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Artículo de Olivier Bault publicado en Remix News sobre los escándalos de pedofilia de destacados militantes de la izquierda francesa en las décadas de 1970 y 1980.

Olivier Duhamel se ha convertido en otro miembro de la intelectualidad izquierdista francesa que enfrenta nuevas acusaciones por crímenes relacionados con la pedofilia, crímenes conocidos durante años por los miembros de la élite política y literaria francesa que prefirió guardar silencio. Duhamel, de 70 años, es un intelectual que se desempeñaba como jefe del órgano supervisor del prestigioso Instituto de Estudios Políticos de París antes de su renuncia. También es conocido por su rol como presentador de radio y comentarista popular de televisión.

Olivier Duhamel

Las acusaciones han salido a la luz en un libro titulado “La Familia Grande” de Camille Kouchner, la hija biológica de Bernard Kouchner, quien cofundó Médicos Sin Fronteras y más tarde pasó a convertirse en un prominente ministro del Partido Socialista y activista de ONG. Camille escribió que Duhamel abusó de su hermano gemelo, renombrado en el libro como “Víctor” con el fin de proteger su identidad. El hermano también publicó una declaración en el periódico francés Le Monde en la que confirmó que lo que su hermana escribió sobre él es cierto, incluyendo las acusaciones de abuso sexual. Un fiscal anunció que Duhamel está siendo investigado por los cargos de incesto y violación expuestos en el libro.

Entonces, ¿por qué las acusaciones han tardado tanto en salir a la luz?

Según Camille Kouchner, que trabaja como abogada, su madre, Évelyne Pisier, no estaba contenta con que Camille contara su historia sobre el abuso sexual de su hermano a manos de Duhamel, que era el segundo marido de Pisier. Bernard Kouchner también conocía las acusaciones de violación, pero la familia, en parte por su amor por Duhamel, no quería que la información se hiciera pública. Camille afirma que Duhamel abusó de su hermano gemelo cuando este solo tenía 13 o 14 años. Supuestamente su madre le dijo que no había necesidad de montar un escándalo por la violación, cuando no había habido violación sino “sólo” una felación. Según la legislación francesa, el presunto abuso constituiría incesto ya que Duhamel era el padrastro de Víctor.

Dos años después de la apelación pro-pedófila de 1977, firmada por Bernard Kouchner y sus amigos izquierdistas, el periódico Libération publicó una petición a favor de otro pedófilo que había sido “encarcelado por el crimen de amor”. Lo que Libération llamó irónicamente un “crimen de amor” fue, de hecho, un caso de niñas abusadas sexualmente de edades entre 6 a 12 años. En marzo de 1979, varios miembros de la élite izquierdista francesa firmaron una petición donde se decía que “el deseo y los juegos sexuales realizados con libre consentimiento tienen un lugar en las relaciones entre niños y adultos”. 

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Libération publicó incluso un anuncio para un Frente de Liberación Pedófilo, constituido principalmente por sus propios lectores, y, junto con parte de la izquierda francesa, reaccionó a las severas críticas a la pedofilia por parte de la prensa conservadora comparando el destino de los pedófilos con el de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Dicha retórica también se utilizó en 1981 en la principal revista semanal gay de Francia, Gai Pied, donde se comparaba a un gay que rechazase a los pedófilos con un “negro que denunciase a un judío” (sic). Desde su creación en 1979, Gai Pied defendió activamente la pedofilia contra la moralista “sociedad judeocristiana”.

