas blancas a armas de fuego, y llevaban protecciones militares como cascos y chalecos antibala).
El entramado elegido para llevar acabo las movilizaciones fue la red de Soros, con sus fundaciones y organizaciones (Open Society, la Fundación Nacional para la Democracia, Freedom House, Fundación del Renacimiento Internacional). El planificador y director de esta orquesta fue Washington con Nuland y Patt participando activamente en las manifestacioines maidán. Ucrania quedó convertida en el patio de recreo de esta gentuza para hacer grandes negocios, especialmente a cuenta de la energía (como los Biden) y organización de biolabs y ensayos biológicos sobre la población ucraniana (ya con Obama). La oligarquía del gas -los Yúshchenko, Timoshenko- habían sido regados don millones de dólares desde 2004 (revolución naranja). Sobre 14 millones de dólares por aquel entonces.
Mientras todo esto sucedía en la superficie, algunas de las cuestiones de fondo eran el control de la industria energética por las oligarcas convenientes para el gobierno norteamericano y, además, poder utilizar Ucrania para investigaciones prohibidas en territorio useño. De hecho, las grandes compañías industriales del sector militar USA estaban desembarcando en Ucrania desde el año 2000, pero con serias dificultades. Tras la revolución naranja de 2004, comenzaron a firmarse convenios de transferencia biológico militar entre Estados Unidos y Ucrania (Ministerio de Salud de Ucrania y la agencia de reducción de amenazas de defensa, DTRA 2005). También desembarcaron en Ucrania contratistas de la DRTA como Black & Veatch Special Projects, y también comenzaron a instalarse laboratorios de armas biológicas (mínimo 8 biolabs entre 2005-2014). Esto coincide con la actividad de Obama como senador (2005-2008). Durante este período los senadores Obama y Dick Lugar hicieron de intermediarios con el gobierno ucraniano para el establecimiento de laboratorios de armas biológicas de nivel 3 (por ejemplo el biolab de Odessa).
Aunque fue a partir del 2014 -con el golpe de Estado- cuando el nuevo gobierno golpista abrió todas las puertas a los biolabs.
Desde 2014 desembarcaron en ucrania compañías como Eco-Health, Metabiota y In-Q-Tel (financiada por el Departamento de Defensa USA, instituto nacional de la Salud y la fundación Bill y Melinda Gates). De hecho, el fundador de Metabiota -Nathan Wolfe- forma parte de la junta directiva de Eco-Health y miembro del consejo de investigación científica para la defensa (DARPA). Pero resulta que Natan Wolfe había sido preparado por el Foro Económico Mundial (FEM) para ocupar y desempeñar “tan distinguidos” puestos, después de pasar por el Foro Jóvenes Líderes Globales (FEM). Recibió 40 millones de dólares (Departamento Defensa USA, Google, Instituto Nacional de la Salud, Fundación Bill y Melinda Gates, Fundación Skoll que tiene variante Fondo de Amenazas Globales Skoll). Wolfe también intervenía con su compañía Global Viral, que tenía como misión establecer relaciones de estudios sobre infecciones con diversos países como China.
Con el Maidán de 2014 se incrementó la actividad Metabiota, especialmente desde la incorporación a la junta de Neil Callahan y John Deloche, que trabajaban en Rossemont Senea (de Hunter Biden, hijo del presidente USA Biden). También se ampliaron los contratos para los biolabs de Ucrania. Esto coincidió (2016) con el nombramiento de Ulana Nadia Suprun (con ciudadanía norteameriana, y descendiente de ucranianos nazis) como ministra de Salud de Ucrania y, también, con el nombramiento de Andrew Weber -hasta entonces Subsecretario de Defensa de USA- como Director del Departamento de Asociaciones Globales de Metabiota. Y fue, precisamente, a partir de 2016, cuando suceden dos hechos: por un lado, comenzaron a producirse “accidentes” biológicos (como por ejemplo el brote de gripe porcina entre el personal del Ministerio de Defensa de Ucrania -20 muertos- que custodiaba un biolab en Kharkov); y, por otro, la ofensiva del ejercito ucraniano en el Donbass, tapando el escándalo de los biolabs y la corrupción sobre el eje energético.
