09/05/2024 04:17

Bendala

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Aunque son más, cinco son las principales puñaladas clavadas en la espalda de nuestras Fuerzas Armadas en las últimas décadas que han hecho de ellas lo que hoy son: una sombra tenue, distante e irreconocible de lo que un día fueron y más aún de lo que deberían ser.

Primera: la supresión del servicio militar. Decisión del vergonzoso Partido Popular y más en concreto del impresentable de su líder de entonces, y al tiempo presidente del Gobierno, José María Aznar, quien torticeramente asesorado por su entorno pro-nortamericano –y anteponiendo sus intereses personales y partidistas–, ya lo tenía decidió cuando fue a rendir pleitesía a Jorge Pujol en el hotel Majestic de Barcelona. La supresión de la “mili” ha convertido a nuestras FFAA en insolventes e incapaces para, llegado el caso, cumplir con su más sagrada misión, al tiempo que única razón de ser, que es la de defender con las armas la soberanía, integridad e independencia nacional. La supresión de la “mili” las ha alejado definitivamente del pueblo español hasta desconectarlas para siempre de él, anulando la posibilidad de contar en caso necesario con el pueblo en armas, destruyendo en éste toda noción y conciencia de la Patria, de España, dejando por ello a ésta inerme e indefensa.

Segunda: la admisión indiscriminada, irracional, hasta lo imposible y el ridículo de mujeres. Se ha permitido su ingreso en las FFAA sin tener en cuenta ni su específico ser ni los puestos a ocupar, pretendiendo una absoluta igualdad entre mujeres y hombres a todas luces inexistente, convirtiendo su inserción en plaga bíblica, de forma que no sólo las FFAA no han aumentado su operatividad, ni han mejorado su eficacia, sino todo lo contrario, pues tal incontrolado aluvión ha suscitado sólo graves problemas en múltiples y muy variados aspectos antes inexistentes y de imposible solución a no ser prescindiendo de muchas de ellas.

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Tercera: la autorización-legalización de asociaciones-sindicatos. Con ello se ha potenciado la politización de las FFAA, la creación de banderías internas, se ha corroído su cohesión, unidad y disciplina –uno de sus más importantes pilares–, se ha socavado el compañerismo y la camaradería, matando lo espiritual y el ideal a cambio de enaltecer lo material.

Cuarta: la Unidad Militar de Emergencias (UME). Cuerpo ajeno y extraño en todo a las FFAA, contradictorio con su ser y existir –el de ser una fuerza “armada”–, a las que ha convertido en institución civil y en mera y vulgar ONG. Su existencia y la forma en la que en detrimento de las unidades operativas –y no tan operativas– se la beneficia en todo: presupuesto, material, emolumentos a sus miembros, etc., además de suponer un agravio comparativo injusto, inadmisible e impresentable, desvirtúa el ser de nuestros Ejércitos y confunde al pueblo sobre qué son y para qué deben servir.

Quinta: la indiscriminada, constante y casi única dedicación a “misiones en el exterior” (¿?). Con ello, se ha puesto a nuestras FFAA al servicio de banderas e intereses extranjeros, incluso en contra de los propios de nuestra Patria, en conflictos y lugares donde nada se nos había perdido y de los que nada hemos sacado ni vamos a sacar a no ser enemigos donde nunca los tuvimos, rompiendo nuestra tradicional neutralidad que históricamente tanto siempre nos benefició. Distrayendo, además, la orientación y el enfoque de nuestras FFAA, de sus mandos y componentes, del único y verdadero enemigo que tenemos: Marruecos.

Más se podría añadir sobre las lacerantes y a estas alturas purulentas heridas causadas en nuestras FFAA por estas cinco puñaladas (y de otras), pero con lo dicho basta.

