23/11/2024 11:00
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Entrevistamos a D. Víctor Viciedo, agricultor en Villarreal (Castellón) y Presidente de A.L.I.V. (Asociación de Labradores Independientes Valencianos).

–Todo el sector primario español está en franco declive: no es rentable, envejece a paso acelerado y, lo que es peor, no dispone de relevo generacional. ¿Qué está ocurriendo para que un sector estratégico tan vital para la conservación de nuestra soberanía alimentaria… esté muriendo en silencio? ¿Cuáles son los problemas? ¿Y desde dónde vienen éstos?

–Desgraciadamente en España, por falta de rentabilidad, los agricultores abandonan sus tierras, los ganaderos sus explotaciones ganaderas y los armadores sus barcos de pesca. Las estadísticas oficiales corroboran el envejecimiento de la población agraria nacional, con una media de edad de 61,4 años, que lidera mi Comunidad Autónoma con 64,4 años, y una falta de relevo generacional muy preocupante, ya que tan solo el 3,8% tiene menos de 35 años.

Estos datos del propio Ministerio de Agricultura debieran de encender todas las alarmas; en cambio, las políticas que se están siguiendo desde el Ministerio son de “más globalismo” apostando por la ratificación del acuerdo comercial con MERCOSUR (Mercado Común del Sur), y más restricciones de falso medio-ambientalismo, como: la prohibición de fitosanitarios, la reducción de fertilización por ley, o la nueva PAC de los eco-regímenes, condicionando el cobro de parte de la PAC a la imposición de unas prácticas agrarias, que según ellos son más sostenibles medioambientalmente, pero no solo no lo son, sino que encima son menos sostenibles económicamente para el agricultor, que en muchos casos prefiere no cobrar esa parte de las ayudas.

Los problemas más graves, los que de verdad arruinan el sector llegan desde la Unión Europea, sin quitar por ello responsabilidad a nuestros gobiernos, ya que en el Consejo de Europa se vota con mayorías cualificadas o incluso en algunos temas de mayor relevancia por unanimidad; y nuestros gobiernos, en lugar de bloquear lo que nos perjudica, están votando en contra de los intereses del campo español, y en favor de grandes multinacionales y de lobbies ecologistas.

Centrando el tiro, dos son los cánceres que llegan desde Europa y que están asesinando al sector primario español: primero, los Acuerdos comerciales internacionales de libre comercio (ALC), que firma la UE con países en donde se produce con salarios y costes de producción muy bajos, como Egipto, Marruecos, Sudáfrica… y que nos producen sobreofertas de los mismos productos que nosotros producimos aquí, haciendo que los precios en el campo caigan por debajo de los costes de producción; y segundo, las restricciones a la agricultura europea de corte medioambientalista, derivados de la Estrategia «De la Granja a la Mesa» de la UE, y de los que no se exige reciprocidad a lo que llega importado desde otros países extracomunitarios, quitándonos competitividad y acelerando nuestra caída.

–Sin embargo, según esos acuerdos «cocinados» en las parrillas de la UE, se decía que se priorizaría al agricultor europeo frente a otros foráneos mediante políticas de reciprocidad, pero esto no se está cumpliendo.

 

–En la Conferencia de Stresa (1958), un año después de la firma del Tratado de Roma –tratado fundacional del Mercado Común Europeo (hoy UE)–, se redactaron los Principios sobre los que se edificaba la Unión: un “Mercado único” (el Club); “Solidaridad financiera” (la aportación económica de los socios al club); y “Preferencia comunitaria” (los servicios que proporciona el Club a los socios, en este caso tener preferencia a vender nuestros productos en el Club).

Los principios son los pilares sobre los que se construye toda la legislación. La Preferencia comunitaria no se ha derogado, porque un principio (pilar básico sobre el que se sustenta el edificio de la UE), no se puede derogar, ya que si se deroga se caería el edificio.

España se adhiere a la UE en 1985 con la firma del Tratado de Madrid, con la pretensión de que se nos abra este gran mercado, para vender nuestros productos en él sin cargas arancelarias.

El despiadado globalismo de la era actual, y la presión de poderosos lobbies que representan a grandes corporaciones agroalimentarias y fondos de inversión, interesados en el comercio internacional y en producir en países esclavos, en donde no se respetan los derechos humanos, ni el medio ambiente, han hecho que se viole de forma sistemática este principio de preferencia comunitaria, por lo que en realidad nos hemos cargado Europa, y de sus despojos se alimentan estas bestias globalistas. La Unión Europea ya no existe, los intereses globalistas la han convertido en un campo de concentración para sus ciudadanos.

 

–¿Por qué el sector primario español no es tan reivindicativo como el holandés o el francés?

 

–Por la connivencia de sus sindicatos agrarios y cofradías de pescadores con la Administración, debido a las subvenciones que les llueven desde las distintas administraciones, sobre todo aquellas que les llegan en forma de convenios con la Administración para realizar trabajos innecesarios o sobrevalorados.

