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Un tercio de los denominados generación «Z» (nacidos entre 1994-2005), en los EEUU, está de acuerdo en que los supervisen dentro de sus propios domicilios (1).
Según una encuesta del Instituto CATO, el 29% de los estadounidenses de entre 18 y 29 años está a favor de que el gobierno instale cámaras en los hogares (en todos). La excusa sería para frenar la delincuencia y los abusos que ocurren o pudieran ocasionarse en sus casas.
Los jóvenes estadounidenses están el doble de dispuestos que el resto de la población en cuanto a apoyar la idea de ser controlados continuamente cuáles esclavos del gran hermano.
Y es que se sienten inseguros hasta cuando mean, ya que no saben si deben hacerlo sentados o de pie. Es la generación «Z». Zeta de zopencos, de zoquetes, de zafios, de zaborrosos, de zampabollos, de zamujos, de zainos y de zamacucos.
Aquí ellos, los «IGen» o Post-millenials haciendo de las suyas:
La encuesta del Instituto libertario CATO demostró que los pipiolos estadounidenses menores de 30 años apoyan que el gobierno instale cámaras en hogares privados con el propósito de detener el crimen y el abuso. La encuesta llega días después de los informes de que Amazon pagará más de $30 millones en acuerdos a la Comisión Federal de Comercio por violaciones a la privacidad, incluida la revelación de que los dispositivos de cámara «Ring» se estaban utilizando para espiar ilegalmente a personas en sus hogares.
En la encuesta se preguntaba a los encuestados:
«¿Estaría a favor o en contra de que el gobierno instalara cámaras de vigilancia en todos los hogares para reducir la violencia doméstica, los malos tratos y otras actividades ilegales?»
Únicamente el 14% de los estadounidenses se declaró a favor, de los cuales solamente el 6% se mostró totalmente a favor; tres cuartas partes de los estadounidenses se opusieron a la idea, de los cuales el 68% se mostró totalmente en contra.
Sin embargo, los jóvencitos pensaban de manera diferente. Casi un 30% no veía ningún impedimento ni problema, sino que les parecía una idea chulísima que una cámara supervisara su irremediable gilipollez 24 h. Según estos nenes, eso los hacía sentir mejor, ya que así tendrían a alguien como perenne espectador de sus monerías, alguien con quien confesar sus más intimas fantasías y alguien con quien exhibirse, según la encuesta.
Con que pusieras un conejito con una banderita de colorines cubriendo la cámara, ya eran felices.
Casi 3 de cada 10 personas del grupo de edad de 18 a 29 años, el 29%, dijeron que apoyaban la idea (progres mongólicos), incluido el 14% que estaba totalmente a favor (supermongólicos progres premium). Sin embargo, más de la mitad del grupo de edad, el 53%, se oponía, incluido el 44% que se oponía rotundamente.
El apoyo a la idea disminuye a medida que aumenta la edad de los encuestados: el 20% de los encuestados de entre 30 y 44 años apoyan la instalación de cámaras en los hogares; solamente el 6% de los encuestados de entre 45 y 54 años y de 55 a 64 años la apoyan; únicamente el 5% de los mayores de 65 años están a favor.
De las cifras podemos apreciar que cuanto más jóvenes son, menos entienden nada y más son fácilmente manipulables, volubles, y porculizables por el poder.
¿Tendrá algo que ver que casi un 20% de la generación Z se autoperciba como maricón, lesbiana, bisexual, trans o alguna de las otras letras del alfabeto analcoiris? (2)
Aquí una especie de respuesta por uno de ellos:
El ex informante de la NSA Edward Snowden advirtió en junio de que el Gobierno puede utilizar -y utilizará- las nuevas tecnologías para espiar a los estadounidenses (y a todo el mundo). «Si pensamos en lo que vimos en 2013 y en las capacidades – tecnológicas – de los gobiernos actuales, 2013 es más inocente que «el tubo dela risa», dijo Snowden a The Guardian (3).
Tan solo les falta poner cámaras y micrófonos en tu casa que junto con las que ya llevas 24h en tu celular, ya se habrá cumplido el acertadísimo vaticinio de Orwell.
De ahí a que Alexa, Siri, Bixbi, Cortana o cualquiera de estos asistentes virtuales te den instrucciones directas o veladas, no hay ni medio paso.
Y es que te la quieren meter doblada, por todas partes y a todas horas.
Si además de Facebook y WhatsApp, te descargas la nueva aplicación de Meta, «Threats», pues ya sabrán hasta a qué hora vas a ca#ar con mayor certeza que tú mismo.
En cuestión de días, la nueva aplicación «Threads» de Meta ha alcanzado los 100 millones de usuarios, lo que consolida a la competencia de Twitter como la aplicación más descargada de la historia. «Threats», por cierto, quiere decir «amenazas». Ignoro si están llamando amenazas a todos los que lo emplean o si es mediante esta aplicación por donde llegaran.
No sé porque me da que todos los que se descargaron esta aplicación son los mongólicos wokes de la generación zeta, que además de recontrapunzados (en más de un sentido) aún estarán llevando el bozal hasta las cejas orgullosamente y por precaución.
De cualquier manera ya sabemos quienes son su principal aliados en esta guerra espiritual y no son más que los bobalicones e incautos jovencitos que viven en su mundo Disney multicolor analcoiris felices con sus TikToks.
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