Pero la participación de algunas oligarquías políticas norteamericanas en la actividad biológico-militar en Ucrania es sólo la punta del ibecerg. Los periodistas ucranianos Constantine Kulich y Andriy Derkach probaron documentalmente cómo el gobierno golpista de Kiev y sus oligarcas habían robado al pueblo de Ucrania miles de millones de dólares, y cómo una parte del dinero había acabado en las arcas de la familia Biden, y cómo la Administración Norteamericana había presionado para parar las investigaciones de corrupción en Urania. El principal beneficiado era Hunter Biden que estaba en el consejo de administración de Burisma (principal energética ucraniana). Burisma también pasaba dinero a la compañía Rosemont Seneca (de la que era dueño Hunter Biden) conectada a Metabiota y EcoHealth Alliance. Y resulta que EcoHealth Alliance tenía participación en el Instituto de virología de Wuhan. De ahí a un nuevo y supuesto accidente: Wuhan, excusa para poner en prueba medidas de control social a nivel mundial e inyectar a la población con un “mortífero suero”.
Pero volvamos a los sucesos de 2014. En los oblast del oeste la movilización fue en apoyo del maidán organizado por Estados Unidos y dirigido por Nulad. En los oblast del Este del Dnieper (sobre todo Jerson, Zaporiyia, Donetsk, Luhansk, Jarkov) las población autóctona se movilizaba en contra del golpe maidán. Para Washington y Kiev era necesario aniquilar las protestas contra el golpe de Estado antes de que éstas se contagiasen a otros oblast. Es en este contexto cuando Kiev movilizó a sus “agentes” –tal como ha denunciado Prozorov- para acabar con las protestas a sangre y fuego. Esta situación llevó a que para inicio de marzo ya hubiesen huido 675.000 personas, la gran mayoría refugiadas en Rusia vía Belgorod (a 40 Km de Ucrania).
A la altura de marzo de 2014, en los citados distritos del este las protestas antimaidán todavía eran favorables a un referéndum sobre la forma de organización político-adminisrativa del Estado (república centralista o federalista) pero no eran independentistas. La planificada operación represiva -ya bélica- de Nalyvaichenko contra estos distritos fue decisiva para la declaración de independencia de los oblast del Este. A principios de abril el gobierno envió a la Guardia Nacional a reprimir el movimiento antimaidán y activó las antedichas células.
La Guardia Nacional (que después de la reforma meses antes, los cuadros dirigentes provenían de las milicias Azov, Tornado, Sektos, entre otros) estaban financiadas por oligarcas como Igor Kolomoisky (propietario de la red eléctrica ucraniana, “compadre” de los Biden y con pasaporte chipriota-israelí), además del gobierno norteamericano bajo el Programa de Entrenamiento CIA (2015). Por ejemplo, 2014-2015 sobre 300 miembros de la Brigada 173 aerotransportada estadounidense fueron a Ucrania a entrenar a estas unidades paramilitares.
Para el 17 de abril de 2014 el gobierno golpista ucraniano ordenó los primeros bombardeos aéreos indiscriminados sobre la población civil, bombardeos incluso con armas químicas. Parece ser que el 29 y 30 de junio Semenivka y Sloviansk fueron bombardeadas indiscriminadamente con armas químicas (fósforo y cloro).
En Odesa, a las 14.00 horas del 2 de mayo de 2014 comenzó la movilización programada por el SBU (siguiendo a Prozorov): 1.500 a 2000 paramilitares se congregaron en la Plaza de Sobornaya. En frente había entre 300 a 500 manifestantes antimaidán. Tras este primer choque los antimaidán huyeron y se refugiaron en la Casa de los Sindicatos. Los paramilitares rodearon el lugar y comenzaron a atacar con el lanzamiento de cocteles molotov y diverso material incendiario. Las llamas se extendieron rápidamente. Los del interior subieron a las plantas superiores. Amparados por el fuego los paramilitares entraron en el edificio asaltando la planta baja y la primera, matando a diestro y siniestro a las personas que que no habían podido huir y que no habían muerto por el fuego y humo. Los bomberos tardaron en llegar y los paramilitares les impidieron actuar. Entre tanto la policía había hecho acto de presencia y tomó posiciones al rededor de la zona, impidiendo que los ciudadanos acudiesen en ayuda de los asediados y permitiendo la libre actuación de los paramilitares.
