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La guerra entre Estados Unidos (más siervos OTAN e Israel) y Rusia (y China e Irán), como en cualquier conflicto, en el pináculo de la Gran Pirámide, como siempre: el mismo amo enfrenta a ambos bandos para su destrucción mutua y el beneficio de los pocos que tienen el control. Imperio gringo en la provocación, prolongación y beneficio de este conflicto, tan palmario el asunto. Y Rusia, en la misma exterminadora farsa. La guerra es una herramienta de despoblación con dos actores estelares. 8.000 millones demasiado, pareciera, para la sociópata cúspide mundialista. Necesitan la guerra. Los conspiradores que están detrás del fraude covidicio, del camelo del calentón güebal y de la parida del Gran Reinicio necesitan una guerra para mantener el paranoico pánico de sumisión, y ya la tienen. Nuclear, obvio, será. Piedras Guía de Georgia, indudablemente.
Bichitos zascandiles, destrozo económico, hambrunas, control total…
Bichito-19, 2020 y 2021. Y la salvaje escasez de alimentos, combustible y fertilizantes, consecuencia directa de la ucraniana y orquestada invasión, destrozará la economía mundial y hará incrementarse por las nubes la inflación, los precios y los tipos de interés. Hacia la nada y ser feliz. De 2022 a 2023, el «control total», que incluye el insectívoro y apabullante despliegue de la inteligencia artificial, el dinero digital, la digitalización, el transhumanismo y la edición genética.
La calandraca pangolínica nos preparó suficientemente ante lo porvenir: lenguaje militar (la citada escalada/desescalada, disciplina, obediencia ciega, estados de alarma, toques de queda, sacrificio, seguridad nacional, enemigo…).
La farsa bélica ucraniana, asombroso salto cualitativo: de «operación militar especial» a explícita declaración de guerra. Y recordemos que el Boletín de los Científicos Atómicos ha movido su simbólico Reloj del Juicio Final a noventa segundos para la medianoche, lo más cerca que se ha estado jamás del holocausto nuclear.
No hay ninguna base lógica para creer que volveremos a tener la suerte de la sesentera crisis de los misiles cubanos. Brinkmanship (política de jugar con fuego) con tantas pequeñas e ¿impredecibles? piezas móviles.
Hacia la guerra nuclear
Como todo, poco a poco, teatro mundi mediante, y estirando la goma hasta que, inexorablemente, ésta se rompe. Paulatina escalada: de armas ligeras hasta carros de combate, hogaño. Y continuaremos «escalando»: la bomba zar, pudiendo hacer desaparecer a más de 3 millones de habitantes si impactara en Madrid. El ex presidente ruso Medvédev: «La «derrota» `de Rusia puede provocar una guerra nuclear». Crimea, o su «pérdida», puede, el punto de no retorno. Y, Nueva York, la siguiente en caer.
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Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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Al describir los prolegómenos de la I Guerra Mundial un historiador escribió «los paises europeos caminaron como sonámbulos hacia la guerra» y eso es lo que puede volver a pasar si Occidente sigue rearmando a Ucrania y Rusia se ve obligada a utilizar su armamento nuclear para no ser derrotada. ¿Cómo es posible que ni los gobiernos ni los pueblos europeos sean conscientes del peligro que estalle una guerra nuclear que arrasaría toda Europa, más Rusia y Estados Unidos?. ¿La integridad territorial de Ucrania merece que mueran cientos de millones de personas?. Yo pienso que no y que Rusia se conformaría con el Donbas y con la Península de Crimea. El futuro de Europa pasa por restablecer las relaciones diplomáticas con Rusia, aunque EEUU no esté de acuerdo, porque el enemigo existencial de Europa no es Rusia sino el mundo islámico.
Estimado Luis, te felicito por tus estupendos artículos, como el de Hoy acerca de la más que posible Guerra Nuclear entre RUSIA, CHINA, IRAN, y otros MUCHOS MÁS, contra las INGERENCIAS OCCIDENTALES, de la OTAN, EUROPA, y de ESPAÑA.., contra los INTERESES DEFENSIVOS LEGÍTIMOS de RUSIA en UKRANIA y de CHINA en TAIWAN, y la de Otros más, Resulta TrIste y Estremecedor, VER que los PUEBLOS, SOCIEDADES y GOBIERNOS OCCIDENTALES (incluído JAPON y AUSTRALIA). No se MANIFIESTEN EN CONTRA DE ESTA PRÓXIMA GUERRA. Posiblemente sea por la «Gran Intoxicación Ejercida por los Medios de Comunicación en OCCIDENTE» sin darse cuenta de que Esta Guerra será NUCLEAR y NOS APLASTARÁ a TODOS, TODOS. Por ahora, «ahí lo dejo».
Saludos de Gus Paulson.