09/05/2024 02:42
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Se organizó una conferencia por un instituto de formación militar donde se suele entrenar a altos oficiales de la NATO (OTAN). Ahí se encontraban unos 250 militares en activo de diferentes graduaciones, desde General de División hasta Coronel. Se trataba el tema de la posición de la administración actual (USA) con respecto al conflicto en Ucrania.

La pregunta que muchos de los oficiales le hicieron al ex asesor de Putin (Andrei Illarionov) ahí presente, fue la misma:

<< ¿Entendemos correctamente que la visita del director de la CIA, Bill Burns (Burns=quemar) a Moscú, el 23 de noviembre del 2021, fue la análoga moderna a la de Joachim Ribbentrop (1) a Moscú, el 23 de septiembre de 1939?>>

Y es que parece que ahí tuvo lugar una reunión donde tras los habituales “tiras y aflojas” se terminó “cerrando” un pacto – por lo menos verbal – de no agresión entre las dos superpotencias una vez comenzara la invasión de Ucrania – oficialmente – el 24 de febrero del 2022. De esto podemos vislumbrar que las potencias se comunican, se informan – y cierran acuerdos – tras bambalinas, aunque las posiciones oficiales sean completamente distantes y enfrentadas.

Todo es cuestión de en que punto te encuentres de la jerarquía, y sobre la base de esa posición, tendrás una visión u otra diametralmente opuesta.

Todo esto da a entender claramente que, al menos, todo ha sido una “operación” de la cual la administración norteamericana —¿y otras?—, tenían plena consciencia de que ocurriría.

No solo eso, sino que entienden perfectamente como acabará, ya que han pactado las condiciones y el desarrollo con mucha seguridad.

A Putin no se le impedirá atacar Ucrania nunca.

Esto desgraciadamente se ha confirmado en los últimos meses de guerra, hasta la visita del ga-ga Biden a Bruselas, Varsovia y a la limítrofe con Ucrania, Rzeszów (Polonia) el 20 y 22 de febrero.

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¿El número de la ruleta en esta “tirada”? 9 B, de los nueve de Bucarest con los que Joe, – alias “Mr. Magoo”-   se reunió en Kiev el 22. Bulgaria, República Checa, Estonia,  Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, aunque sin la representación de Orban (Hungría).

Todos los miembros del B9 formaban parte de la antigua Unión Soviética (URSS) o del extinto Pacto de Varsovia, liderado por la Unión Soviética.

¿Entonces, qué está sucediendo? ¿Está todo planificado?

El gran negocio de la guerra. El reiterativo ritual de destrucción y holocausto de almas blancas y cristianas en el centro de Europa. La destrucción de un estado para poder construir otro sobre las cenizas y los cadáveres que sirvan de abono. Lo mismo que pretenden en toda Europa, América y el mundo. NWO/NOM, nuevo orden mundial que de “nuevo”, y tras un “reset”  lo ponga todo en cero. El cero toca en verde, claro, verde ecológico de cambio climático .

Y un miedo que se alterna -para no pasar de moda-, desde maléficos virus invisibles y pócimas génicas, hasta invasiones de solemnes bombazos y muerte a tutiplén.

Y hasta que se repleten las arcas de «plata y oro“ y los almacenes hayan vendido todo su stock de mortíferas y caras piezas de artillería, y cacharros ya desfasados.

Entonces, aparecerá el relevo de la pesadilla en algún formato creativo que se les ocurra a los amos del casino.

¿Alguien quiere apostar a algún número? ¿Un “casual” volcán sádico? ¿Una “espontánea” matanza escabrosa? ¿Un “inesperado” patógeno aún más tremebundo y letífero?

¿Una central nuclear que  “fortuitamente”  explote?

¿O quizás que la guerra se amplíe “inesperadamente” y  se traslade a otra parte de Europa?

La cuestión es que nadie esté tranquilo y a nadie se le ocurra subir de vibración. Los viejos sabios de infausto color carbón (número atómico, 6), desde su escondrijo en Sion,  en las bellas montañas del Valle de Vallais, a 80 km de Berna, Suiza, lo miran todo con la ventajosa perspectiva que les da el conocer los resultados…

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La banca siempre gana, pero …

«Faites vos jeux monsieur, s’il vous plaît”

Y la ruleta vuelve a girar…

El truco de la “martingala” lo están haciendo los mismos amos del casino…

«Rien ne va plus»

El seis «toca» de nuevo.

(1)Joachim von Ribbentrop, el Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania durante el gobierno Nazi, viajó a Moscú el 23 de septiembre de 1939. Durante su visita, Ribbentrop se reunió con el líder soviético, Joseph Stalin y el Ministro de Asuntos Exteriores soviético, Vyacheslav Molotov. Durante estas negociaciones, se llevó a cabo la firma del Pacto Molotov-Ribbentrop, un acuerdo de no agresión entre la Alemania Nazi y la Unión Soviética, que también incluía un protocolo secreto para el reparto de Europa del Este en esferas de influencia. Este pacto fue un evento importante que permitió a Hitler llevar a cabo la invasión de Polonia sin tener que enfrentarse a una guerra en dos frentes – por ahora -. Obviamente, a los Sionistas, y a sus peones bolcheviques y  angloamericanos, esto les interesaba que ocurriera así por varios motivos: Ver como funcionaba el ejército alemán; seguir preparándose para lo que sabían perfectamente que llegaba (la carnicería planificada de la segunda “guarrada” mundial), y aprovechar la excusa posteriormente para criminalizar a los alemanes, su sistema (NS) y  su rebelión por “In saecula saeculorum”.

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Aliena

¿»Stock»? En español: existencias. Ahora los pactos son «eventos», vaya, yo hubiera jurado que se podrían considerar, en todo caso, «acontecimientos». Menos mal que este periódico se llama «ÑTVEspaña» y que el autor del análisis no es un adorador de lo anglosajón pues, de lo contrario, el artículo bien podría habernos caído encima escrito en inglés… Ahora que lo pienso, tal vez hubiera sido preferible.

Última edición: 10 meses hace por Aliena
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