10/05/2024 05:55
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El nefasto e impresentable Gobernante, cuyo encargo principal recibido de sus amos es liquidar la nación española,  como objetivo que persiguen desde hace quinientos años -y que los Borbones han facilitado desde hace tres siglos-, sabe que un elemento clave para que España se arruine, es acabar con  los empresarios. Es evidente que,  los hombres con iniciativa y valor, capaces de afrontar riesgos son uno de los pilares de la economía de una nación. Sin estos hombres, el resto no podría llevar el pan a sus hijos.

A los obreros -esos embusteros que viven como emires árabes,  pegados a las tetas de la subvención estatal-y que conocemos como “sindicatos de clase” ,llevan dos siglos engañando a los trabajadores en vez de preocuparse de la defensa real y verdadera de sus derechos –como hombre y como trabajador-.

La explicación es muy simple, se presentan y aparecen como defensores de sus compañeros,  cuando la realidad es evidente y absolutamente lo diametralmente opuesto: son agentes del Capitalismo omnipotente mundial, cuyas consignas acatan y realizan al pie de la letra.

En estos momentos,  su objetivo -y el de Pedro Sánchez-  es evidente: liquidar todo tipo de empresas nacionales, tanto las propiedad de los modestos  autónomos,  como la mediana y gran empresa,  de capital nacional español. No sólo se atreven a decirlo sino, sobre todo, que han tomado las medidas necesarias para arruinar a cuantos invirtieron su dinero en vez de ponerlo a rendir intereses en los bancos y decidieron crear trabajo. Da lo mismo que se trate de empresarios con dos o tres trabajadores, o con centenares, miles y decenas de miles de empleados.

Como no creo poder hallar un solo español,  medianamente inteligente,  que no conozca y esté asustado viviendo esta realidad, considero fundamental escribir en defensa y elogio de estos hombres que, si bien lo hacen para ganar dinero y progresar, también  hay  muchos  que lo hacen para ayudar a sus conciudadanos y servir a España.

Con este escrito deseo –además-  experimentar algo muy sencillo:  intentar conocer si publicar un libro contando la historia de unos empresarios que he conocido personalmente y  a cuya empresa dediqué los doce años más aprovechables de la vida de un hombre –desde  los treinta y tres a los cuarenta y cuatro–, en que decidí probar mi capacidad en otros  campos.

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Al despedirme de la empresa  contra la voluntad del Jefe supremo de la misma,   empecé a escribir su Historia,  iniciada en  los primeros años del siglo diecinueve,  con una fragua,  en un pueblo de la provincia de Barcelona, llamado Manlleu y continuada,  a principios del siglo XX,  en Gavá, -igualmente otro pueblo de Barcelona- donde resido desde el 1 de enero de 1960.

El libro iba a tener dos partes: la primera,  desde la fundación al traspaso de la responsabilidad a los hijos de los fundadores; y la segunda lo vivido con ellos convirtiendo a “Compañía Roca-Radiadores S.A”,  en la empresa número uno del sector, en Europa –hoy,  es la primera del mundo, aunque con otro nombre: “ROCA SANITARIO”–.

Por una razón muy sencilla: la tercera generación de la familia se desprendió  de la fabricación de los  productos de Calefacción, que habían sido el fundamento de su primera grandeza. No es de extrañar que,  semejante decisión,  nos huela, en cierta forma  -a quienes alcanzamos a trabajar aun,  con los “fundadores”- a traición  para con esos hombres,  modelo de excelentes empresarios. Pero el “el negoci es el negoci” y no seré yo quien opine conociendo, por dentro, y en puestos clave,  lo que es una multinacional como “Roca”.

La primera parte hace,  décadas que la dejé escrita y estaría lista para convertirla en libro, si la respuesta que deduzca  de la reacción de los lectores, a este artículo, fuera positiva.

 

Autor

Gil De la Pisa
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
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Geppetto

Los empresarios en España son arruinados por las leyes y por los sindicatos de clase, que no son mas que ministerios para el aprovechamiento del trabajo de los demas.
Ser inteligente, empresario de exito, trabajador y triunfador es un delito gravisimo

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