El 4 de mayo la policía hizo un informe: personas quemadas vivas, muertas por asfixia, personas muertas por arma blanca y de fuego. Hubo personas que saltaron desde las ventanas del primer piso y aún vivas en el asfalto fueron rematadas por los paramilitares. El informe cifra en más de 42 muertos y más de 200 heridos. Cifra maquillada. Cuando por fin se permitió la actuación de los bomberos, las personas liberadas del edificio eran apaleadas en la calle. Los que consiguieron zafarse de todo este infierno fueron apresados por la policía, que los subió a un autobús y los encarcelaron. Todo fue retransmitido en directo por la televisión, para que Odesa y todo el país pudiera ver qué les pasa a los que se oponen al gobierno instaurado por el golpe de Estado. El miedo, el terror recorrió los oblast del este mientras que la población de los oblast del centro y del oeste se deleitaban complacidos por la barbarie.
2. Ucrania en la Doctrina Brzezinsk.
Doctrina Brzezinsk e centra en impedir el surgimiento de una coalición Unión Europea-Rusia que integraría el espacio euroasiático arrinconando a Estados Unidos. A) Para evitarlo Estados Unidos debería llevar tres acciones: encadenar Europa, convirtiéndola una confederación feudataria, es decir, “reseteada”, eternamente subyugada a los intereses useños. Esta parte del plan les ha salido bien. B) Trabar alianza económica con China, impidiendo una alianza ruso-china. Este segundo punto ha sido un total fracaso. La Rusia de Putin lo ha desbaratado totalmente y la alianza económica y militar ruso-china es muy sólida. C) La desintegración de Rusia debería ir precedida de la extensión de la Unión Europea y la OTAN hasta las fronteras rusas y la creación de estados satélites lacayos de Estados Unidos (especialmente en dos regiones: Ucrania y el Cáucaso). Este tercer punto del plan se les está haciendo tan engorroso que Estados Unidos está moviendo ficha para dejar la “patata caliente” en manos de la UE. Todo esto fue recogido por la Rand Coorporation en su informe de 24 de abril de 2019, Overextending and Unbalancing Russia, elevado al Congreso de los Estados Unidos en 5 de septiembre de 2019; elaborando una estrategia cuyo punto principal era llevar la guerra a Rusia mediante Ucrania para desgastar a Rusia y quebrar la economía de la UE haciéndola dependiente de Estados Unidos.
3. De la guerra.
En cuanto a la guerra, Rusia la ha tenido ganada desde febrero de 2022. Desde el fracaso de la ofensiva de septiembre de 2022 el gobierno Zelensky no tiene ciudadanos ucranianos en edad militar para reclutar y desde entonces viene recurriendo a varones entre 50-60 años y a niños de 15-17 años, a ellos se añaden los mercenarios y los “asesores occidentales”. Desde el primer día de guerra con Rusia, Ucrania no tiene nada que hacer, viene perdiendo la guerra estrepitosamente por mucho que la OTAN suministre material. Ya lo dijo Andrew Milburn (fundador y jefe de PMC Mozart, coronel retirado del Cuerpo de Marines de EE. UU) en entrevista a American Newsweek: las fuerzas Armadas de Ucrania pronto entrarán en colapso.
Esta guerra ha puesto en evidencia la ineptitud del mando militar norteamericano: la desastrosa ofensiva de septiembre de 2022 fue planificada y dirigida por los supuestos grandes generales Mark A. Milley y John K. Love (Milley, Jefe del estado Mayor Conjunto de Estados Unidos): fracaso y más fracaso hasta el presente. Y todo en medio de la corrupción general del gobierno Zelenski. Además, esta guerra también ha supuesto la destrucción de buena parte del programa biotecnológico norteamericano:
A mediados de marzo de 2022 el Congreso de los Estados Unidos reveló que existen laboratorios de armas biológicas en Ucrania, lo que obligó al portavoz de la Administración Biden -Jean Psaki- a salir a negar la existencia de tales laboratorios. Sin embargo el senador conservador Marco Rubio interrogó a la Subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos -Victoria Nulad- ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre la cuestión, y ésta confirmó la existencia de tales centros de nivel 3, especialmente investigación sobre Ganancia de Función: alteración genética de un “agente” para hacerlo más resistente y aumentar la gravedad del daño que puede ocasionar. Los laboratorios norteamericanos en Ucrania investigaban con varios agentes, entre ellos coronavirus, sobre Ganancia de Función. Para finales de 2022 Rusia habría destruido 25 laboratorios. El 13 de marzo de 2022 Tulsi Gabbard (representante por Hawai) denunció que Estados Unidos tenía como mínimo 25 biolabs.
