08/05/2024 21:10

Se une al comunicado de todas las asociaciones de jueces en España, que ayer se pronunciaron frente a la aberración antidemocrática del acuerdo entre PSOE y Junts, la del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid que a través de su Junta de Gobierno, declaró su desacuerdo y disposición a tomar medidas en defensa del Estado de Derecho y la vital separación de poderes.

Es sintomático el alarmismo que ha causado el infame pacto golpista cuando se refiere al término lawfare que alude a una expresa instrumentalización de la justicia con fines políticos. La unificación del criterios se muestra como un frente de resistencia que conforman también los principales sindicatos de la Policía y la mayor asociación de la Guardia Civil. Los inspectores de Hacienda se escandalizan con la cesión del 100% de la recaudación impositiva en Cataluña junto a tantas otras, y en la calle bulle, al margen de los alborotadores que pretenden reventar la legítima protesta de los ciudadanos, una indignación contra el sembrador de cizaña que es Pedro Sánchez: enemigo de la democracia y responsable de los males que perjudican visceralmente el presente y futuro de España.

Majestad, España llama alarmada a su puerta…

Con el encadenamiento de pronunciamientos institucionales frente al cariz radical que toma el acuerdo personalista  y codicioso de un Pedro Sánchez que pretende rubricar su investidura  con la aniquilación del Estado de Derecho, es notoria y legal la ausencia de criterio-tal vez por la mucha cautela a la que obliga el análisis y la reflexión estando en juego la supervivencia de España- de los garantes de la Constitución por el art. 8 y el del Rey, quienes se ciñen a las leyes en tanto quede un resquicio de equilibrio institucional que se está desparramando con creciente incertidumbre y múltiples como profesionalizadas advertencias de que el enemigo de la democracia es Pedro Sánchez y lo que representa.

La Historia nos muestra momentos difíciles que después del sacrificio se saldan con una victoria frente a los males; con el sustento de la dignidad que se acrecienta después del esfuerzo realizado y la consolidación de un liderazgo, pues la gente sin líder es una turba desorientada por mucho empeño que se ponga sobre los presupuestos y expectativas de la justicia social, cuyas batallas se libran ahora pacíficamente en las calles. En España estamos a punto de un estallido por cuanto se ha soportado sin que nadie haya puesto freno a la corrupción monclovita que hoy amenaza a todos. ¿Será que el liderazgo aparece cuando la situación se torna en apariencia imposible, siendo la señal para que se manifieste la misión del que está llamado a abanderar la justicia con el éxito que requieren las más difíciles gestas para convertirlas en leyenda? La Zarzuela despunta en este amanecer sombrío como si clareara el día con los ojos puestos en una esperanza que permanece callada. La esperanza sin habla es sólo una intención de fe por la voluntad obligada de la necesidad. Hoy España necesita un Rey de verdad, con determinación y arrojo, un árbitro que disponga del manual de las reglas para hacerlas cumplir con sentido común y valentía. Un rey que sorprenda y convenza incluso a los que desprecian su papel por argumentar con respetables razones el porqué de sus desconfianzas. Quizá la oportunidad de que la Corona demuestre su valor y la jura de su entrega verdadera.

Majestad, España llama alarmada a su puerta… Felipe VI no es involuntario protagonista de nuestra Historia, luego la responsabilidad es consabida, se da por hecha a falta de saber el acierto de la elección. Porque la Corona como institución y mal les pese a unos y otros críticos del ancho postulado ideológico, en estos momentos en que el español necesita un estímulo mayor que la protesta neutralizada en las calles a base de gases lacrimógenos, aún se guarda con el silencio la determinación y la palabra. España ha sobrepasado con la política el orden establecido, el equilibrio institucional y la salvaguarda del Estado de derecho atacado desde la misma estructura orgánica de la democracia; con una Constitución traspapelada cuando la estrategia de anatematizarla ha desembocado en las críticas airadas de quienes vivieron gracias a ella en libertad. Y acaso habría que atisbar el riesgo de perder el preciso don que posibilitó décadas de convivencia y progreso, aun con sus luces y sombras, para valorar el innegable favor que los españoles se hicieron con la promesa del consenso, antes de que se sembrara la cizaña en aquel campo tenebroso que cuajó de bombas los trenes de Zapatero que lo llevaron a La Moncloa para iniciar la demolición del denominado régimen del 78; al parecer el verdadero culpable más allá de la incapacidad manifiesta de los españoles para reconocer sus errores de bulto que no estriban en los pactos sociales y políticos, sino en la defectuosa idiosincrasia de la envidia y la insolidaridad que tan malignas consecuencias ha deparado a la siempre inadvertida España, víctima de sí misma. Las verdaderas razones por las que cuando se cava la tumba por sus enemigos, los aparentes amigos y patriotas sin dignidad y honor ayudan a enterrar a esta España harta también de sí misma.

LEER MÁS:  La historia y el desarrollo (2). Por el General Vicente Díaz de Villegas y Herrería

Majestad, España llama alarmada a su puerta… La España trastabillada por el impulso permanente de la zancadilla conspiradora y la estrategia taimada del artificio de ingeniería social con que se la ha sometido, incluso aprovechando demoníacamente lo que se vino a denominar pandemia, matando protocolariamente a nuestros padres y decenas de miles de ancianos, ha sido debilitada y alterada hasta el extremo de no saber ponerse en pie, asegurándose los que la controlan con la manipulación que pierda la orientación y hasta el instinto de supervivencia a la que obliga la necesidad cuando aún queda el atisbo de la esperanza.

Esa esperanza no se pierde en las calles cuando España necesita aglutinar sus esfuerzos por la defensa del Estado de Derecho por la identidad de un líder que podría sorprender antes de que la situación crítica se torne irreversible. Que cada cuál ponga identidad a los que llamados a la responsabilidad histórica, en el momento más delicado después de décadas paz, aún con sus defectos y debilidades de esta democracia, todavía pueden responder frente al golpismo que practica desde hace cinco años un gobierno hostil, radical enemigo declarado contra España.

Majestad, España llama a su puerta. Escuche a los jueces y no firme la estafa que llega por la puerta de atrás.

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Este artículo, ¿es una broma?

Pilar

Pues creo que más bien es la última esperanza de un monárquico recalcitrante… el despertar puede ser muy traumático, casi tanto como el despertar que nos ha llevado a dejar de confiar ciegamente en la «ciencia médica» tras lo visto los últimos 4 años. Cuesta hacerse a la idea.

Aliena

Broma, tomadura de pelo, maniobra de disimulo… Porque cuando el Rey Monigote o cómplice no haga otra cosa que firmar lo que le pongan delante, este mismo «editor» escribirá muy digno que el Rey no podía hacer otra cosa porque reina pero no gobierna porque lo dice la Constitución y bla bla bla.

Rafael F.

¡¡¡Despierte de una vez, lávese la cara y, quitese las legañas!!!

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