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Eso sí, conviene recordar que todas ellas, y las otras de las que no hablamos, se han asestado con la incomprensible, repugnante, cobarde y traidora complicidad, incluso entusiasta, de sus miembros, especialmente de los mandos superiores –y no tan superiores– a los que en cada momento correspondió la responsabilidad de impedirlas al poseer la autoridad, demostrando con ello no sólo su nula valía para el servicio y falta de espíritu militar y patriotismo, sino peor aún: sus malsanas ambiciones y degenerada codicia, es decir y en definitiva: su único y solo interés por “hacer la carrera” y beneficiarse de sus prebendas.

 

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Blanca

Gracias por su información. Confirma Vd. todas las suposiciones que tenía hace tiempo. Creo que la defensa de nuestro país la deben de llevar, por supuesto, las FF. AA., pero es un tema que debemos de conocer e implicarnos todos. Creo que la desaparición del Servicio Militar ha sido nefasto. He escuchado campanas de que quieren vol er a instaurar lo en Suecia. No sé si es verdad

Anna Casaus

Buen artículo, crítico. Pero, supongo que el sr. Bendala está en la reserva. De los que están en activo, nadie chista.

Nuevo saludo militar
https://www.youtube.com/watch?v=pzywh3xOU2c

Roberto Valdez

El señor Bendala se fue del ejército asqueado de lo que vio allí.

Roberto Valdez

Está fuera de toda duda que cuando Sánchez decida proclamarse dictador de la república de España, los componentes de las Fuerzas Castradas se pondrán a su servicio buscando mantener su sueldo y hacer la carrera.

Antonio Abella

Estimado Sr. Bendala,

Sus acertadas consideraciones sobre lo acontecido en el Ejercito en los últimos años, me ha llevado a reflexionar sobre este hecho y a la vez trasladarle otros aspectos sobre el mismo, en línea con sus consideraciones.

Como decía el General Blas Piñar por el año 2010, el Ejercito Español actual es como un castillo de cartón piedra.

A mi modesto entender, el de un antiguo opositor a la Academia General Militar, hace ya 40 años, le expongo mis reflexiones con el ánimo que puedan servirle para tratar este asunto de forma más exhaustiva y así concienciar a la sociedad española.

La situación actual del Ejército se remonta a finales de los años setenta y cobra mayor gravedad a partir del año 1982 con los gobiernos socialistas. Así a los continuos asesinatos de militares por parte de Eta, ante los que el gobierno de turno bajaba la cabeza y ordenaba enterrar a los muertos lo más a escondidas y rápidamente posible se unía una campaña continua de injurias y difamaciones contra el Ejército organizada por la izquierda y su red de medios de comunicación (es decir casi todos). EL OBJETIVO: DESVINCULAR A LA SOCIEDAD DEL EJÉRCITO.

A finales de los años 80 se eliminó el uniforme de paseo para la tropa y a los mandos se les instó a no usarlo. EL OBJETIVO: OCULTAR EL EJÉRCITO A LA SOCIEDAD.

En el año 1984 el gobierno socialista cambió el uniforme de paseo del Ejército de Tierra (y correlativamente los de la Armada y Ejército del Aire). Si nos fijamos en el nuevo uniforme vemos que está inspirado en el corte y hechuras del de un portero de hotel, desde la gorra hasta el pantalón.

Así vemos como del antiguo uniforme que inspiraba disciplina, mando, rectitud y pulcritud se ha pasado a uno que inspira vulgaridad.

Similar resulta el cambio, en el mismo año, del uniforme de gala de la Academia General Militar, más inspirado en la opereta que en otra cosa.

Pero por si esto no fuese suficiente, vemos como se ha implantado de forma general el uso del uniforme de campaña para todo tipo de actividades ajenas a las maniobras, incluso sociales. Uniforme que ya se lleva sin apenas distintivos y sin ceñidor (dando una imagen chabacana). EL OBJETIVO: ATACAR A UNO DE LOS PRINCIPALES SÍMBOLOS DEL EJÉRCITO, EL UNIFORME Y DEGRADAR SU IMAGEN.

Otro de los aspectos que han corrompido al Ejército actual ha sido la ocultación de sus símbolos y héroes, pues los símbolos conforman el espíritu.