Pero la guerra ha puesto sobre la mesa algo todavía más importante: ¿Puede ser que desde la revolución naranja de 2004 Ucrania se hubiese convertido en centro del tráfico infantil para Occidente? Cuando uno de los ordenadores de Hunter Biden (New York Post) fue intervenido confirmó las conexiones de Hunter-Rosemont Seneca con los biolabs ucranianos, entre otras asquerosas y terribles cosas. Tucker Carlson (entonces trabajaba en FOX News) insistía sobre este asunto. Incluso el New York Times denunció la “corrupción Biden” a partir de la información del citado ordenador y, especialmente, de los correos enviados-recibidos de Hunter. Y ¡qué casualidad!, el 1 de febrero de 2022 el New York Times demandó a la Administración Biden por los correos electrónicos de Hunter Biden, en el marco de la investigación por todos estos vínculos corruptos. Y, recordemos, que al poco comenzó la Operación Especial rusa en Ucrania. A todo esto hay que añadir otros nexos en toda esta trama: Nathan Wolfe y Hunter Biden. Y he aquí que al virólogo Wolfe se le “acusó” de estar relacionado con Jeffrey Epstein y Ghislain Maxwell, los amos y señores de una de las más grandes redes de rapto, trafico, pedofilia y prostitución infantil con destino a sus famosas islas donde parece ser que pasaron por allí grandes personajes de todos los ámbitos (banqueros, políticos, jueces, actores…).
4. ¿Qué hacer?
Es la margarita que intentan deshojar en Washigton, pero no tienen ni idea porque nunca tuvieron un “plan b”. En la Rand Corporation jamás se plantearon la posibilidad de que Rusia no pudiese ser derrotada con medios convencionales. Estados Unidos está controlado por el Estado Profundo o Cábala useña. La Cábala norteamericana, que es básicamente la secta straussiana, quiere destruir Rusia sea como fuere. Y para esto están dispuestos a llevar al mundo a un enfrentamiento nuclear. Aquí adquieren pleno sentido las palabras de Victoria Nuland con el entonces embajador en Ucrania Geoffrey Pyatt: Fuck the EU! (7 de febrero, 2014). Es decir, “que se joda la UE”.
De esta manera para Rusia la guerra ucraniana se ha convertido en una guerra contra La Cábala useña o que, por lo menos, Ucrania -que está en su “patio trasero”- deje de ser un “estado gamberro” al servicio de La Cábala. Cada vez es más clara la derrota de La Cábala y, ésta, está subiendo peligrosamente la apuesta impulsando a la OTAN a entrar directamente en la guerra. Piensa La Cábala que Rusia no se atreverá “a ver este envite” y que, en todo caso, esa guerra global la van a ganar aunque Europa (nosotros) se vaya por el desagüe: Fuck the EU! (Noland dixit). Y esto es lo que nos tienen preparado. Desde el fracaso de la ofensiva ucraniana de 2023, la mafia belicista occidental habla cada vez más alto sobre la necesidad de una guerra nuclear. Por ejemplo, Radoslaw Sikorski eurodiputado, el congressista norteamericano Adam Kinzinger o el parlamentario británicoTobias Ellwood, por aquel entonces ya abogan a favor de que una fuga radioactiva de la central de Zaporozhskaya activaría el artículo 5 de la OTAN: «las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas«. Y desde entonces esta central coontrolada por Rusia bien sufriendo ataques continuos ucranianos. Asimismo, medios de comunicación occidentales como Deutch Welle (bajo financiación del gobierno federal alemán) consideran que atacar la central nuclear de Zaporozhskaya es legal y que no viola la Convención de Ginebra.
Otra opción para llegar a la guerra nuclear es mandar a Ucrania tropas OTAN. Aquí hay división de pareceres. Por un lado, están los más belicistas -como Polonia y estados bálticos- que quieren una intervención directa de la OTAN. Por otra parte, están los más moderados que, sabiendo que la primera opción supone la guerra directa (y nuclear) con Rusia, proponen que los estados envíen tropas en nombre propio. Esta posición está abanderada por Francia.
Sin embargo la realidad es que las tropas de los países OTAN están participando en la guerra ucraniana desde el principio por varios medios: entrenamiento de soldados, suministro material, actuación de soldados especializados para manejo de armas de alta tecnología ya sobre el terreno, ya desde los propios estados (a distancia), planificación de la guerra tanto a nivel estratégico como táctico desde el terreno y desde los estados OTAN. El 14 de diciembre de 2022 The Times llevó a portada entrevista al teniente general Rober Magowan, quien reconoció que las tropas de la OTAN -los Royal Marines- estaban llevando acciones en Ucrania. Si lo reconocido oficialmente es esto ¿cuál debe ser el nivel de participación real de tropas OTAN actualmente?
