Bendala
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En el más que indigno homenaje que la Guardia Civil ha dedicado al que fuera todo un canalla, el extinto Col. (que no General) Antonio Escobar Huerta, fusilado en Barcelona en 1940 tras el oportuno y legal consejo de guerra conforme a la legislación republicana entonces todavía en vigor, estuvo presente e incluso tomó la palabra el Col. de la GC Jesús Núñez Calvo quien va de reputado historiador, tiene publicados varios libros, numerosos artículos y ha recibido no se sabe cuántos premios y distinciones por dicha labor historiográfica, es decir, que en asuntos de historia y más en concreto de la Guardia Civil, así como de nuestra contienda 1936-39, no es un ignorante, ni un ingenuo, por lo que no se le puede otorgar el beneficio de la duda, sino todo lo contrario.
Pues bien, el citado Coronel no sólo estuvo presente en el homenaje, saludó muy tieso a los restos de Escobar y cantó en su honor el himno de la GC, sino que también tomó la palabra alabando las supuestas virtudes del difunto, por todo lo cual no podemos por menos que concluir que o el Col. Núñez es un hipócrita redomado, o un cobarde desorejado, o sufre de fajinitis aguda, o todo a la vez, además de un mentiroso compulsivo; esto último seguro.
Y todo ello porque Núñez no puede ignorar que, en realidad, Escobar fue un perfecto canalla que deshonró a la GC, traicionó su juramento a la ley y el orden y a España y, además, fue cómplice por activa y pasiva de los crímenes que bajo su autoridad se cometieron, cuando menos, en Cataluña, y todo porque el Col. Antonio Escobar:
- Estuvo de manera artera esperando a ver cómo se desenvolvía la sublevación para decantarse por un lado o por el otro.
- Cuando estuvo seguro, desbarató la resistencia de los últimos sublevados que permanecían refugiados en el Convento de Carmelitas de la Diagonal de Barcelona, los cuales depusieron su actitud sólo tras obtener la palabra de Escobar de que garantizaba su seguridad.
- Incumplió Escobar no sólo su promesa, sino que fue más allá y apartó a los guardias entregando a los sublevados a las turbas frentepopulistas que lincharon de manera horrorosa a muchos de ellos, llegando incluso a cortarles las cabezas, a alguno con sierras y aún vivos, paseándolas pinchadas en bayonetas, y al Cte. Antonio Rebolledo, herido grave, lo metieron en la jaula de los leones del Parque Zoológico de la Ciudadela donde fue pasto de las fieras.
- Se puso a las órdenes de Companys con un recio “A sus órdenes, señor presidente”, a pesar de que para entonces ya éste declaraba la independencia de Cataluña vulnerando la legalidad republicana.
- También a las de los líderes del Frente Popular que, sin freno, ocuparon ilegalmente todos los cargos habidos y por haber, a pesar incluso de ser muchos de ellos delincuentes profesionales con largos historiales delictivos.
- Al hacer fracasar el Alzamiento en Barcelona, lo hizo fracasar en toda Cataluña, permitiendo la salida de columnas de frentepopulistas desde ella hacia otras regiones las cuales dejaron a su paso por ciudades y pueblos un reguero de muerte y destrucción.
- Lo que pudo ser un pronunciamiento de horas o a lo sumo de días, se convirtió en una guerra civil sin cuartel de tres años con cientos de miles de muertos, heridos, mutilados e incontables destrucciones materiales que dejaron a España sumida en la miseria.
- Aceptó la disolución por el Frente Popular de la Guardia Civil que se convirtió en Guardia Nacional Republicana, la cual fue a su vez también disuelta en 1937.
- Permitió la proliferación de las terribles chekas y de las bandas de frentepopulistas que de inmediato se lanzaron a una vorágine de asesinatos, robos y violaciones contra los más indefensos que no tuvieron más remedio que sucumbir. Permitió que las cárceles se vaciaran de delincuentes y se llenaran de gentes de bien. Asimismo, que la Iglesia, en su clero, fieles y propiedades sufriera la mayor persecución jamás padecida en sus dos mil años de historia; y eso a pesar de que Escobar se las daba de católico de pro.