Las organizaciones agrarias se han convertido en pesadas maquinarias de gasto. Con las cuotas de sus asociados no pueden  mantener los salarios de sus empleados y alquileres de locales para sedes sociales en muchas ciudades, por lo que necesitan de esas ayudas de la Administración. Al perder credibilidad pierden la confianza del agricultor y por tanto socios, y cada vez son más dependientes de las ayudas que reciben de la Administración. Por ello, hace mucho tiempo que las organizaciones agrarias tan solo simulan una defensa del agricultor para engañarle, y en lugar de señalar a los verdaderos problemas y exigir cambios de políticas, se dedican a manifestarse con eslóganes vacíos, que tan solo son deseos y humo: “Por unos precios justos”, “Por la dignidad del agricultor”, “En defensa de la agricultura”… O solicitan que funcione la “Ley de la cadena alimentaria” (aprobada en 2021), una ley que ni funciona ni puede funcionar, pero que pidiéndola es como si dijeran que el Gobierno lo ha hecho bien “prohibiendo la venta a pérdidas” por ley, y en cambio, los que lo hacen mal son otros que incumplen la ley, pero sin embargo, ¡qué extraño!, no reciben sanciones. Pero en realidad, estas organizaciones agrarias no piden solución a los dos cánceres que expliqué en la pregunta anterior.

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De alguna forma en España, todo está comprado con subvenciones y convenios con las diversas administraciones regadas con grandes sumas de dinero por no hacer nada; todo está atado y bien atado.

–¿Existe un plan de desmantelamiento del mundo rural en España?

 

–Si no lo hay, lo parece. Pero no solo en España, lo que se quiere es terminar con el sector primario en toda Europa:

1º: Expropiaciones encubiertas de tierras cultivables debidas a la declaración de zonas protegidas (LIC o ZEPA) basada en el Plan Natura 2000 de la UE, por la que se ponen límites al cultivo de las tierras en esas zonas. Esas tierras que siempre habían sido de cultivo, ahora se abandonan, perdiendo todo su valor económico.

2º: En esas zonas protegidas no permiten la explotación humana de los bosques, por lo que reducen las actividades del mundo rural y aumentan los incendios inapagables. El mundo rural ha explotado los recursos del campo y de los bosques, desde siempre, siendo un gestor gratuito del mantenimiento de los mismos. Pero ahora la administración, con la excusa de “proteger” esas zonas protegidas, veta cualquier actividad humana en los bosques, la maleza no se limpia y, unido a las tierras de cultivo abandonadas del punto anterior (que cuando estaban cultivadas hacían la función de cortafuegos) convierten al bosque en una maleza seca interminable, convirtiendo los bosques en teas inapagables. Una vez calcinado todo, la única opción es marcharse de los pueblos.

3º: Pretenden reducir la tierra de regadío en España, con la excusa del “cambio climático”, la sequía, soltando agua de los pantanos y la destrucción de presas. Por Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea hasta 2030 y el Plan Director del Ciclo Integral de Agua, el Ministerio de Transición Ecológica ha redactado la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (ENRR), por la que el agua, en nombre de la biodiversidad de nuestros ríos, debe de fluir hacía el mar. Basados en esta Estrategia sueltan agua de los embalses en plena sequía, y cuando terminan las concesiones de explotación de una presa, en lugar de renovarla o volverla a licitar, obligan a que la empresa que había tenido la concesión elimine el obstáculo del río, por lo que las tierras que se regaban de la presa desaparecen como zona de cultivo. De las 226 presas derribadas en la UE en 2021, España figura a la cabeza con 108 presas. El país más agrícola y más seco, el que más agua necesita, está a la cabeza de este triste listado.

4º: Se firman acuerdos comerciales internacionales con países desfavorecidos, violando el Principio básico de la PAC de la Preferencia comunitaria, creando una competencia desleal y unas sobreofertas que obligan a los agricultores a vender por debajo de costes de producción. Ante la falta de rentabilidad, no hay relevo generacional y el campo y el mundo rural se abandonan. Acuerdos con Egipto, los países sudafricanos, Marruecos o ahora el tratado con MERCOSUR, favorecen a grandes corporaciones agroalimentarias y grandes fondos de inversión mundiales que aprovechan esas ventajas comerciales para producir allí, explotando al trabajador local y arruinando la agricultura europea. ¡Peligro! El hambre en el mundo va a aumentar, ya que en esos países necesitan agricultura de subsistencia, no agricultura de exportación que únicamente favorece a esos poderes económicos.

5º: Las limitaciones al sector primario derivadas de la Estrategia «De la Granja a la Mesa» de la UE, disminuyen la competitividad de la agricultura europea, llevando al abandono y sustitución por esa agricultura de importación, lo que aumenta las emisiones de CO2 al ocasionar que los alimentos lleguen transportados desde largas distancias, y arruinando a la agricultura europea. Por la Estrategia «De la Granja a la Mesa» se pretende reducir en un 50 % los fitosanitarios, en un 25 % la fertilización, convertir en ecológico el 25 % de los cultivos y eliminar los antibióticos para el ganado.

