03/05/2024 00:28
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Parece que sucedió ayer, lo acontecido permanece indeleble hasta en los más nimios detalles.
Iba andando con su peculiar garbo camino del trabajo para afrontar su última jornada laboral antes de la jubilación. ¿Qué iría pensando en aquellos sin saberlo sus últimos instantes de vida?.
Dos esbirros del Mal se le acercaron por la espalda amparados por la oscuridad y el plomo habló por ellos, quienes no contentos, repitieron su proeza sobre el cuerpo inerte para así dejar constancia de su RH ideológico marca de la casa.
Algo habría hecho; por supuesto, ser una persona de bien. Sobre la acera quedó segada su vida y su familia condenada a perpetuidad sin beneficios penitenciarios a soportar sobre sus hombros la más pesada mochila mientras vivan.
¿Cómo tratar de explicar qué se siente cuando ves a quien te engendró caído en el suelo sobre un charco de tu propia sangre? ¿Cómo describir la cara de su esposa, tu madre, al informarle de sopetón de lo sucedido?.
Una víctima humilde, otra más, a la que no se recuerda, no interesa; no era político, empresario, abogado o periodista; había sido lo que algunos llaman despectivamente un <<uniformado>> para así cosificarlo.
La gente  pregunta si perdonas y olvidas a lo que respondo que no soy Dios ni lo pretendo y por suerte no padezco Alzheimer.
37 años sediento de una  justicia que no llega y preguntándome si acaso aquellos <<gudaris>> andan cerca rememorando  su hazaña apoyados sobre la barra de una taberna.
Sucedió en Lasarte y el calendario marcaba lunes 30 de diciembre de 1985; el caído se llamaba Alejandro Sáenz Sánchez, mi padre. In Memoriam.
ETA

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REDACCIÓN
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[…] El asesinato de mi padre Francisco Javier Sáenz Martínez ÑTV-ESPAÑA/28 Dcbre. 2022 Parece que sucedió ayer, lo acontecido permanece indeleble hasta en los más nimios […]

Jesús Longueira

¡Que en paz descanse tu padre!
Sería imposible en un país con un poco de sensatez que sus asesinos hubieran llegado a la coalición de gobierno.
Un abrazo afectuoso.

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