En algunos casos por la lectura de los episodios de la llamada guerra civil americana, que pasó a la historia como la de secesión (1861-1865), enfrentando a nordistas contra sudistas o unionistas contra confederados, o, en otros, por la magia del cine que los ha recreado en más de una ocasión, ha llegado a nosotros el conocimiento de los “monitores”, un tipo de buque de guerra usado por la Unión durante esa guerra e, incluso, el confederado “CSS Virginia” que combatió contra el “Monitor” en la batalla de Hampton Roads (1862).
El ”Puigcerdá” (internet)
Sin embargo, lo que tal vez sea menos conocido es el hecho de que la Armada dispuso, en algún momento de su historia, dentro de la Lista Oficial de Buques (LOBA), de dos buques de este tipo, en nuestro caso un “monitor”, el “Puigcerdá”, y un blindado o batería flotante, el “Duque de Tetuán”.
Para conocer el origen de estos singulares buques debemos de situarnos en la tercera guerra carlista (1872-1876). Vientos difíciles soplaban en una España turbulenta que, además del interminable conflicto dinástico entre liberales y carlitas; el desalojo de los Borbones de la corona tras la revolución del “68”; el fallido advenimiento de Amadeo I de Saboya (diciembre de 1870-febrero de 1873); la tristemente célebre I República (febrero 1873-diciembre 1874) que, incluso, provocó las llamadas “guerras cantonales”, se encaminaba, resuelta, hacia la restauración borbónica (1874).
En aquel escenario, se hizo imprescindible la adquisición de nuevas unidades navales para la defensa de las costas, en virtud de la amenaza carlista que planeaba sobre diferentes plazas del norte, que precisaban ser protegidas.
Consecuencia de todo ello, el Ministro de Marina, el Almirante Rodríguez Arias, encargó en los astilleros franceses de La Seyne (Tolón), la urgente construcción de varios buques de guerra, entre ellos, avisos y cañoneros.
Dentro del pedido se encontraba el “Puigcerdá”, único buque de su clase con que contó la Armada y que fue destinado a la defensa de los accesos marítimos a Bilbao.
El contrato para su construcción se firmó en 1874 y el barco fue botado el 19 de noviembre siguiente y entregado a la Armada en febrero de 1875.
La batería flotante “Duque de Tetuán” (Defensa)
De casco de hierro, desplazaba 553 tn., a plena carga; su eslora era de 41 m.; por 9 de manga; 2,6 de puntal y 2 de calado.
Contaba con dos máquinas, dos calderas y dos hélices con una potencia de 326 cv. indicados y un andar de 7 nudos. Montaba dos torres con una pieza de 16 cm. a proa y otra de 12 cm. a popa, artillería que cambiaría con el paso de los años. Su blindaje era de 10 cm. y su dotación de 59 hombres.
Su vida operativa estuvo cuajada de averías lo que provocó que su valor militar fuese muy escaso.
Tras la disolución de las Fuerzas Navales del Norte, a la conclusión de la guerra carlitas, quedó adscrito a la Escuela de Torpedistas de Ferrol.
Comenzada la guerra contra los Estados Unidos se modificó su artillería, colocando dos caños Hontoria de 120 mm., uno a proa y otro a popa e integrándose en la 2ª División de Torpederos –“Puigcerdá”, batería flotante “Duque de Tetuán” y el torpedero “Ejército”-, siendo posteriormente destinado la defensa de la bahía de Vigo.
De regreso a Ferrol, fue dado de baja en junio de 1899 y vendido para ser transformado en un buque mercante que, finalmente, fue desguazado en los años 20.
El otro buque al que queremos referirnos es el “Duque de Tetuán”, una batería flotante que fue construida en Ferrol y entregada a la Armada en 1876 cuando la guerra carlista había finalizado.
Con un desplazamiento de 600 tn., su eslora era de 43 m.; 9,5 de manga y 2,15 de calado.
Su máquina le proporcionaba una potencia de 190 cv. indicados, con dos calderas que le generaban una velocidad de 5 nudos.
Iba blindado con una coraza de 100 mm. de espesor e iba armado con seis cañones rayados, uno de 160 mm. y cinco de 120. Su dotación era de 60 hombres.
Tras permanecer inactivo y varado durante algunos años, en 1885 cuando surge el conflicto de Las Carolinas, es enviado nuevamente al astillero para modificar sensiblemente sus características con el fin de destinarlo a la defensa de las Islas Baleares, sin embargo, cuando se saldó este conflicto, el buque seguía en fase de reformas.
Como ya se ha señalado, cuando comenzó la guerra Hispano-norteamericana (1898) se integró en la 2ª División de Torpederos con base en Ferrol.
Fue desguazado al final la guerra con los yanquis.
Esta es, a grandes rasgos, la pequeña historia de estos dos buques que sirvieron en la Armada, enarbolando el pabellón nacional y que, a buen seguro, son unos auténticos desconocidos para la mayoría de los españoles.
Eugenio Fernández Barallobre
Autor
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José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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