02/05/2024 10:54
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Van tan raudos los días y los placeres y los quebrantos ( derrumbes previos de La Voz de Talavera y Decisión Radio) en la corriente oscura, rara vida deslizándose, vida, frágil y mísera y vana, ora miel ora hiel, tiempo cano desplegado, mientras se va aguardando la llegada de la diligencia del abismo, fiera condición, furia, ambición. Y existe luz en algún lugar, puede que no sea mucha luz, pero pudiera vencer a la oscuridad. A tanta oscuridad. Y sobre todo, a los glaciares del olvido.  En estos tiempos nuevos muchos se apartaron del encanto tranquilo de la Hélade, lo nuestro es pasar, no podremos ser ni remotamente dichosos como Ulises, regrese o no a Ítaca, Itakaren denbora, pues, viajando con fausta fortuna , o conquistando los áureos vellones de Jasón. Pero recuérdese que, después, tras el retorno, con madura razón, sin rencor y con gratitud, puro amor y asombro ante la vida, dichoso, ni envidiado ni envidioso, en el hogar uno espera satisfecho que arribe la muerte…

Gracias a los lectores

Recuerda Álvaro,  ocho decenios atrás, hubiésemos combatido en trincheras opuestas (aunque siempre nos quedará Juan Gómez, Juanito). En rojo y negro, pero enfrentados. La vida nos puso ( y pone) hoy, ahora, aquí, y prevalecieron ( y prevalecen) la lealtad y el afecto, la dignidad y el cariño, durante más de un lustro ( SND Digital, El Correo de Madrid, El Correo de España, ÑTV España), con nuestros gloriosos e indelebles tiras y aflojas bajo el dintel de este espléndido periódico, donde tuve completa libertad, salvo arriscados matices, “vistiéndose de espinos”, para escribir lo que me saliese del finisterre del glande.  Y como bien sueles recordarme, y clave deviene, continuamos poseyendo aún cierta soberanía: «En mi hambre mando yo»…

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…Y echaré de menos también, aparte de a Álvaro, a mi buenos amigos Claire Gruié y Max Romano. A Patxi Balagna o a Gabo Dabouza. Y al resto, desde luego. Algo menos, claro. Y, sobre todo, a los lectores. A  los fieles y a los «condecorados» que amenazaban con chapar este digital si » Coleto continúa». Y, claro, Álvaro, imagino, les desearía buena ruta a todos aquellos que realizasen tan indecente proposición.  De otra manera no podría estar garabateando ahora estas afligidas, trémulas y agradecidas líneas. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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