- No se mantuvo fiel a la II República, como se dijo en su homenaje, sino que fue leal a la República Socialista Soviética del Frente Popular que sustituyó a aquélla (leales a la República fueron los alzados contra el infame Gobierno frentepopulista conforme a las leyes republicanas en vigor, en concreto a la Ley de Orden Público (1933), la Ley Constitutiva del Ejército (1878), el Código de Justicia Militar (1890), el Código Penal de la Marina de Guerra (1888) y el Reglamento del Servicio de Campaña (1882).
- Traicionó a España al ponerse al servicio de la URSS y de Stalin, o sea de una potencia extranjera, al someterse y obedecer las órdenes de los “asesores” soviéticos que fueron los que mandaron en la zona frentepopulista (que no republicana) en la que combatió.
Todo lo dicho, y más que se podría añadir, no lo puede ignorar un historiador de la supuesta talla del Col. Jesús Núñez Calvo, pero, y esto es aún peor, tampoco los mandos superiores y no tan superiores de la Guardia Civil, por lo que sólo cabe concluir que su gesto y el de los demás lo fue no sólo por interés personal, sino, peor aún, por cobardía y sumiso colaboracionismo con los enemigos de España, de la Patria, traicionando su juramento, convirtiéndose todos en una prueba más, de las muchas que hay, por las que la Guardia Civil no queda más remedio que disolverla porque sus niveles de corrupción, degeneración y desvarío no tienen remedio.
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Antonio Escobar fue un traidor a España y a la Guardia Civil; su fusilamiento no puede estar más justificado. Asimismo fueron traidores Miaja y Vicente Rojo, homenajeados por el P$O€ y considerados hoy día como apóstoles de la libertad y la democracia. Miaja y Rojo tuvieron el «honor» de ser lacayos con librea de la Unión soviética en España. No solo cometieron alta traición contra España y su pueblo, sino que además miraron para otro lado mientras se perpetraban las matanzas de Paracuellos.
Y nadie recuerda que el mencionado Vicente Rojo volvió a España en los años 50 para someterse a un juicio militar pactado ( lo contó el general Monzón en RadioYA ) del que salió absuelto, para ya quedarse en España definitivamente. Mi padre, en su primer trabajo, coincidió con dos de sus hijos, por cierto. Curioso que a todo el mundo se le llene la boca con los «exiliados», pero nunca recuerden cuándo volvió esa gran mayoría que lo hizo en los años 40 y 50, y algún recalcitrante en los 60 – como Alejandro Casona, cuyas obras empezaron a estrenarse de inmediato y ahí tenemos un nutrido grupo de programas de Estudio 1 que lo demuestran.
Y del general Aranguren también guardia civil se podrían decir cosas parecidas.
La historia real de la epoca dice que el coronel Escobar fue el elemento imprescindible que tuvo el bando rojo para hacerse con Barcelona e iniciar los asesinatos que Companis hizo.
Gracias a el se fusilo a el general Goded o se asesinaron a los sacerdotes de Barbastro.
De manera que ya pueden hacerle homenajes llenos de tricornios, canticos sublimes y rostros llorosos, que el fulano fue fusilado, tras juicio legal, por haber sido traidor a su patria.
Y que canten esos a los que les viene grande el uniforme
Paguita, moscosos y jubilarse a los 40 como mucho, esto es en lo que creen los GC de ahora.
El 95%, y eso como mínimo, no son guardias civiles, en la concepción histórica de antaño, sinosimples «funcionarios de uniforme», sin ningún espíritu de sacrificio.
Esa es la pura verdad.
Y con la eclosión de numerosas «guardias», creo que la situación está empeorando notablemente, pues hay infinidad de denuncias por supuesto acoso laboral, acoso sexual, etc., que, en la mayoría de los casos, pienso son totalmente infundadas.
¡Todavía recuerdo el caso de una de las primeras guardias civiles, en Teruel, que estaba de baja, por no sé qué, pero eso no le impedía ir al club de tenis, a jugar sus partidos, hacer vida social, etc!
Es decir, sólo estaba «enferma» para trabajar.
Cuando fue sancionada por el Teniente Coronel Jefe de la Comandancia, montó un pollo, haciendo filtraciones interesadas a la prensa, etc., y desprestigiando así a la Benemérita.
La gente se vende, por un ascenso, una condecoración o un destino civil, previa recomendación de quien puede…
Es asi de triste.
Muchas personas no van a perder nunca su honor, por la sencilla razón de que nunca lo han tenido.