20/05/2024 06:41

En artículo anterior (08/05) informaba que Estados Unidos se ha tomado en serio la cuestión de sustituir a Zelensky antes de que Ucrania se vaya por el desagüe, Rusia gane la guerra y la OTAN (USA) sufra la primera derrota estratégica del siglo XXI los cual marcará el desarrollo de las relaciones mundiales durante todo este siglo.

La lista de candidatos que Estados Unidos está considerando para reemplazar a Zelensky es amplia: Yermak, Klitschko, Poroshenko, Zaluzhny, Razumkov entre otros. La lista la encabeza Stefanchuk, presidente de la Rada Suprema de la República. Es una margarita difícil de deshojar porque ninguno da garantías a los gobiernos occidentales. Y es que la cuestión no es la guerra. Ésta puede acelerar o retardar la caída de Zelensky, que hoy parece ya inevitable. Lo que está en juego son los millones en disputa a cuenta de la “reconstrucción”. Los países occidentales tienen sus oligarquías a las que contentar. Los gobiernos occidentales pondrán el dinero – es decir, los ciudadanos de los países OTAN- y sus oligarquías se lo “embutxacaran” (embolsarán). Pero he aquí que sobre el terreno están las oligarquías ucranianas y nada se puede hacer sin su colaboración. Y éstas quieren seguir teniendo su parte del “pastel”. Ésto y no otra cosa son las denominadas ayudas económicas a Ucrania. Sustituir a Zelensky puede suponer romper el statu quo actual entre tales oligarquías. Según a quién se ponga de presidente se puede abrir una guerra entre ellas. Guerra política pero bien pudiera ser guerra física, ante lo cual estaríamos en una guerra civil dentro de la guerra contra Rusia. Esto obligaría a la OTAN -tal como dije en De la Guerra– a intervenir. Polonia aprovecharía esta “ventana de overton” para ocupar la Galitzia y posiblemente necesitaría ayuda para estabilizar la nueva situación. Por tanto, otras tropas Otan entrarían en el oeste de Ucrania como “fuerzas de pacificación”. Con esta situación en el oeste, puede que Rusia no parase su avance en el Dnieper y continuase hasta Kiev. Todo ello podría hacer detonar la guerra OTAN-Rusia. Para evitar todo este embrollo parece ser que Estados Unidos está dejando hacer a sectores ucranianos desde dentro del Régimen. Y éste es el caso que nos ocupa.

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Si tomamos como ciertas las informaciones oficiales del gobierno ucraniano, parece ser que desde el interior del régimen ucraniano se ha desarrollado una operación para quitar a Zelensky de en medio. Al igual que hiciesen Tresckow y Stauffenberg: usar el ejército par un golpe de estado engañando al resto de los mandos para que colaborasen –sin saberlo- en el golpe, y todo utilizando los canales legítimos. La idea que sustentaba todo el movimiento era que el liderazgo civil se había comportado con deslealtad -traición- contra el Estado. La culpa de todos los desastres militares eran del liderazgo civil y había que acabar con esta situación eliminando a los líderes políticos que controlaban los puestos dirigentes del régimen. Algo similar, parece ser, tenían previsto los golpistas ucranianos. Si, repito, tomamos como ciertas las informaciones oficiales del gobierno ucraniano. Porque no hay que descartar que todo fuese falso. Por ejemplo, no sabemos los nombres de los detenidos, cosa sospechosa.

La cuestión es todavía muy confusa ante lo reciente de los hechos y la escueta información oficial. De ser cierto ¿Que grado de implicación había entre la alta oficialidad y mandos del ejército ucraniano? ¿Estados Unidos sabía algo? De saber algo ¿lo apoyaba? ¿dejó hacer? ¿Y la Unión Europea? No es creíble que nadie -USA y UE- no supiesen nada. Lo que sabemos de cierto – según información oficial- es que se ha detenido a dos coroneles de la guardia estatal ucraniana y miembros de los Servicios de Seguridad del Estado (no sabemos sus nombres). Entre las funciones del Servicio de Seguridad del Estado está la vigilancia y protección de los altos dirigentes políticos y militares del régimen.

Esos dos coroneles formarían -según el SBU- parte de un complot más amplio llevado a cabo por una red de agentes que actuarían a las ordenes de Moscú. El objetivo primario sería quitar de en medio a Zelensky y a otros mandos políticos y militares como el jefe del SBU, Vasyl Malyuk; y el jefe de la Inteligencia Militar, Kyrylo Budanov.

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El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Medvedev, ha rechazado tales acusaciones de implicación de los servicios secretos rusos e insinúa que dicho complot estaría organizado por algún país occidental. Y añadió que esta es la primera evidencia seria de que Occidente puede estar detrás de un complot para eliminar al “payaso”. ¿Acaso Washington no tiene intención de sustituir a Zelensky? Por su parte el portavoz del Departamento de Estado useño, Matthew Miller, considera que todo esto es una trama rusa orquestada por el Servicio Federal de Seguridad, lo que muestra la “depravación” del “régimen” del “mandatario” ruso Vladimir Putin.

Como decía en “De la guerra”, las espadas están más en lo alto que nunca, por lo menos desde el final de la crisis de los misiles de Cuba.

De la Guerra. Energía, biolabs y maidán. La matanza de la Casa de los Sindicatos. Por Antonio R. Peña

Autor

Antonio R. Peña
Antonio R. Peña
Antonio Ramón Peña es católico y español. Además es doctor en Historia Moderna y Contemporánea y archivero. Colaborador en diversos medios de comunicación como Infocatolica, Infovaticana, Somatemps. Ha colaborado con la Real Academia de la Historia en el Diccionario Biográfico Español. A parte de sus artículos científicos y de opinión, algunos de sus libros publicados son De Roma a Gotia: los orígenes de España, De Austrias a Borbones, Japón a la luz de la evangelización. Actualmente trabaja como profesor de instituto.

 
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