Pisier fue una activista feminista de extrema izquierda que falleció en 2017. Después de una relación amorosa con el líder cubano Fidel Castro en la década de 1960, se casó con Bernard Kouchner a quien había conocido en la Cuba comunista. Tuvo tres hijos fuera de esa unión, incluyendo Camille y “Víctor” que nacieron en 1975. Pisier se divorció de Kouchner en 1981 y pronto se volvió a casar con Olivier Duhamel, un politólogo y miembro distinguido de la nomenklatura del Partido Socialista Francés.5

Sin embargo, Bernard Kouchner tiene sus propios antecedentes defendiendo a los acusados de pedofilia. En 1977 fue uno de los firmantes de una declaración publicada en los diarios de izquierda Libération y Le Monde. En su carta abierta, pedían a las autoridades que liberaran a tres hombres que fueron acusados de tener relaciones sexuales con menores de ambos sexos. Aparte de Bernard Kouchner y un segundo futuro ministro del Partido Socialista, Jack Lang, fue firmada, entre otros, por los reconocidos comunistas, escritores y filósofos Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Louis Aragon. Los otros firmantes de la carta abierta publicada por Le Monde y Libération afirmaron que los niños con los que los tres hombres tenían relaciones sexuales no habían sufrido “ninguna violencia”. “Si una niña de 13 años puede tomar la píldora, ¿para qué sirve?”, preguntaban en su carta protestando por el encarcelamiento preventivo de los tres pedófilos “por besos y caricias”. De hecho, los tres hombres fueron finalmente condenados por actos de masturbación, felación y sodomía con niños de 12 y 13 años.

El libro de Camille Kouchner llega un año después del libro de Vanessa Springora sobre la relación pedófila que mantuvo con el escritor Gabriel Matzneff cuando ella tenía 14 años y él tenía 49. Durante décadas, Matzneff describió sus relaciones sexuales con menores sin ser condenado por la élite francesa que, hasta hace muy poco, parecía prestar poca consideración a los crímenes pedófilos cometidos fuera de la Iglesia Católica. Peor aún, la pedofilia conocida de las celebridades de la izquierda fue simplemente ignorada, como en el caso de Frédéric Mitterrand, un exministro socialista y sobrino del difunto presidente Francois Mitterrand que escribió sobre las relaciones sexuales pagadas que tuvo con “chicos” en Tailandia, según sus propios escritos publicados en 2005. Lo mismo ocurre con Pierre Bergé (fallecido en 2017) que, como propietario de Le Monde, peleó duro por el “matrimonio gay” en Francia en la década de 2010, así como por la legalización del uso de los servicios de madres de alquiler por parte de hombres gay. En un libro publicado en 2017, un examante de Bergé, Fabrice Thomas, lo acusó a él y a su pareja y diseñador de moda Yves Saint-Laurent, de haber organizado orgías con niños menores de edad en su villa marroquí en Marrakech entre 1984 y 1992.

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La pedofilia ya no está de moda entre la izquierda francesa y tampoco entre los activistas gay, pero los escándalos del pasado están saliendo poco a poco y ahora provocan condenas unánimes. Sin embargo, en las décadas de 1970 y 1980, la izquierda francesa y parte del lobby gay vieron las relaciones con niños, sin limitación de edad alguna, como algo natural e incluso deseable después de la revolución sexual de 1968.

El exeurodiputado verde Daniel Cohn-Bendit, un binacional francés y alemán que estuvo a la vanguardia de los ataques en el Parlamento Europeo contra el primer ministro conservador húngaro Viktor Orbán entre 2010 y 2014, describe en un libro autobiográfico publicado en 1975 (Le Grand Bazar), las relaciones sexuales que tuvo con niños pequeños a principios de la década de 1970 mientras trabajaba en un jardín de infancia “autónomo” y “antiautoritario” dirigido por un grupo de extrema izquierda en Fráncfort. Cohn-Bendit también se jactó de sus experiencias pedófilas varias veces en programas de televisión, y esto no generó ninguna indignación de los presentadores de televisión en ese momento. Este fue el caso, por ejemplo, durante el programa literario Apóstrofes Francesas dirigido por el presentador Bernard Pivot el 23 de abril de 1982 (Daniel Cohn-Bendit – gloria.tv subtitulado en inglés).

Autor

Álvaro Peñas