09/05/2024 11:47

Con mucha perplejidad y más indignación leí, en fechas pasadas, que un imán que reside en no sé que parte de la podrida Europa pretende elevar una queja ante el Tribunal de Estrasburgo exigiendo la supresión de nuestras procesiones de Semana Santa porque constituyen una ofensa para la religión del islam.

Realmente, la noticia es inaudita y, en todos los casos, cabreante ya que es el colmo que un tipo venido de fuera, que hemos acogido de forma benevolente, se permita el lujo de tratar de trazar nuestros usos y costumbres.

Vivimos en una Nación que se ha distinguido tradicionalmente por su tolerancia a las costumbres de aquellos que nos visitan, tanto sea de forma esporádica como para quedarse. Lo diga quien lo diga, los españoles jamás hemos sido racistas ni nos ha molestado convivir con gentes de otras razas, culturas, usos y costumbres, circunstancia esta que, lamentablemente, no suele suceder a la inversa.

En lo que a la práctica religiosa se refiere no hay excepciones y siempre hemos sido tolerantes, faltaría más, con el derecho que asiste a cada ser humano de practicar su religión y sus creencias sean cuales sean. De hecho, por doquier, se alzan en nuestras ciudades mezquitas, sinagogas y centros para ejercer ese sagrado derecho que asiste a toda colectividad humana.

Esa permisividad nuestra nos ha permitido, en la mayoría de los casos, una convivencia pacífica con otras culturas que se asientan en nuestro territorio a las que les asiste la libertad de culto sin cortapisa alguna aun a sabiendas del riesgo potencial que, en determinadas circunstancias, puede entrañar.

En la misma medida, cuando alguno de nosotros se traslada, bien sea por trabajo, bien por turismo a uno de los países en los que se practica de forma mayoritaria una religión distinta a la nuestra, somos respetuosos con las normas que nos dictan que, en ningún caso, tratamos de modificar.

Sin embargo, hete aquí que un individuo, que mejor estaría callado, se permite el lujo de exigirnos, bajo amenaza, que cambiemos nuestras costumbres más inveteradas porque el personaje en cuestión se puede sentir ofendido y nosotros, tan buenos o tan tontos como siempre, callamos la boca y agachamos la cerviz.

Mire usted, nosotros respetamos sus creencias y costumbres, incluso aquellas que nos parecen aberrantes hasta el punto de permitir que, en nuestro suelo, dentro de algunos de sus centros de culto se haga apología y proselitismo no solo religioso, sino también terrorista. No es el primer caso en que nos topamos con que una mezquita se convierte en un centro de adoctrinamiento radical que tiene su continuación en la ejecución de atentados.

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Incluso tenemos que soportar -hasta lo hacen, por cobardía, esas feminazis que tanto claman por los derechos de las mujeres- a esos países en los que se veja a la mujer convirtiéndola en un objeto, cubierta de pies a cabeza con velos negros, al servicio del hombre o esos otros en los que se obliga a casar a una niña de doce años con un viejo de ochenta.

Todo eso sin contar otras prácticas aberrantes como la mutilación legal de las mujeres en determinados países o incluso, como en el caso reciente de Afganistán que se legalice la lapidación para castigar a las adúlteras. Eso y muchas cosas más.

Y ahora, a este señor. que todo eso lo trae al pairo y por lo que no eleva la voz ni lo denuncia ante el Tribunal de Derechos Humanos, le ofenden nuestras procesiones de Semana Santa, Venga, hombre, váyase usted a…, creo que ya me entiende.

Sin embargo, tal vez lo más grave no sea que un imán de no dónde venga con esta cantinela, lo peor es que actitudes como esta han tenido su eco en nuestra Patria. No debemos olvidar, por ejemplo, cuando algunos de los integrantes de la maldita y casi desaparecida “podemía” pedían perdón públicamente al moro por las ofensas que pudieran causarle nuestras procesiones de Semana Santa. El colmo de la estupidez y el colmo de la miseria humana.

Tampoco podemos olvidar aquella otra estúpida indocumentada, concurrente a las elecciones andaluzas de hace un par de legislaturas en una lista de la canalla “podemía”, que señalaba que si ganaban aquellas elecciones ya se vería si se volvía a celebrar la Semana Santa.

Tipas como esa y como todos/todas los que secundan esa ideología miserable y criminal como es el comunismo constituyen una lacra de la que debemos deshacernos a la mayor brevedad. Es verdad que, a cada paso más, van cayendo como fruta podrida pero todavía, lo poco que les queda, hay que barrerlo cuanto antes por el bien de España pues constituyen, junto a los separatistas y filoterroristas, el peor enemigo de España.

En cuanto al imán ese, barra primero su casa que tiene mucho que barrer y, de paso, váyase usted a…, bueno ya sabe dónde.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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Destacó algunas frases:
«actitudes como esta han tenido su eco en nuestra Patrian»
«siempre hemos sido tolerantes, faltaría más, con el derecho que asiste a cada ser humano de practicar su religión y sus creencias sean cuales sean»
«Esa permisividad…»
Y tantas otras frases que reflejan cuál es el problema. El liberalismo condenado infaliblemente oír la Iglesia desde hace 300 años, y su engendro político, la democracia liberal. Qué un musulmán denuncie la manifestación pública de la semana santa y de las procesiones es lógico y resultado normal de la democracia liberal. Y llevamos en el ADN el mal liberal, obra de la satánica masonería
A ver si se nos mete en la cabeza. El error no tiene derechos, las falsas religiones no tienen derechos. Solo Dios y la Santa Iglesia Católica tienen derechos. No se tiene derechos enseñar y difundir el el Mal y el Error y la Inmoralidad (desde la filosofía y la teología a la medicina, la ciencia experimental y especulativa). Esto es lo que la Santa Madre Iglesia Siempre Siempre ha enseñado y de forma infalible. Pero la masonería ha hecho una labor de 3OO años de destrucción de todo esto y ha impreso sus falsas libertades en el ADN de los católicos. El resultado es éste.
¿De que os quedáis, liberales? Esta es la democracia liberal que tanto adoráis. Seguid con vuestros esquemas: que si derecha, que si izquierda, que si vox, que si Pedro Sánchez, que si patatín patatan. Seguid, que peores frutos veréis porque está maldad del Régimen de 1978 y del sistema liberal más y mayor podredumbre darán. Esto de hoy no es nada con lo que , de forma lógica y racional, llegará. Ánimo y no os quejeis porque en el fondo ,apoyando el liberalismo, es lo que tendréis. Y en el pecado está la penitencia.

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