Giorgia Meloni, la primera presidente mujer y de derechas de Italia. Por José Papparelli

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Giorgia Meloni será la primera mujer de derechas en presidir el consejo de ministros de la República Italiana. Ayer, después de la rueda de consultas del presidente Mattarella con las fuerzas políticas vencedoras de las elecciones del 25 de septiembre pasado, el jefe del Estado encargó a la líder de Fratelli d’Italia la formación del gobierno. Meloni ya tenia su trabajo hecho y al finalizar la tarde anunció públicamente su Consejo de ministros.

Hoy a las 10:30 Giorgia Meloni, líder de Fratelli d’Italia, el partido conservador de corte patriótico heredero del Movimento Sociale Italiano y de Alleanza Nazionale, es decir de la derecha histórica italiana, jurará como Primer Ministro de la tercera potencia europea. Si duda el año 2022 será recordado como un año histórico en la política de Italia.

La urgencia y necesidad de formar gobierno ha llevado a que todo se acelere en las últimas horas. La coalición de centro-derecha integrada por Fratelli d’Italia, Lega, Forza Italia y Noi Moderati, demostró estar a la altura de las circunstancias en cuanto a la unidad y el acuerdo para llevar adelante el nuevo gobierno.

El encuentro con Sergio Mattarella duró solamente 11 minutos. La rueda de prensa poco más de un minuto en la voz de la señalada como Premier y rodeada de sus aliados políticos. A media tarde Meloni aceptó sin reparo el encargo del jefe del Estado y anunció la lista de sus ministros. Después del juramento, mañana domingo 23 tendrá lugar la tradicional ceremonia de la “campanella” que marca el inicio del nuevo gobierno, y a las 12 del mediodía tendrá lugar el primer consejo de ministros del gobierno Meloni. Italia no pierde el tiempo y ya se puso en marcha.

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Giorgia Meloni encabeza la presidencia acompañada por Matteo Salvini y Antonio Tajani como vicepresidentes. Los ministerios quedan así repartidos:

Ministerio del Interior, Matteo Piantedosi (no político)

Ministerio de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani (Forza Italia)

Ministerio de Defensa, Guido Crosetto (Fratelli d’Italia).

Ministerio de Economía, Giancarlo Giorgetti (Lega).

Ministerio de Justicia, Carlo Nordio (Fratelli d’Italia).

Ministerio de Infraestructuras, Matteo Salvini (Lega).

Ministerio de Salud, Orazio Schillaci (no político).

Ministerio de Reformas, Maria Elisabetta Alberti Casellati (Forza Italia).

Ministerio de las Empresas y del Made in Italy, Adolfo Urso (Fratelli d’Italia).

Ministerio de Agricultura y Soberanía Alimentaria, Francesco Lollobrigida (Fratelli d’Italia).

Ministerio del Ambiente, Gilberto Pichetto Fratin (Forza Italia)

Ministerio del Trabajo y Políticas Sociales, Marina Calderone (no político).

Ministerio de Instrucción y merito, Giuseppe Valditara (Lega).

Ministerio de la Universidad, Anna Maria Bernini (Forza Italia).

Ministerio de Cultura, Gennaro Sangiuliano (no político).

Ministerio de Turismo, Daniela Garnero Santanchè (Fratelli d’Italia).

Ministerio para las Relaciones con el parlamento, Luca Ciriani (Fratelli d’Italia).

Ministerio de la Administración Pública, Paolo Zangrillo (Forza Italia).

Ministerio de Asuntos Regionales y Autonomías, Roberto Calderoli (Lega).

Ministerio para Políticas del Mar y el Sur, Sebastiano Musumeci (Fratelli d’Italia).

Ministerio de Asuntos Europeos, Cohesión y Fondo de recuperación, Raffaele Fitto (Fratelli d’Italia).

Ministerio de Deportes y Juventud, Andrea Abodi (no político).

Ministerio de la Familia, y Natalidad, Eugenia Maria Roccella (Fratelli d’Italia).

Ministerio de la Discapacidad, Alessandra Locatelli (Lega).

El Gobierno después del juramento deberá presentarse el martes 25 en Diputados y el miércoles 26 en el Senado para conseguir el voto de confianza. De todos modos, la presidente del Consejo y los ministros asumen sus responsabilidades a partir del juramento. Con amplia mayoría en ambas Cámaras del centro-derecha no habrá ningún inconveniente en conseguirla.

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Italia comienza una nueva etapa política con repercusión europea e internacional gracias al voto soberano y democrático mayoritario de su ciudadanía. No será tarea fácil, pero todo indica que en la coalición existe una fuerte voluntad de llevar adelante el reclamo de los italianos, y eso es una buena señal.