‘Entramos en el box y lo primero que te viene a la cabeza es tristeza por ver a un paciente infectado y desvalido. Necesita ayuda urgente’

España ha alcanzado este sábado la escalofriante cifra de 1.331 muertos y 24.926 contagiados por Coronavirus. La Comunidad de Madrid, epicentro imparable de contagios en nuestro país, registra un total de 804 fallecidos, lo que supone un 60,6% de los fallecidos en todo el país, según datos del Ministerio de Sanidad.

Borja Díez Sainz, Director Médico en PROYECTO REANIMACIÓN, y médico de la UCI en el hospital Quirón de Pozuelo, Madrid, nos relata su día a día en la UCI junto a todo el equipo de excelentes prefesionales, que se dejan la piel en el cuidado y tratamiento de todos y cada uno de sus pacientes. ‘Sólo un pensamiento invade mi mente: por favor, que ninguno de mis compañeros caiga enfermo’. Un testimonio imprescindible.

Distribución de una jornada de trabajo en una UCI en situación de Emergencia Nacional:

DESPERTAR: el momento en el que suena el despertador es ‘un momento que ya no existe’, porque todos nos levantamos antes de tiempo, quizás nerviosos por salir a enfrentarnos a esta situación. o por tener que dejar a nuestros familiares solos en casa, asumiendo unos riesgos derivados de nuestra profesión como médicos de UCI.

El trayecto al hospital es muy triste, todo vacío, pocos coches circulando y con ganas de ver el sol para recibir un estímulo de esperanza para lo que se viene encima en apenas 15 minutos… 

La llegada al hospital es una mezcla de tristeza y energía positiva: tristeza por la cantidad de enfermos que hay ingresados y necesitan de nuestra ayuda, y energía positiva porque estamos convencidos que vamos a salvar a muchos pacientes. 

La primera medida al entrar en la UCI, es la seguridad de todos: #lavadodemanos. A continuación tenemos nuestro ‘Pase de Guardia’, en donde se comenta el estado de los pacientes y se planifica el trabajo del día. Aquí es donde merece la pena hacer una mención especial a todos el personal que trabaja en una UCI, y que son muchas personas, todas ellas héroes sin reparos. Hacen un trabajo extraordinario y gracias a ellos, se funciona como equipo totalmente coordinado y con muchas ganas de #salvarvidas. 

Una vez establecido el plan de trabajo, nos preparamos para atender a nuestro primer paciente. Junto con enfermería, establezco un checklist de todos los procedimientos que vamos a realizar sobre nuestro paciente y los cambios en su tratamiento. Finalmente, llegamos al momento de tener que entrar en el box, el momento más crítico pero más bonito de todo el día. Y digo bonito porque es aquí donde sale el lado humano de todos los que trabajamos en una UCI. Tenemos una zona donde comenzamos a ponernos los EPIs (Equipo de Protección Individual), tres personas vamos a entrar en el box y otras 3 personas nos están ayudando a vestirnos.

Algunos están concentrados, otros están preocupados pensando en el paciente y su estado crítico, pero sobre todo lo que prima es el buen ambiente de trabajo y compañerismo entre todos.

Ver cómo un auxiliar se preocupa porque no tienes bien puesta la mascarilla o colocarle tu un segundo par de guantes a una enfermera, eso es lo mas bonito de este momento por el grado de compromiso y compañerismo que está demostrando todo el mundo.

Cuando escuchas la frase «ya estás listo, ánimo». es cuando comienzas a caminar hacia el box donde está el paciente ingresado. Ese camino es de máxima concentración para no cometer fallos en nuestra protección y evitar así ser contagiados. Vas revisando mentalmente todo lo que vas a hacer y cómo lo vas a hacer. Entramos en el box y lo primero que te viene a la cabeza es tristeza por ver a un paciente infectado y desvalido. Necesita ayuda urgente, su estado es crítico. En este punto quiero destacar el trabajo INCREÍBLE que hace todo el personal de la UCI, desde enfermería-auxiliares-celadores-técnicos de rayos-etc (no quiero dejarme a nadie, pero TODOS los que de manera rutinaria tienen contacto con el paciente), porque es digno de admiración: el cariño y dedicación que muestran hacia este tipo de pacientes pocas personas lo saben, y desde fuera no se conoce verdaderamente su trabajo, que es EXCEPCIONAL y sin ellos los paciente NO podrían salir adelante. 

Tras realizar los procedimientos necesarios sobre el paciente y ajustar el respirador al que está conectado (en ocasiones muy difícil de ventilar a este tipo de pacientes, y nos quedamos más tiempo del recomendado dentro del box intentando buscar el mejor tratamiento posible), procedemos a iniciar la salida del box. Es realmente impresionante ver cómo desde fuera del box siempre hay una persona que vela por tu seguridad, y siguiendo un estricto protocolo de salida, podemos salir sin riesgo de contagio para nosotros ni para otros pacientes.

En ocasiones tenemos que ir a lavarnos e incluso a ducharnos porque el calor que se pasa dentro del EPI y dentro del box es insufrible. Muchos de mis compañeros han salido del box deshidratados, así que es fundamental tener botellas de agua en la UCI para poder mantener al personal sanitario en perfectas condiciones. 

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REDACCIÓN

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