5. ¿Hay espacio para la paz?
Para mayo de 2022 la guerra en Ucrania iba tan mal que parecía que la secta straussiana perdía la partida bélica en favor de la facción de la paz. Este enfrentamiento quedó patente en el Foro Económico Mundial de aquel año. Kissinger salió instando a parar la guerra. Ha llegado el momento de la paz: salvar lo que se pueda antes de la derrota total. Aceptar que Rusia debe quedarse con buena parte del este de Ucrania. A Kissinger le ha respondido Soros, instando a continuar la guerra hasta “el final” (el final de los ucranianos y una nueva fortuna para él, claro) aunque esto lleve a una tercera guerra mundial. La guerra hasta el último ucraniano.
Pero desde finales de 2022 múltiples voces useñas están a favor de la paz por varios motivos: para evitar la guerra directa, para salvar lo que se pueda de Ucrania y con ello de la OTAN, para concentrar la atención y esfuerzos militares en un nuevo frente: contra China, en Taiwan, en Corea , en Israel. Pero en estas circunstancias militares ¿qué implicaría una paz? La victoria de Rusia. Desde finales de 2022 hay una propuesta norteamericana sobre la mesa: dar a Rusia 5 Oblast (Crimea, Jerson, Zaporozhie, Donetsk y Lugansk). Pero con el fracaso de la ofensiva ucraniana de 2023, los éxitos militares rusos, un frente en hundimiento y un ejército ucraniano en colapso, esta propuesta ha quedado desfasada. Dnipro, Odessa, Poltava y Jarkov con Mykolaiv, Summy, Chernikov. Todo el este del Dnieper está perdido. Esto ya era evidente a finales de 2022 (y así lo dejé escrito). Luego es el momento de que esta propuesta norteamericana incluya estos territorios, antes de que se pierda Ucrania entera. Mientras tanto, el Secretario de Defensa Lloyd Austin insiste en que Estados Unidos ayudará a Ucrania «hasta el final», es decir, hasta la destrucción de Ucrania.
Es en este punto donde entra el Informe de Evaluación de Amenazas. Data de febrero de 2023, pero en aquel entonces pocos estaban dispuestos a considerarlo seriamente. En este informe se plantea la opción de apoyar las pretensiones de Polonia, básicamente: recuperar la Galitzia (la actual Ucrania occidental con ciudades principales como Leópolis, Ternopil y Frankivsk). Se aprovecharía el hundimiento político y militar del régimen de Kiev para intervenir directamente en los oblasts del oeste, presentándolo todo como una operación militar especial para evitar una guerra civil entre Kiev y supuestas fuerzas de oposición. El ejército polaco y tropas de otros países (Francia) intervendrían como “fuerza de amortiguación” o “de paz”.
Pienso que acabará imponiéndose esta opción por varios motivos: A) porque la otra opción supone la destrucción total de todos. B) Porque permite a Estados Unidos desligarse de este “berenjenal” pasando la patata caliente a la UE, y pudiéndose concentrar en China e Israel. Pero al mismo tiempo la UE continuaría lejos de Rusia y sujeta a Estados Unidos, especialmente por la energía. C) La OTAN (Estados Unidos) no aparecería como la derrotada, y podría mantenerse en pie todo el entramado de alianzas occidentales. D) Polonia consigue sus objetivos. E) Francia consigue ser el árbitro de Europa. Vuelve a ser el hexágono. F) Aunque Estados Unidos continuaría controlando el oblast de Kiev –estado ucraniano– pero bajo condiciones similares a las que quedó Japón recién acabada la II Guera Mundial, y esa pequeña ucrania ya no supondría una molestia para Rusia. G) El parto llega a su fin: quedan establecidos nuevos equilibrios para el siglo XXI, aunque la confrontación continuaría en África mientras que la cuestión israelí-palestina-árabe continuaría creando tensiones, algo con lo que habría que vivir como en el siglo XX.
Autor
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Antonio Ramón Peña es católico y español. Además es doctor en Historia Moderna y Contemporánea y archivero. Colaborador en diversos medios de comunicación como Infocatolica, Infovaticana, Somatemps. Ha colaborado con la Real Academia de la Historia en el Diccionario Biográfico Español. A parte de sus artículos científicos y de opinión, algunos de sus libros publicados son De Roma a Gotia: los orígenes de España, De Austrias a Borbones, Japón a la luz de la evangelización. Actualmente trabaja como profesor de instituto.
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