03/05/2024 13:11
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Veo a la clase política preocupada, muy preocupada, por las cosas del comer.
No se dejen engañar por las apariencias. Lo están verdaderamente. Por eso dos regiones o tres están ahí, «en el candelabro» deshojando la marihuana – digo la margarita – a ver si forman gobierno o no.
Cuando oímos sus razones y vemos las primeras decisiones tomadas es cuando de veras comprendemos que, efectivamente, están preocupados con las cosas del comer.
¿De qué otra manera podría explicarse que las líneas rojas que unos a otros se fijan están relacionadas con la ideología de género, las leyes trans, el feminismo, el cumplimiento estricto de la agenda 2030, el clima climático y la memoria democrática?
Que la cesta de la compra haya subido un 12% según los más optimistas; que los niveles de gasto hayan recuperado los niveles prepandemia pero no así los niveles de consumo, lo que certifica que gastamos mucho más en comprar menos no tiene el nivel de importancia de, pongamos por ejemplo, «Cristina», el mujer que se afeita solo cuando se «arregla» y al que molesta que le llamen caballero, como si no quedara bien obvia su femenina falda. Minucias me atrevo a decir comparado con el ejemplarizante castigo de pérdida de empleo merecidísimo, por cierto, de la tránsfoba cajera.
Que los trenes no entren por los túneles, que el desarrollo de una región con abandono de siglos, dependa de un tren de alta velocidad que jamás llega y que la única AVE que se ocupa de eso sea una paloma mensajera, no merece la menor reflexión, pues lo gordo, gordo, es la Justicia Climática. Si señor, ¡¡con dos cojones!!
No mata el hambre, no mata el desarrollo deficiente de las regiones, no mata la precariedad ni el «repentinismo» post vacunacion.
No señor. Matan las olas de calor. Sí, sí, como lo oyen. 4700 personas. 5 semanas más de verano, doble número de olas de calor que antaño. Lo ha dicho la lideresa del fotomontaje romántico con la Olona y, lo que es peor, ha dicho que será el centro de su campaña. Lo más importante.
Dice más. Dice el comunismo rosa pimpinela, por boca de la que es a la sazón actual vicepresidente del gobierno, que «lo importante es la vida de la gente».
Digo yo que de la gente que sobreviva al hambre, a la vacuna, a las diversas pandemias, al aborto, a la eutanasia, al desemleo que Europa le señala como de dos millones de personas más que las que nos regala con sus florales juegos de palabras, y que la simultáneamente ministro de trabajo, denomina «fijos discontinuos».
Dice que como lo importante es la gente y las olas de calor, va a prohibir trabajar en interiores y exteriores cuando estemos en alertas naranjas y rojas. En Andalucía todavía están flipando. Y los bomberos, y los trabajadores de los altos hornos (desempleados, desde hace decadas, cuando destruímos nuestra industria, pero flipando) y los panaderos y ….
Y dice – no se lo pierdan – que tiene un plan de choque para todo esto: básicamente poner aire acondicionado en colegios y residencias de mayores.
Sí, lo se. No se lo creen. Pero se lo juro por Snoopy.
Eso sí a 26 grados de temperatura porque la emergencia climática obliga a ser cautos con esto. Al fin y al cabo la emergencia climática «va por barrios».
Bueno, el precio de la energía también debe influir pero eso son detalles menores y cosas de fascistas.
Pero no es la única que está preocupada con todo esto de las cosas del comer.
No me refiero a la destrucción de lo poquito que nos queda de campo, que ahora se va a ver aderezado por nuevas restricciones europeas – climáticas y biológicas, por supuesto – o a los problemas de la comarca de los frutos rojos en Huelva, o la pérdida total de la cereza en el Jerte, o los contratos establecidos con países extracomunitarios por parte de nuestros socios europeos para importar frutas, legumbres y otros productos que compiten directamente con los nuestros.
O a la subvención desde el BOE de arrancar cultivos y matar ganado.
No, no va de eso.
Eso que algunos llamaríamos cuestiones de justicia social – equivocadamente porque según nos explica la protagonista de esta nueva versión de «la vie en Rouse» no hay más justicia social que la justicia climática – no es lo que preocupa a la casta política salida del último festín electoral, respecto a las cosas del comer.
Ya les iré contando ya, pero las preocupaciones van más por los asuntos locales. A nivel de ayuntamientos, y eso.
¿Que en qué se nota? !Pues hombre, está claro! en que los nuevos alcaldes del PP y de Vox, por ejemplo, por separado o en coalición, han tardado menos de una semana en subirse los sueldos! ¿están o no preocupados por las cosas del comer…. ellos?….
Ya les conté ayer que esto no consiste en cambiar a unos por otros: Ni rojos fucsia ni azules pistacho. Ni lo que quiera que sean Sánchez y Feijó, si es que se saben distinguir ellos mismos.
Esto va de voces nuevas. De aire fresco, de gentes a los que el sistema persigue, y aun así, ahí seguimos. De tercera posicion. Créanme

Autor

Martín Sáenz de Ynestrillas
Martín Sáenz de Ynestrillas
Empresario. Falangista y comunicador.

Dirigió los programas radiofónicos digitales "La Gran Esperanza, La voz de La Falange" y el espacio Somos Libro, en Radio Ya y ha sido analista político en diversos medios (Cadena Ibérica, Radio Ya, Decisión Radio, Informa Radio). Actualmente participa los lunes en las tertulias "En la boca del Lobo", de Javier García Isac (Informa Radio) y colabora con frecuencia en "La hora del Café" de Jesús Muñoz, "La Burbuja" de Josué Cárdenas (Periodista Digital) y Sin Novedad en El Alcázar" de Eduardo García Serrano (Decisión Radio), amen de otras colaboraciones puntuales en otros programas y medios.

Católico en la Fe, falangista, en lo ético - lo que le ha llevado a participar en diversas listas electorales- y madridista en lo trivial.
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Geppetto

España es un desastre porque los españoles son un desastre sin paliativos.
Los políticos, esos jetas de cemento armado van a lo suyo sin importarles un rábano la realidad cotidiana y como los españoles ni se la recuerdan, pues alee…a decir y hacer el gilipollas.
Una región como la extremeña, con territorio grande y feraz, con riquezas a destajo, con ganadería y agricultura y con posibilidades de ser una de las mas rica de España esta a la cola de todo gracias al socialismo y así y con todo siguen votando socialista.
Por los visto les importa un pimiento que el gobierno regional destruya presas y pantanos, arruine cosechas y ganados, tumbe las carreteras interiores hasta hacerlas caminos de herradura, les niegue tener un tren en condiciones que los trasporte razonablemente bien o se cargue el mundo de la caza del que viven miles de familias, todo eso a los extremeños les da igual, votan socialismo aunque coman mierda y si no votan socialismo votan PP que es lo mismo.
Y por fin llega VOX y hace un pan como unas tortas, lía la mundial al exigir dos consejerías del nuevo gobierno del PP y la Presidencia de la Cámara autonómica, para finalmente quedarse con una consejería creada expresamente para ellos con la que van a administrar los tomillos,las jaras y los animalitos del campo.
Montan los de VOX la mundial y de pronto se pliegan a los del PP y paren un ratón,eso si, proclaman ufanos que de esta forma echan a Sanchez…para poner en su lugar a una cateta podemita llena de estupidez feminazi.
Pues no se que pensaran sus votantes, pero si expresan los mismo que en foros y Web proclaman de seguir asi los listos de VOX, de seguir haciendo el canelo como en Extremadura y Baleares, se quedan sin votos.

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