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La mayoría liberal de la delegación de la LIBE ya había redactado sus conclusiones sobre la situación en Hungría en la fase previa a la visita húngara, según declaró el eurodiputado Jorge Buxadé a Mariann Őry del Magyar Hírlap.

La democracia y el Estado de Derecho funcionan impecablemente en Hungría, mejor que en Bruselas, según confirmó la semana pasada el eurodiputado Jorge Buxadé durante la visita de la Delegación de Derechos Fundamentales del Parlamento Europeo (LIBE). El político de VOX señaló que la mayoría liberal de la delegación ya había sacado sus conclusiones mucho antes del viaje, afirmando que la situación en Hungría se había deteriorado.

¿Qué utilidad ha tenido la misión de investigación en Budapest?

En principio, la misión debía investigar el estado del Estado de Derecho en Hungría. Después de pasar tres días con periodistas, políticos, representantes de ONG, jueces y otros actores clave de la sociedad civil húngara, pudimos comprobar que Hungría es una democracia de pleno derecho. La misión en sí fue un teatro, porque las conclusiones ya estaban escritas de antemano, pero, a pesar de eso, puedo decir que fue útil porque pudimos ver la realidad de la situación húngara. Un país democrático y libre que funciona en perfecta armonía con el Estado de Derecho, muy seguro y, por supuesto, hermoso.

¿Ha cambiado su opinión sobre Hungría?

El viaje confirmó no sólo que Hungría es una democracia de pleno derecho, sino también que probablemente esté a un nivel superior al de otros Estados miembros. Y estoy bastante seguro de que sus instituciones son mejores que las de la Unión Europea, una de las cuales sólo ha venido a Hungría para intensificar la ofensiva ideológica contra el gobierno porque no les gusta que defienda la familia, la comunidad, la identidad y la tradición cristiana.

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¿La dirección de la delegación tuvo en cuenta sus opiniones?

Durante la misión, los miembros de la delegación no se sentaron ni una sola vez a discutir si estábamos de acuerdo. Así que no sé si mis opiniones se tuvieron en cuenta o no. El jefe de la delegación dijo en la conferencia de prensa que la mayoría de la delegación había llegado a la conclusión de que la situación en Hungría se había deteriorado aún más. No sé cuándo llegaron a esta conclusión porque, como he dicho, nunca tuvimos una reunión.

No me parece muy serio acudir a una rueda de prensa con semejante declaración, sobre todo teniendo en cuenta los informes que escuchamos en los tres días que estuvimos en Budapest. En las veinticuatro horas de reunión, los miembros liberales de la Comisión de Derechos Fundamentales del Parlamento Europeo no pudieron encontrar ni una sola prueba de que se esté violando el Estado de Derecho en Hungría. Se podía ver en sus caras que no habían conseguido sus objetivos. Además, estaban muy mal preparados para la confrontación con las autoridades húngaras.

¿Las reuniones en Budapest pueden hacer que el informe sea más objetivo?

No. Las conclusiones de la misión se escribieron mucho antes del viaje. La misión era un teatro, una farsa, pero les salió el tiro por la culata. Lo único que vimos en esos tres días fue una ciudad limpia, segura, libre y hermosa, en la que -a diferencia de las llamadas ciudades europeas multiculturales- no hay inmigración ilegal. Cuando llegué a Budapest fue como si por fin tomara aire fresco, sobre todo porque se han levantado casi todas las restricciones. Otros gobiernos europeos liberales están sellando a sus ciudadanos. Es incomprensible que precisamente ellos se atrevan a criticar al gobierno húngaro de esta manera.

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¿Qué pasos sugiere que demos a continuación?

El Comité LIBE debe dejar de perseguir a Hungría. De hecho, todas las instituciones de la UE deberían detener la caza de brujas ideológica contra el gobierno húngaro. Bruselas debe recordar que los Estados miembros no están al servicio de la UE, sino al revés: la UE se creó para servir a los Estados miembros. Durante el viaje sugerí que los parlamentos nacionales enviaran misiones a Bruselas para investigar el estado de la democracia y el Estado de Derecho en las instituciones de la UE. Sería una misión realmente útil.

¿Cómo ve el potencial de cooperación entre las fuerzas conservadoras del Parlamento Europeo?

Las fuerzas conservadoras y patrióticas de Europa deben trabajar juntas. Pero siempre debemos respetar la identidad de los demás y nuestras diferencias. Si no lo hacemos, sólo crearemos otro tipo de globalismo. Pero creo que estamos en el camino correcto.

Autor

Álvaro Peñas