En relación con esto tenemos el desmantelamiento y expolio del anterior Museo del Ejército y la creación de un nuevo museo del Ejército en el Alcázar de Toledo, carente de toda la simbología y carga espiritual que tenía el anterior. Nuevo museo que, además, ha servido para desmantelar el Museo del Asedio al Alcázar de Toledo durante la guerra civil. Doble objetivo conseguido por la izquierda con la colaboración del partido popular. EL OBJETIVO: ANULAR EL ESPÍRITU MILITAR.

Otro aspecto significativo en el proceso de degradación a que ha sido sometido el Ejército y que ha servido de coartada para que el partido socialista, con la aquiescencia del partido popular, manejase al Ejército ha sido el uso de las ideas de “modernización” y “profesional”.

La idea del profesional militar usada como categoría para anular las diferencias entre jefes, oficiales, suboficiales y tropa. Y la idea de modernización que, ha consistido en hacer creer a los militares que el Ejército era una empresa más y en la subida de sueldos para comprar la voluntad de muchos de ellos. Instaurándose la ociosidad en los cuarteles al hacer escasas maniobras y no manteniendo el material adecuadamente. EL OBJETIVO: MANIPULAR AL EJÉRCITO.

Pero lo peor estaba por llegar. EL OBJETIVO: ANULAR LA VOCACIÓN MILITAR.

(Vocación militar es dar la vida por la Patria en cualquier campo de batalla que se presente: Teniente-General Gutiérrez Mellado, cadete de la Promoción Francisco Franco)

Esto se pone de manifiesto con el actual sistema de ingreso en las Academias Militares y con el nuevo modelo de enseñanza en las mismas.

Se ha sustituido el sistema de oposición que exigía al aspirante una especial dedicación y esfuerzo para el ingreso por un sistema basado en las calificaciones obtenidas en el bachillerato.

Se han implantado en las Academias Militares profesores civiles (recordemos las consideraciones del Generalísimo al respecto, cuando decía que no era suficiente con que el profesorado de las Academias Militares fueran militares con los debidos conocimientos, sino que además deberían tener experiencia personal en la guerra).

Y se ha configurado un sistema de convalidación de las enseñanzas militares con titulaciones civiles que lleva a los cadetes a crearse expectativas fuera del Ejército, configurando así la profesión militar como algo circunstancial y accesorio y no esencial y fundamental.

En espera que estas consideraciones sean de su interés, reciba cordiales Saludos.

Geppetto

El Ejercito ha sido y es una prolongación de la política, la ética, la estética, la moral y la forma de actuar que ha impuesto la Constitución de 1978 y que ha dado como resultado la destrucción de España y sus instituciones.
Si el poder politico hubiera encontrado oposicion en los «pajaros dorados» del Ejercito esta destrucción no se hubiera producido, naturalmente para evitarlo lo primero que hicieron fue romperlo y después destruirlo desde dentro, de tal manera que en la actualidad España cuenta con unas fuerzas armadas muy mermadas en efectivos y material, sin una clara idea de cual es su papel ante lo que esta aconteciendo y sin saber si aun tiene la defensa de la unidad nacional como obligación primordial de servicio.
Tampoco tiene muy claro el Ejercito lo que va a hacer cuando Marruecos, apoyado por el aliado de España USA, se quede con el consentimiento del gobierno y la oposicion de turno, de Ceuta, Melilla, los Peñones mientras cerca Canarias.
El Ejercito español actual no seria la vanguaria de los patriotas que defenderian España frente a una agresion exterior, ya que dicha agresión provendria del sistema politico español, el enemigo no tendria que mover un carro de combate, España, que ya se ha rendido, les daria las llaves de Ceuta y Melilla con una sonrisa de complicidad y el Ejercito tragaria en primer tiempo de saludo.
España ha sido prostituida y vendida a Europa y el enemigo s apresta a trocearla como se vera tras las dos cumbres de alto nivel que están o van a tener lugar con Francia y con Marruecos, en las qu se van a sentar las bases de la secesión de Cataluña y la anexión de Ceuta y Melilla en breve y de Canarias en un lapso de tiempo mayor

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