Soberanía y familia, el programa de AUR para 2024

El 2024 promete ser un año crucial en toda Europa por las elecciones europeas que se celebrarán el 9 de junio. Para Rumanía es también el año en el que, tras las elecciones europeas, se celebrarán las elecciones locales, generales y presidenciales.

La Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR) es, según los sondeos, el segundo partido político de Rumanía en intención de voto (25-27%), sólo por detrás del Partido Socialdemócrata (centro-izquierda), y el partido que más ha crecido en estos últimos años y con un fuerte apoyo entre las comunidades rumanas que viven en el extranjero, estando las más numerosas en Italia (dos millones) y España (un millón).

Visto su crecimiento y la aparición de nuevos partidos, la posibilidad de que AUR pueda estar presente en el gobierno nacional salido de las elecciones de 2024 podría ser una realidad. Por ese motivo, y para reforzar su imagen de alternativa, AUR presentó el primer borrador de “Reconstruir Rumanía – El Programa de Gobierno de AUR de 15 puntos”, en un acto organizado en la Cámara de Comercio e Industria de Rumanía este fin de semana. El texto definitivo del prograna será el resultado de este y otros debates con especialistas e interlocutores sociales en las principales ciudades de Rumanía, así como en las comunidades rumanas de la diáspora, pero sus puntos principales están muy bien definidos: Soberanía y familia.

George Simion, presidente de AUR.

En el plano de la soberanía, el documento establece que el interés nacional debe ser el eje central de la política exterior de Rumanía y el rechazo a la política de la Unión Europea que busca centralizar las decisiones desde Bruselas. Como un elemento clave para defender esa soberanía, AUR propone garantizar la seguridad energética de Rumanía, utilizando los recursos naturales del país y poniendo a las empresas estratégicas sl servicio de los rumanos.

El otro gran pilar del programa, la defensa de la familia natural, está presente en la lucha contra la ideología de género, las corrientes woke y la cultura de la cancelación. Sin olvidar la necesidad de fomentar la natalidad para hacer frente al declive demográfico, la tasa de natalidad está en 1,7 hijos por mujer y se reduce año tras año.

Respecto a la política interna, el objetivo de AUR para los próximos 10 años es elevar el nivel de vida de los rumanos a la media de la UE. Para lograrlo, el programa prevé una reducción de los impuestos sobre el trabajo y las empresas, una optimización fiscal, y una profunda desburocratización del Estado. AUR también plantea un referéndum nacional para reducir el número de diputados de 330 a 300, y un menor número de carteras ministeriales. Por último, los soberanistas rumanos quieren despolitizar la administración central y local, y limitar la influencia de la política en el poder judicial.

“Reconstruir Rumanía” finalizó con las intervenciones de los máximos dirigentes de AUR, su presidente, George Simion, y el presidente del Consejo Nacional, el senador Claudiu Târziu.

Claudiu Târziu, presidente del Consejo Nacional.

“AUR es hoy el principal partido de la oposición en Rumanía. Como ha ocurrido en Italia y otros países, una fuerza soberanista podrá ganar las próximas elecciones. Si la actual coalición y los partidos que nos han gobernado durante 33 años no pueden ni quieren mejorar la vida de los rumanos, nosotros creemos firmemente que sí podemos. Hemos construido desde cero un partido que hoy es el segundo en las preferencias de los rumanos. Hemos demostrado que podemos protestar, que podemos oponernos. Hoy estamos preparados para dar el siguiente paso”, afirmó Simion.

“Hemos demostrado que estamos del lado de los rumanos con toda medida y riesgo, incluso estos días en los que luchamos por la educación de los niños, por poder mantener a nuestros hijos en casa, por preservar nuestra riqueza natural y utilizarla en beneficio de los rumanos. AUR es el partido que puede dar este paso en el destino nacional, ¡de la deconstrucción a la reconstrucción! No hay futuro sin la salud de la nación y sin una buena educación”, concluyó Târziu.

Autor

Álvaro Peñas

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