Pilar Primo de Rivera: Recuerdos de una vida – La Falange, la Sección Femenina, la Guerra Civil - Parte II. Por Carlos Andres

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Esta es la segunda parte del repaso al libro Pilar Primo de Rivera: Recuerdos de una vida. La primera parte está aquí.

Capítulo IV. Fundación de la Falange

Pilar se refiere al intento de publicación de la revista El fascio, pero advirtiendo que Jose Antonio se desmarcó del fascismo:

Bien claras están sus manifestaciones en este sentido y su negativa asistir al congreso internacional fascistas de Montreux, a pesar de la admiración que sentía por Mussolini.

Sin embargo he leído que participó, aunque renunció a unirse a la “Internacional fascista”. Pilar se refiere después al periódico FE, a la muerte de Matías Montero y a la violencia que se desencadena contra su distribución. Se reproducen las palabras de la réplica de José Antonio a Prieto -el gordo voceras- en el Parlamento el 3 de julio de 1934:

Yo le aseguro señor Prieto -dice José Antonio- que no es eso. Lo que pasa es que todos los que nos hemos asomado al mundo después de las catástrofes como la de la gran Guerra Mundial y como la crisis, y después de acontecimientos como el de la Dictadura y el de la República española sentimos que hay latente en España, y que reclama cada día más insistentemente que se la saque la luz -y eso lo sostuve aquí la otra noche- una revolución que tiene dos venas: la vena de una justicia social profunda que no hay más remedio que implantar, y la vena de un sentido tradicional, de un tuétano tradicional español que tal vez no reside donde piensan muchos y que es necesario, a toda costa, rejuvenecer.

Como ve el señor Prieto esto no es una actitud sentimental ni es una actitud violenta. Yo no pensé ni por un instante que estas cosas se tuvieran que mantener por la violencia, y la prueba es que mis primeras actuaciones fueron completamente pacíficas; empecé a editar un periódico y empecé a hablar en unos cuantos mítines. Y con la salida del periódico y con la celebración de los mítines se hicieron contra nosotros agresiones, cada vez más cruentas y por manos movidas seguramente con intención no tan limpia como la de mis amigos, tal vez movidos después ha represalias. Pero estas represalias vinieron mucho después; tanto después que muchas personas que nos suponían a nosotros venidos al mundo para jugarnos la vida en defensa de su propia tranquilidad -incluso en periódicos conservadores nos afeaban que no nos entregásemos más al asesinato- imaginaban que nos estábamos jugando nuestra vida y las vidas de nuestros camaradas jóvenes para que a ellos no se les alterará su reposo. Esto es tan importante, señor Prieto, que yo le digo, yo no me hubiese dedicado para nada, no a usar de la violencia, sino ni siquiera a disculpar la violencia, si la violencia no hubiese venido a buscarnos a nosotros.

Pues muy bien dicho.

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Capítulo V. Fundación de la Sección Femenina

Se crea para ocuparse de los camaradas presos, atender y acompañar a sus familias y a las familias de los caídos, que iban siendo muchos, a recoger dinero para ayudarles y también para ocuparse de la propaganda

En 1935 empezamos a pensar en organizar las provincias, y así Dora y yo, con un kilométrico de segunda clase y 500 pesetas por todo el capitán en el bolsillo hicimos un primer recorrido por Huesca, Zaragoza, Pamplona, Bilbao, Santander, Asturias, León, Orense, La Coruña, Santiago, Vigo… Palencia, Valladolid, Zamora y Salamanca.

Una anécdota:

La CEDA había instalado una puerta del Sol, encima de la confitería La Mallorquina, un enorme cartel con la efigie de Gil Robles señalando hacia abajo, ante una inmensa multitud, con la frase parodiando al cardenal Cisneros de “Estos son mis poderes”. lo que hacía decir a los falangistas que sus poderes eran solamente los pasteles de La Mallorquina.

En casa ese año tuvimos cientos de registros que tía Má aguantaba con todo estoicismo, sentada leyendo un periódico para disimular… Más adelante, en uno de estos registros, el 27 de abril de 1936, según dijo la policía, habían aparecido en casa dos pistolas, pistolas que ninguno habíamos visto en nuestra vida…

Los chíviris del PSOE ponen a Pilar en el punto de mira, como represalia por la muerte de Juanita Rico, la roja meona que orinó sobre el cadáver de Juan Cuéllar a quien los chíviris habían torturado a muerte hasta dejarlo irreconocible.

José Antonio es trasladado a Alicante; unas semanas después se produce el alzamiento.

Capítulo VI. El 18 de julio

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Había, sin embargo, entre nosotros un gran optimismo, en la certeza de que todo terminaría rápidamente y que Franco entraría en Madrid como Santiago, en un caballo blanco, el 25 de julio, que era su fiesta…

… pasó Santiago y Madrid no se rendía. Entonces comprendimos que la cosa no debía ser tan fácil, pero, en fin, pensábamos, sería la Virgen de Agosto la que nos traía el día feliz. Más llegó la Virgen y pasó la Virgen y los rojos continuaban en Madrid…

Organizan el Auxilio Azul, cuyos cimientos fueron puestos por María Paz Unciti, quien sería asesinada después. Pero la labor continua. El asesinato de falangistas es continuo. Se refiere al de su hermano Fernando en la cárcel Modelo.

Logra salir de Madrid tras refugiarse en la embajada argentina. En Alicante, sin poder ver a su hermano, embarca en un barco de guerra alemán, que las deja en Sevilla.

Siguen una serie de fotos, en su mayoría de la Falange durante tiempos heróocos de la República. De ella se ha tomado la que encabeza el artículo.