01/05/2024 20:13
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Dice el diccionario que chisgarabis es aquella persona informal, entrometida o de poco juicio. Yo añadiría que es aquella persona que juega en primera división sin valer ni siquiera para tercera. Persona que no es capaz de cuidar su higiene personal y que quiere arreglarnos la vida a los demás. De todo esto se deduce que el chisgarabis es un sujeto aún más peligroso que el cantamañanas para la salud del país.
 
He hecho varios artículos dedicados a los cantamañanas.  Después he hecho otro sobre mi paisano Federico Silva Muñoz poniéndolo como ejemplo de lo que debe de ser un ministro de España.  Ahora voy a hablar un poco de los chisgarabises, que todos sabemos quienes son.
 
¿Que se puede hacer ante la sobrepoblación de chisgarabises que estamos padeciendo? Mucho me temo que de momento poca cosa. Solo cabe esperar que el sentido común vuelva a los españoles y que dejen de votarlos y que les boten de una vez.  Entre tanto , estas personas que no la han visto más gordas en su vida, están haciendo un daño a la nación irreversible. 
 
Y es que no hay uno ni dos, son cientos de miles pululando por los distintos estratos de la España de las autonomías.  Una plaga. Vamos. Suelen tener una fea cara y aspecto de pobres. Como si no hubiesen conocido la ducha en su vida. Ponen cara de enfadados y empiezan a soltar su discurso verborreico lleno de odios y de envidias. No tienen altos ideales si no una seria de majaderías metidas en la cabeza sobre la base supuesta de que «han vivido mucho». Ni preparación, ni valía, solamente la mas descarnada demagogia. 
 
Les gusta jugar con el dinero de los demás, pero ahora, que no toquen el suyo nadie. Dicen que hay que quitarle el dinero a los ricos para repartirlo entre los pobres. Como si los ricos pudieran poner en marcha sus empresas con agua y aire. Su prenda favorita es la camiseta del Che Guevara, sin reparar que este era homófobo apoyan la causa LGTBI. 
 
No tienen conocimientos ni de Economía, ni de Historia ni de Derecho ni de nada. Lo sustituyen por un empeño desorbitado de hacernos aprender a todos, especialmente a los niños, las técnicas sexuales más variopintas. Parece que para ellos la vida consiste en comer, beber y joder. Como si no existieran más cosas valiosas en esta. Son incapaces de comprender que para hacer cosas magníficas, como una catedral, es necesario un alimento espiritual que impulse al hombre a cometer estas hazañas.
 
Hablan de libertad de expresión, pero solo cuando se habla de lo que ellos quieren escuchar. Hablan de asesinos cuando se les dan unas hostias, pero ellos, en nombre de la mierda que tienen metida en la cabeza, pueden matar a todo aquel que ellos crean conveniente por los motivos más fútiles. No conocen el significado de la palabra coherencia ni el de la palabra honestidad personal.
 
Se agarran al poder como garrapatas, pues no tienen a donde ir fuera de la política. Dicen digo donde antes decían Diego. Quieren hacer un mundo ideal que no existe ni existirá, y a cambio, nos traen las más variadas especies de desgracias. Paro, inflación, hambre, muerte y etc, etc. Ven el mundo al revés de como es en realidad. Para ellos los buenos son los maleantes. Los malos las personas honradas.
 
Como dije son aún más peligrosos que el cantamañanas. El cantamañanas es un quiero y no puedo. Pero al final son conscientes de su cantamañanez. En cambio estos no se bajan del burro nunca debido a su fanatismo y sectarismo. Tienen ideología inoculada en vena y no dan su brazo a torcer si no es a base de palos. Luego vienen las quejas y los insultos. El odio permanente y la búsqueda de la muerte colectiva de quienes no comulgan con sus ruedas de molino.
 
Están de capa caída en los países serios pero en nuestra patria tenemos su proliferación. Supongo que por la ley del péndulo hemos pasado del franquismo a esto. Pero los obreros ya los han calado bien. Los obreros se están pasando a Vox, aunque deberían pasarse a FE-JONS, y ya no quieren saber nada de ellos. Lo veremos en las elecciones andaluzas y en las próximas generales. 
 
En fin, que el chisgarabis se ha extendido como una plaga de langosta pero que ya se ve su reducción a cuotas normales. España no puede resistir a cuatro años más de explosión chisgarábica si es capaz de resistir los cuatro años que llevamos ya. La gente parece que lo va comprendiendo. 
 
Y yo, cansado de cantamañanas y de chisgarabises me vuelvo a mis lecturas romanas. Recordando que el mismo Mario, jefe del Partido Popular, enemigo acérrimo de Sila y los optimates, mandó matar a más de un demagogo. El mismo presidente socialista de la república de Weimar mandó matar a la Rosa Luxemburgo y compañía. Y es que el veneno y la destrucción que llevan dentro los chisgarabises son muy perniciosos. Y lo peor es que también han encontrado acomodo en el PSOE y lo han radicalizado hasta el punto de que este partido ya no tiene nada que ver con la socialdemocracia europea. 
 
Yo les recomendaría a los chisgarabises que en primer lugar se lavaran. Y después se dedicaran a leer a Toynbee, Spengler y Junger. Pero creo que esto sería exigirles demasiado y podrían coger alguna grave enfermedad psicológica en el intento. Esperemos pues que las cosas vuelvan a su cauce. Pero les recuerdo que el hombre, movido por altos ideales, ha hecho cosas maravillosas. Desde catedrales a misiones en los países pobres. Desde poesías sublimes a canciones tan hermosas como el cara al sol. No queremos vuestro mundo lleno de fealdad. Tanto interior como exterior.
 
Y vuelvo definitivamente a mis lecturas. El castigo de Octavio a su hija Julia y sus amigos cantamañanas.  Los chisgarabises no se atrevían ni a toser durante su égida. En fin, espero que vengan nuevos tiempos que nos libren de esta plaga. Yo iré echando los pesticidas y herbicidas en mis campos para librarme de las diversas plagas en mis cosechas. Pero supongo que para librarnos de tanto chisgarabis bastará con volver al sentido común. Nada más. No creo que hagan falta ni persecuciones ni castigos. Aunque alguna niña pijoprogre si que se merecería algún azote en el culo. Por tonta. ¿No sabéis que los chisgarabises os llaman tontos útiles, amores?

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REDACCIÓN