Serrano
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Redil de taradas que codifica en leyes sus sueños húmedos, sus sórdidos delirios y sus sucios deseos. Pocilga de Sodoma que convierte en derechos las heces psicológicas de las alcantarillas en las que chapotean sus ideas, sus palabras y su discurso. Son las sacerdotisas de la ponzoña que consagran el pus y las ladillas en los cálices del odio al hombre. Con cínico disimulo rebozan sus mentiras con argumentos, hipertrofiados por la sobreexposición en los Medios de Comunicación, sobre la vigencia de un machismo grotesco, primitivo, bárbaro. Inventan ausencias de derechos para construir agravios que condenan al hombre a la culpabilidad sin pruebas, encadenando al varón al Proceso de Kafka, en cuyos tribunales no hay defensa posible para el inocente engrilletado en ese laberinto de falsedades convertidas en certezas judiciales por el bramido de la manada de taradas que ruge a las puertas de los juzgados haciendo temblar bajo la toga al magistrado, que sabe que solo puede certificar en su sentencia el garabato de la pancarta de la manada de taradas: “Yo sí te creo, hermana”.
Eso es el 8M: el carnaval de la demencia, la farsa social del delirio de unas acémilas con bragas y el olor acre del asco que desprende el flujo de sus leyes contra la biología, contra la naturaleza, contra la vida, contra la masculinidad, contra la verdad y contra la lógica de la justicia. Todas se sueñan amazonas pero, como ni tienen más memoria que la inmediata del pálpito de su vagina ni más lecturas que las de su odio incandescente, ignoran que a Pentesilea, la reina de las amazonas, la mató Aquiles, que acudió a Troya a rescatar a la más hermosa de las mujeres, Helena de Esparta, de las manos del más cobarde de los hombres, Paris. Para ellas no habrá rescate, ninguna sobrevivirá al holocausto de su memoria. La basura se degrada y se desintegra. La belleza permanece en la Historia, muda en leyenda y deviene mito. Ellas, no.
Autor
- Eduardo García Serrano es un periodista español de origen navarro, hijo del también periodista y escritor Rafael García Serrano. Fue director del programa Buenos días España en Radio Intereconomia, además de tertuliano habitual de El Gato al Agua en Intereconomia Televisión. Desde el 1 de Febrero del 2019 hasta el 20 de septiembre del 2023 fue Director de El Correo de España y de ÑTV España.
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Magnífico don Eduardo.
Grande García Serrano, siempre diciendo verdades como puños 👊👊, arriba España y viva Franco 🥃🥃💪👍😎.
Bien Eduardo. Leña a este ejército de pedorras tipo, a este ganado porcino, a esta banda de malfolladas que están condenadas a pasarse la vida con un mandoble de látex por única compañía.
Menos mal, que los escritores y articulistas, tenemos a todos estos grandes eruditos de las letras y la gramática, rectificando día tras día, nuestros escritos, con su censura y «sabiduria». ¿Qué sería de estos hipócritas anónimos, que en lugar de meterse en el escrito, solo saben decir; que falta una coma, un punto y que BURRA, se escribe con B.
Estos mediocres censores, reunidos con su anonimato, van cada día, a conseguir su minuto de gloria.
Claro está, que ellos tan sabios todos, no saben escribir ni una sola frase. ¿Cómo iban a escribir un artículo?
Un abrazo, Eduardo,
Miguel Sánchez
ESTA COÑOCRACIA HIEDE A PAÑOS HIGIENICOS Y DELIRIOS MENSTRUANTES DE POLITICAS EPIMENORREICAS NO SABEN HABLAR DE OTRA COSA QUE DE SUS OBSESIONES SEXUALES AY QUERIDA IRENE METEMELA DESPACÍN QUE YA ME VIENE
La abogada Begoña Gerpes habla de la gitanada de Badalona y del silencio bochornoso de los capones (tanto catalanoparlantes como castellanoparlantes). No gimotea ni se disculpa, como muchos otros.
https://www.youtube.com/watch?v=TYKKBiTqAqI
Las feministas odian especialmente a aquel que no atiende sus pervertidos deseos a los que les inclina su pervertido modo de vivir, esposas de nadie, concubinas de muchos, policías infiltrados como perroflautas incluidos. Y como son creciente y profundamente desgraciadas, no quieren que otras mujeres sí sean felices en el matrimonio y la familia.
Las feministas, sean del tipo que sean, son seres «no serviam», odian a Dios porque a la mujer es el parir con dolor como al hombre ganarse el pan con el sudor del rostro, porque la mujer orienta su deseo al hombre, que la domina. Y eso en una «no serviam» feminista, un anticristo femenino, no lo puede tolerar ni tiene humildad para tolerarlo.
Las feministas han conseguido que muchas mujeres prefieran mandar como directivas a ser madres y amas de casa. Han conseguido reducir la natalidad y la nupcialidad al mínimo. Han conseguido que cada vez más mujeres sean disolutas, rebeldes a Dios y a la naturaleza, asesinas en masa de criaturas no nacidas que ninguna culpa tienen de su incontinencia y orden de vida. Han conseguido que una mujer prefiera ser mercader a esposa. La violencia salvaje que el feminismo de cualquier tipo ha desencadenado contra muchísimas mujeres solo puede tener como «premio» las llamas del infierno en el que las feministas, enloquecidas, afirman no creer, incapacitadas para la humildad y para la verdad.
Las feministas odian la familia, el matrimonio, la maternidad y la paternidad, los hijos e hijas, odian a Dios y a toda su creación. Odian a los sacerdotes y a los católicos. No hay feminismo bueno, como no hay vástago de satanás bueno.