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Hungría ha gastado 590 billones de florines (1,64 billones de euros) en la protección de las fronteras. Un gasto con cargo al presupuesto nacional húngaro de las que también son las fronteras de la Unión Europea y con el que, hasta ahora, la Comisión Europea no ha querido contribuir. Por esta razón, y ante la nueva crisis migratoria, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha enviado esta carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Una nueva crisis migratoria se está desarrollando a las puertas de la Unión Europea. Como bien sabe, los usos híbridos de la migración proveniente de Bielorrusia, así como la desastrosa evacuación de las fuerzas de seguridad de Afganistán pueden provocar una crisis aún más grave que la que presenciamos en 2015. Creo que la única razón detrás de la frágil estabilidad que tenemos actualmente en la UE está en el hecho de que Hungría, junto con otros Estados miembros, protege con éxito las fronteras exteriores de nuestra Unión. Hasta el día de hoy, solo Hungría ha gastado hasta ahora más de 590 billones de florines de su presupuesto nacional en protección de fronteras. Fuimos de los primeros países en construir una valla fronteriza física, lo que ha demostrado en los últimos años que puede salvaguardar la seguridad de los ciudadanos de la UE y de la Unión Europea en su conjunto.

Con el tiempo, las medidas de protección de las fronteras húngaras se han vuelto ejemplares. Para 2021, podemos ver que, además de Hungría, se construyeron o se están construyendo barreras fronterizas físicas en Grecia, España, Bulgaria, Eslovenia, Estonia, Lituania, Letonia y Polonia. La reciente situación migratoria también ha demostrado que las barreras físicas no solo son uno de los tipos más efectivos de herramientas de protección fronteriza, sino que en algunas situaciones también son esenciales para combatir ataques híbridos. Todo esto justifica los argumentos y las demandas de financiación que Hungría viene planteando desde hace tiempo.

Como se ha articulado en la carta conjunta del 7 de octubre firmada por los ministros de interior de Austria, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Grecia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia y República Eslovaca: ‘La barrera física parece ser una medida eficaz de protección de fronteras que sirve a los intereses de toda la UE, no solo a los Estados miembros de primera llegada. Esta medida legítima debería financiarse adicional y adecuadamente con cargo al presupuesto de la UE con carácter prioritario’. También he subrayado esto en mi declaración en la última reunión del Consejo Europeo.

Por tanto, es hora de que la Comisión haga lo que debería haber hecho hace años y reconozca que la protección de las fronteras exteriores es una manifestación indiscutible de la solidaridad europea y que los esfuerzos de los Estados miembros en este contexto merecen reconocimiento y apoyo.

No se pueden ignorar los importantes recursos materiales, humanos y financieros que Hungría ha invertido en la protección de la seguridad interior de la Unión Europea durante los últimos seis años. Por tanto, pido una vez más a la Comisión que reembolse los costes de las medidas de protección de las fronteras húngaras, cuya financiación se denegó debido a la interpretación y aplicación incorrectas de las normas pertinentes por parte de la Comisión.

Teniendo en cuenta la situación actual, especialmente la toma de poder de los talibanes en Afganistán y las continuas amenazas híbridas en las fronteras de Lituania, Letonia y Polonia con Bielorrusia, no vemos indicios de que la presión migratoria disminuya en un futuro próximo. En realidad, todo lo contrario es inminente y debemos esperar otra crisis migratoria significativa. Europa debe proteger sus fronteras exteriores y el tiempo ha demostrado que la única solución eficaz son las barreras físicas para proteger a los ciudadanos europeos contra la llegada masiva de inmigrantes ilegales.

Cuando recordamos la necesidad de preservar la unidad de la Unión Europea en situaciones de crisis, también reconocemos la responsabilidad común que conecta a los Estados miembros. En nuestras conclusiones recientes, pedimos a la Comisión Europea que proponga los cambios necesarios en el marco legal de la UE que también aliviarían la carga de quienes se encuentran en nuestras fronteras exteriores, incluida Hungría. Estos cambios deben llevarse a cabo además de financiar los costos pasados ​​y presentes de las barreras fronterizas físicas.

Hungría ha decidido asumir la plena responsabilidad de frenar la migración ilegal a lo largo de la sección de la frontera exterior sur de la Unión Europea. Ahora, es responsabilidad de la UE contribuir de manera justa a nuestros esfuerzos y gastos.

 

Autor

Álvaro Peñas