21/11/2024 22:20
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Naturalmente me refiero al sabotaje que ha inutilizado el gasoducto Nord Stream, que lleva (llevaba) el gas procedente de Rusia a la Unión Europea. La voladura de una infraestructura puede considerarse como terrorismo o como acto de guerra. Difícilmente han podido hacerlo los ucranianos, a los europeos les perjudica gravemente y la hipótesis de que lo haya hecho Rusia no merece siquiera comentario. Por tanto habrá que hablar, bien de un acto de guerra sin declaración de guerra, bien de terrorismo de estado no sólo contra Rusia sino contra toda Europa, por parte de Estados Unidos o del Reino Unido.

Doy por hecho que los responsables son ellos, quienes cortan el bacalao en la OTAN, no los vasallos europeos mal llamados “aliados” como Francia, Alemania, Italia, España y demás. Por lo demás los dirigentes europeos, como todo el mundo, saben perfectamente quién ha sido. Una encuesta rápida entre los alemanes revela que el 94% piensa que han sido los americanos. El 6% restante está ahí porque tiene que haber de todo, supongo; si es por esto, también hay gente que piensa que la Tierra es plana o que la democracia es el gobierno del pueblo.

Este ataque es lo más humillante que ha tenido que soportar Europa en mucho tiempo. Más humillante aún que el caso Echelon que, para quien lo recuerde, era (probablemente sigue siendo) un sistema de espionaje electrónico angloamericano del cual estaban excluidos los europeos porque se usaba también contra ellos, aunque sí participaban otros países angloparlantes. Sólo un ejemplo, pero ilustra cómo las naciones de Europa no son aliadas en la OTAN sino vasallos, como lo eran las naciones de Europa del Este bajo el Pacto de Varsovia.

¿La Unión Europea no se decide a cortar completamente las importaciones de gas ruso? Unos quintales de explosivo bajo el agua y asunto resuelto. Los Estados Unidos siempre han viso con malos ojos el Nord Stream y para convencer a los europeos recalcitrantes han llevado a cabo (por parafrasear una frase famosa) la continuación del comercio de gas por otros medios; lo cual no es en absoluto una novedad en la política exterior americana, que nunca se sabe si persigue intereses políticos o comerciales.

Más humillante aún que el atentado antieuropeo, que perjudicará gravemente no solo a las naciones del norte de Europa sino a todos nosotros, es la actitud de su clase dirigente y en primer lugar la patética burocracia de la UE. Ridículos y penosos, son el equivalente a un perro domesticado que acaba de ser golpeado por el amo y no le queda sino agachar la cabeza. Pues exactamente esto es lo que el amo americano acaba de hacer con Europa: darle un bastonazo al siervo que no ejecuta sus órdenes con la prontitud debida; siervo que no se revuelve sino que casi da las gracias por el bastonazo y se pone farruco contra los enemigos del amo.

Esta es la Unión Europea, una falsa Europa que es enano político y monstruo burocrático; si tuviera un peso y una personalidad, nunca habría aplicado unas sanciones a Rusia que son auto-sanciones porque perjudican casi únicamente a los pueblos de Europa, enfrentan a Europa con Rusia y benefician sólo a Estados Unidos. Como en primer lugar no habría permitido que la OTAN tomara el control de Ucrania y llevara a cabo una política de provocaciones a Rusia, cuyo objeto desde el principio era conducir a la guerra.

Pero cabe una nota optimista: este ataque terrorista contra Europa bien puede haber sido un error, una acción mal medida, equivalente antes o después a dispararse un tiro en el pie. Los europeos saben perfectamente quién ha volado los gasoductos, por mucha propaganda que reciban de las maquinarias de la mentira. Empezarán a preguntarse si vale la pena todo esto, si están dispuestos a tolerar la traición histórica de unas clases dirigentes que sacrifican a los europeos (pero naturalmente nunca a sí mismas) por puro servilismo hacia el amo americano.

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Hungría está ya en abierta rebelión, en otros países hay señales de que las cosas pueden cambiar; ahora mismo parecerá un brindis al sol, pero nuestra esperanza (pesadilla para la actual antiélite al poder) es que un vendaval de orgullo nacionalista europeo haga una limpieza general, una higienes profunda, un barrido de las clases dirigentes para traer otras que representen los verdaderos intereses de los pueblos de Europa.

Con todas sus implicaciones geopolíticas: como la liberación de Europa del Este del control soviético fue una y la misma cosa que la disolución del Pacto de Varsovia, la liberación de Europa será una sola cosa con el fin de la OTAN.

La actual, profunda humillación de Europa debe volverse del revés, convertirse en el principio de una reacción por parte de los europeos, dar lugar a una inversión que se resuelva en la humillación geopolítica de la OTAN en la actual guerra de Ucrania. Ésta es la condición necesaria para la liberación de Europa y por tanto también de España.

Autor

REDACCIÓN