28/04/2024 14:17
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Llevamos meses asistiendo, impasibles, a un borrado sistemático de nuestra historia reciente debido al rencor y al odio de esa izquierda y ultraizquierda malsana que está llevando a España a la ruina.

El monumento al 10º Grupo de Asalto hace una semana

Casi sin hacer ruido han desparecido nombres de calles que evocaban héroes y gestas gloriosas de nuestro pasado; han derribado Cruces para no molestar a otros, ajenos a nosotros, a los que pagamos y alimentamos y encima se sienten ofendidos porque practicamos nuestra Religión, cuando a ellos se les consiente, con toda libertad, practicar la suya; han sido retirados monumentos de plazas y calles e, incluso, han perturbado el sueño eterno de los muertos, la mayor vileza que puede cometer cualquier ser humano. Y de todo esto hemos sido testigos sin tan siquiera inmutarnos y, mucho menos, levantar la voz para protestar.

En fechas pasadas, en el ámbito del Ministerio de Defensa, se creó una comisión encargada de velar por el estricto cumplimiento de esa perversa ley de “memoria democrática”. Comisión cuya función consiste en hacer desaparecer de los centros militares cualquier referencia al pasado inmediato de nuestra historia.

Poco va a importar el valor de la obra, ni tan siquiera su singularidad o si es parte del patrimonio de todos los españoles, si hace referencia a la época de gobierno del General Franco es motivo más que suficiente para que el martillo asesino se la lleve por delante sin más consideraciones dignas de mención. Incluso, mucho me temo, que, el día menos pensado, las Banderas y Estandartes de las Unidades en cuyos paños figure el Aguila de San Juan, también serán destruidas en un ejercicio de feroz iconoclastia.

Sin embargo, ahí siguen, tan campantes, en el centro de la Capital de España -zona de Nuevos Ministerios; por cierto, construidos en los tiempos del General Franco- los monumentos a dos individuos que trajeron la desgracia a España: Indalecio Prieto, uno de los promotores del golpe de Estado a la República de 1934, y Largo Caballero, el causante y uno de los responsables de la guerra civil. La ley del embudo en su más pura esencia.

Pero así es como funciona y ha funcionado siempre esta gente de la izquierda y la ultraizquierda, la anti-España, que, según dicen, pretende devolvernos a la legalidad republicana de abril de 1931.

Estado actual del monumento

¿Legalidad?, ¿qué legalidad?, ¿la de un régimen que se proclamó de forma fraudulenta por medio de unas elecciones municipales que, ni tan siquiera, ganaron los republicanos más allá de las grandes ciudades. ¿La de un régimen una de cuyas primeras medidas fue proscribir al Rey, poniéndolo a la altura del peor de los delincuentes?

Pues bien, si en el ámbito del Ministerio de Defensa ya comenzó esa labor de “limpieza”, el de Interior no podía irle a la zaga con el fin de no ser menos.

De esta suerte, esta semana hemos tenido noticia de la parcial destrucción del monumento que, en recuerdo del glorioso 10º Grupo de Asalto del Cuerpo de Seguridad, se alzaba a la puerta del Centro Policial ovetense de Buenavista, el que antes fuera Cuartel de la Policía Armada en la capital del Principado.

Este Cuartel, de imponente aspecto, ubicado en la avenida de Buenavista, data de los años 60 y sirvió para alojar a la Plana Mayor y parte de las Unidades de la 7ª Circunscripción, cuyo acuartelamiento anterior se encontraba en la calle de Santa Clara donde se alojó, a partir de enero de 1932, la 10ª Comandancia del Cuerpo de Seguridad y Asalto, con la Plana Mayor del 10º Grupo de Asalto, la 18º Compañía y la de Especialidades de este Grupo y la Unidad de Servicios Locales.

En el historial de este 10º Grupo de Asalto hay que consignar su heroico comportamiento en las dos ocasiones que se le presentaron, teniendo que defender, a sangre y fuego, la plaza de Oviedo contra los desmanes de la izquierda y la ultraizquierda.

En primer lugar, durante el asedio al que fue sometido Oviedo con ocasión de la llamada Revolución de Asturias de 1934, un golpe de Estado a la República del que fue responsable el partido socialista obrero español, un hecho sobradamente contrastado históricamente y, si no, que se lo pregunten a Indalecio Prieto, uno de sus principales artífices, y, más tarde, en la gloriosa defensa de la Capital asturiana en 1936, cercada por el elemento marxista.

No vamos a referir la heroica actuación ni el historial del 10º Grupo, sirva señalar que, en las dos ocasiones, fue pieza clave en la defensa de la plaza de Oviedo, evitando, por ejemplo, en 1934, la destrucción completa de su Catedral, dinamitada, en parte, por socialistas y comunistas.

De hecho, el heroico comportamiento del 10º Grupo, con su jefe al frente, el Comandante Silva, fue uno de los motivos por los cuales la II República premió al Cuerpo de Seguridad, concediéndole el derecho al uso de la Bandera Nacional en 1935.

Posteriormente, en 1936, contribuyó, de forma decisiva, a que la ciudad no cayese en poder de la barbarie roja. Sirva como aval de la heroicidad de este Grupo que no solo fue premiado con la Laureada de San Fernando, en su modalidad de colectiva, a los defensores de Oviedo en 1936, sino que también recibió una Medalla Militar colectiva en 1937 por estos mismos hechos.

Andando más en el tiempo, como consecuencia de la inauguración del Cuartel de Buenavista, en su exterior, frente a la puerta principal, se alzó un monolito en recuerdo del heroico comportamiento del 10º Grupo, en él se podía leer, en su cara anversa -la que mira a la avenida de Buenavista-, timbrada con una imagen de la Laureada de San Fernando y coronada con el Escudo Nacional, no ilegal ya que figura en la portada de actual Constitución, sino fuera de uso o no reglamentario: “al 10º Grupo de Asalto. Unido para siempre a Oviedo en el dolor y la victoria”. En el reverso, dando frente a la fachada del Cuartel, se leía “al 10º Grupo de Asalto, ejemplo y escuela de patriotismo”, coronado con las cifras “CS” del Cuerpo de Seguridad y el escudo de armas de la ciudad de Oviedo.

Pues bien, de poco o de nada sirvió el valor y la heroicidad mostradas por este Grupo, ni tan siquiera el recuerdo de sus integrantes que entregaron su vida por España ya que, esta misma semana, los textos y escudos que figuraban en sus caras fueron alevosamente destruidos con el fin de que su recuerdo desaparezca de Oviedo para siempre, borrando, de esta forma, una parte de nuestra historia corporativa reciente.

Entretanto, estos mismos que ordenan demoler monumentos y monolitos, permiten que se tributen homenajes a los que, por medio del vil tiro en la nuca, se llevaron por delante la vida de muy buenos españoles, entre ellos muchos policías que cayeron consecuencia de la sinrazón de la bala asesina etarra y muchos de aquellos socialistas y comunistas que provocaron la guerra civil siguen nombrando calles y plazas de nuestras ciudades y siendo objeto de homenajes y exposiciones para glorificar su memoria.

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El mal ya está hecho de forma irreparable ya que ese monolito ovetense no volverá a recuperar su aspecto original. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿hasta cuándo permitiremos que un grupo de desalmados mentirosos se lleven nuestra historia por delante?

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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