08/05/2024 21:39
Getting your Trinity Audio player ready...

“Ingresamos en Urgencias el día 3 porque mi madre no podía respirar, y después de hacerle un montón de pruebas nos dicen que tiene neumonía, un virus no identificado e insuficiencia renal. Pasa toda la noche en un box, como no hay camas  deciden bajarla a una cama de pediatría y pasarla a observación. Allí la tienen dos días con oxígeno, con la medicación por vena, y deciden darle el alta porque ya saturaba bien”.

            Habla Esther Jiménez Vázquez, vecina de Torrevieja (Alicante) que denuncia en redes la muerte de su madre, Pepi, un día después de recibir un alta firmada por la doctora María Victoria Olave Fighetti, alta que nunca debió haberse producido. La doctora aduce que Pepi ya saturaba bien, pero Esther le hace notar que satura bien porque tiene el oxígeno puesto, “En el momento que le quitaron el oxígeno mi madre no podía andar, no podía dar tres pasos seguidos”. Pide que, ya que le dan el alta por falta de camas, al menos le pongan el oxígeno en casa, pero la doctora Olave se niega a hacer el trámite porque “el oxígeno escasea”.

            Ni siquiera tienen el detalle de acompañarlas a la salida: indican a Esther que vaya ella misma a Urgencias a por una silla de ruedas. “Monté a mi madre en una, y me la llevé. Al día siguiente murió mi madre en los brazos de mi padre, asfixiada, intentándola montar en el coche para volver al Hospital”.

            Esther deja claro que no quiere nada, ya nada le puede devolver a Pepi. Únicamente pide justicia y “que dejen de tratarnos como a perros”.

            La impresión de ese trato es compartida por muchos usuarios del Hospital de Torrevieja, que se han agrupado en una plataforma: Afectados por la reversión. De momento cuentan con más de 2.800 miembros. La experiencia de Esther lleva 250.000 visualizaciones en Tik Tok, y a nivel de redes la situación de Torrevieja se está haciendo viral, pero los medios no quieren enfrentarse al Conseller y solo unos cuantos se atreven a denunciar que la reversión del Hospital de Torrevieja solo ha servido para que reine el caos en un servicio que fue modélico durante la gestión de Ribera Salud.

            Otro miembro de la plataforma, Soledad Hernández Alcázar, relata su particular calvario con el Hospital. Lo de su marido empezó con una ciática tratada a nivel ambulatorio. El médico de cabecera pidió todas las pruebas, incluyendo radiografías y resonancia magnética. Concluye que  están afectadas varias vertebras y le gestiona la atención en la unidad del dolor. Sandalio ingresa un 26 julio en Urgencias del Hospital de Torrevieja a las 8 de la tarde. A las 9:30 horas de la mañana siguiente, día 27, y tras toda una noche en la sala de espera sin que su marido recibiera siquiera un calmante, Soledad decide poner una hoja de reclamaciones.  El enfermero llama a la Guardia Civil, que encuentra a una mujer desolada por la situación y humillada por el personal que le facilita la hoja de reclamaciones. Se va sin que Sandalio sea atendido a las 10 de la mañana. “Se rieron de mí al poner la reclamación y no atendieron a mi marido. Un celador me pegaba en el brazo, y yo no entendía por qué: en ningún momento levanté la voz”.

            El día 3 agosto Sandalio vuelve al Hospital con los brazos y las piernas morados: un trombo. Se queda ingresado tres días, y una vez más le mandan a casa. Pasa sin atención nueve meses,  el 2 de mayo les llama el medico de cabecera y manda una ambulancia porque según él ha comparado una radiografía del año anterior con otra actual, y tiene una fractura de cadera. “En el Hospital  había tal caos que nos atiende la cirujana y nos dice que solo puede darnos cita para el 19 de mayo. Le mandan 15 pastillas diarias para el dolor y parches de morfina”, pero una vez que llega el día 19, no consta la cita en ninguna parte. Soledad tiene el papel que demuestra que tiene cita, baja llorando para que atiendan a su marido, pero no hay nada que hacer.

            Al marido de Soledad le operan por fin el 11 de agosto. No tiene fractura de cadera: tiene necrosis ósea. Los tejidos se han muerto a consecuencia de la larga espera. Les comunican que hasta seis meses más tarde no pueden operarle la otra cadera, afectada también de necrosis. En este momento Soledad comienza su particular lucha, como Esther Jiménez, para que el problema del Hospital de Torrevieja salga a la luz y para denunciar la mala gestión, porque “si hubieran mirado los papeles no habría pasado nada de esto”. 23 meses lleva en cama Sandalio, con 59 años, y para colmo, con la rehabilitación “le han fastidiado la otra pierna”.                                                     Soledad ha contactado con el Defensor del Pueblo, quien se comprometió a llevar su caso ante el Parlamento si no operaban a su marido en 15 días. Ha reunido 4.000 firmas para ser recibida por Ximo Puig, que la ignoró completamente y envió a dos funcionarias para atenderla a ella y al grupo de ciudadanos que la acompañaba. Ha recibido presiones por parte de los inspectores médicos. Le han propuesto facilitarle la libre elección de hospital para que “montara el follón en el otro”. Ha recibido también llamadas amenazadoras desde números ocultos:”la pierna de tu marido te la vamos a meter por el culo”…

            “Salí a la calle completamente desesperada, con mis papeles en la mano, y me fui a la Guardia Civil. Ellos no pueden hacer nada, pero me aconsejaron que denunciara en el Juzgado número 2. Denuncié a la Generalitat valenciana y a Sanidad, llamé a Antena 3, a Telecinco, a radio, a televisión…”    ¿Ha servido de algo? Muy pocos medios han tenido el valor de comentar la situación insostenible que se vive en Torrevieja; El Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no ha dado la cara, y ni siquiera el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, ha cumplido con su palabra de apoyarla: a pesar de ser conocedor de la situación angustiosa que vive Soledad y más de dos mil ochocientos ciudadanos que pertenecen a la Plataforma de Afectados por la Reversión del Hospital de Torrevieja, durante la visita del Conseller al Hospital, Dolón hizo unas lamentables declaraciones alabando ”la gestión del centro”.

            La lucha de Soledad no va a detenerse por esta decepción. Esta mujer desamparada ha organizado una manifestación ante la puerta del Hospital de Torrevieja el día 2 de febrero a las 10:30 horas. Ha pasado por una huelga de hambre en la que sufrió tratos vejatorios por parte del personal sanitario “A pleno sol me pusieron en pleno verano. Los mismos pacientes me traían comida. Me decían “Come, hija, que te vas a morir ahí, y a esta gente no le importa nada”.

            En la manifestación del día 2 de febrero estarán Soledad, Esther, y todas las personas que las apoyan o están pasando por situaciones parecidas, que son muchas, porque digan lo que digan Ximo Puig, el Conseller y Eduardo Dolón, desde que se produjo la reversión del Hospital por cuestiones ideológicas el derecho a una sanidad digna se ha perdido en Torrevieja.

LEER MÁS:  Hay que cambiar la Constitución del 78. Por Julio Merino

 

 

Suscríbete
Avisáme de
guest
2 comentarios
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
pepe

que dios nos guarde de caer enfermos

Alejandro Toledano

Eso sí, luego llega cualquier patera y no les faltan ambulancias, ni médicos, ni podemitosos de la Cruz Roja. Viva España, viva el Rey.

2
0
Deja tu comentariox