6º: La infravaloración de las tierras de cultivo lleva a que en las mismas se instalen plantas fotovoltaicas o de energía eólica. Donde antes había árboles frutales que se alimentan de CO2, ahora habrá placas de silicio o enormes molinos de viento. ¿Dónde está la sostenibilidad?

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7º: Las leyes animalistas desequilibran la fauna natural en favor de conejos y jabalíes, que son una auténtica plaga para la agricultura, o del lobo, que ataca a la ganadería extensiva que pastorea en los montes.

–Se escucha últimamente la reivindicación del sector agrícola con las siglas «S.O.S. rural». ¿Qué es y qué persiguen estas siglas? 

 

–“S.O.S. Rural” es un Movimiento ciudadano, espejo del movimiento campesino de los Países Bajos, que pretende unir a todas las actividades del mundo rural, para tener la fuerza suficiente para forzar a los partidos políticos a que cambien esas políticas nefastas que se están llevando en contra del mundo rural.

–De ser cierto, y caso de que así lo fuera, ¿por qué grandes subvenciones extraídas de nuestros impuestos (para Bruselas) son destinadas a establecer grandes superficies del orden de millares de hectáreas de regadío en países africanos como Marruecos, Túnez o Egipto? ¿No es esto una trampa perversa o una gran mentira por parte de la Unión Europa contra los agricultores autóctonos?

 

–Increíble pero cierto. Todo nace del Proceso de Barcelona, que fue un proyecto de cooperación regional propuesto por el Gobierno de España y lanzado por la Unión Europea en 1995 en la cumbre euro-mediterránea celebrada en Barcelona. En él se proponían diversas políticas relacionadas con el desarrollo económico de los países africanos de la cuenca mediterránea, la lucha antiterrorista, la promoción de la democracia y los derechos humanos, la creación de un área de libre comercio, los intercambios culturales, etc.

Este proceso culminó con la creación de la Unión por el Mediterráneo (UpM), de la cual derivan un paquete de ayudas económicas para potenciar la agricultura en esos países (y acuerdos comerciales de libre comercio) para que ingresen sus productos en Europa, sin cargas arancelarias. La Unión Europea, por ejemplo, ha financiado el Plan Marruecos Verde con unos 13.000 millones de euros para la transformación de 700.000 hectáreas de cereal en tierras de regadío más rentables. Y ha financiado también el Plan Toshka egipcio, consistente en una obra faraónica para llevar el agua desde la Presa Nasser en el Nilo al desierto de El Alamein, y transformar 600.000 hectáreas de desierto en regadío. Lo mismo está haciendo en el desierto del Sinaí, transformándolo en un mar de plástico (invernaderos) a imitación de Almería y llevado a cabo, encima, por las empresas españolas que construyeron los de Almería.

Es decir, que Europa, con la excusa del “cambio climático”, a la vez que apoya la desertización de España con medidas que llevan al abandono de regadíos, está apoyando económicamente el desarrollo de regadíos en el Norte de África.

–¿Tan grande es el poder de los contubernios ambientalistas como para doblegar la mano de más de 2.500.000 hombres y mujeres de España, y 7.000.000 en Europa?

 

–Sí, es mucha gente sin unión, idiotizada por las nuevas corrientes ideológicas, y seducida por partidos políticos a los que apoyan como hooligans futboleros. Esta población ignorante es fácil de manipular, de modo que, por no ir en contra de las políticas de los partidos a los que votan, prefieren su ruina a la defensa de sus propios intereses.

Obviamente, en el proceso de idiotización, participa el capital de grandes élites económicas que dominan con su dinero los medios de comunicación y la voluntad de nuestros gobernantes.

–¿Qué espera de esa gran manifestación que se llevará a cabo en Madrid el próximo 14 de Mayo? ¿Cree que el sector primario saldrá fortalecido de cara al futuro ante tan ruinoso panorama?

–Esto no es una manifestación más. Estamos hablando del nacimiento de un movimiento ciudadano. Si nace con fuerza hay esperanza de que, condicionados por conseguir el voto, podamos doblegar las políticas de los partidos políticos y caso contrario, el movimiento puede derivar en un partido político en defensa del mundo rural, como ha ocurrido en Países Bajos.

En cualquier caso va a servir para concienciar a la sociedad de que no solo está en juego nuestra ruina, sino también la de unos consumidores que van viendo como la cesta de la compra va en aumento a la vez que vamos siendo sustituidos como garantes de la alimentación de los europeos por esos poderes económicos que cultivan en otros países. Quien domina la alimentación domina a la gente. No podemos dejar la alimentación en manos de poderes económicos extranjeros; el hambre de los ciudadanos españoles está a la vuelta de la esquina.

NOTA BENE: el autor de la entrevista agradece a don José Guerrero, de la Asociación Aragón Siempre Arriba, su colaboración activa y labor mediadora en la realización de esta entrevista.

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REDACCIÓN
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