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Son de evitar las preguntas relativas a si el texto base de la moción de Tamames ha venido a conocerse por una filtración voluntaria o no. A estas cuestiones deben responder, únicamente, Tamames (autor) y el círculo más próximo a él de VOX (colaboradores). No creo que sea una cuestión de espionaje, porque tal y como están las cosas en España sobre lo que debe ser o no secreto, la inacción en no denunciar y la aceptación de lo revelado por el propio Tamames, y de manera general por VOX, hace pensar más en una estrategia -equivocada o no- de cara a que a Tamames se le preste atención con bastante antelación a la propia moción.
Teniendo el texto de la moción en nuestra manos (el cual puede tener variaciones de última hora, pero que anula la sorpresa) es más un texto académico que político. Generalista en exponer los problemas y situación en la que se encuentra España, pero que, en más del noventa por ciento del mismo, no propone solución alguna, lo que hará que al actual presidente del Gobierno le sea fácil responder al señor Tamames haciendo acopio de generalizaciones similares, e incluso de aceptar algún argumento, que es común a la izquierda, luego aceptado por la derecha, y paradójicamente, asumido con aquiescencia por VOX.
Me refiero a las primeras palabras de Tamames al inicio de su texto, cuando hace referencia a que fue él y el Partido Comunista, los que plantearon y propusieron la reconciliación de rojos y azules, como si dicha reconciliación no hubiera venido realizándose desde 1939, con la finalización de la guerra y el impulso de prácticamente todos los españoles, incluso de la mayoría de los vencidos, hartos todos de matarse entre sí, y los segundos ahítos de desilusión respecto de aquellos personajes del Frente Popular que llevaron a la guerra y la alargaron en defensa de sus propios intereses personales. Olvida el señor Tamames que, ese partido al que denomina de lucha (PCE) es el que promovió el maquis, y con él la continuación de la muerte y la violencia años después de terminada la guerra civil, por lo que la reconciliación le vino tarde y cuando le fue ordenado, por Stalin, que cesase en sus actividades,
El señor Tamames no dice la verdad tampoco cuando habla de su esfuerzo y con él, de otros muchos, de conseguir en 1977 la democracia, cuando lo cierto es que conducido por Carrero Blanco (y por supuesto bajo la pasividad del propio Franco), se permitió al PSOE renovado de Felipe González -frente al PSOE histórico- comenzar su actividad bajo el amparo del SECED (Servicio Central de Documentación).
No obstante, al señor Sánchez lo anterior le permitirá unirse a la ficción ofrecida por el señor Tamames, mientras que ni una sola voz se alzará en el Congreso de los Diputados con una mínima protesta, e incluso corrigiendo -a uno y otros- en el sentido de la verdad, que no es otra que de no haber querido Franco ese tránsito, ni Tamames ni Sánchez hablarían hoy en dicho lugar.
Dice el señor Tamames haber aceptado la candidatura de la moción de censura para la defensa de la Transición, aludiendo a la defensa de la patria común e indivisible de todos los españoles, con lo que estamos totalmente de acuerdo, pero no dice que dicha defensa solo es posible eliminando el estado autonómico, y como buen economista que el señor Tamames es, debería reconocer que dicha eliminación contribuiría a erradicar el derroche en gasto que aquellas representan, además de ser germen de partidos políticos que contribuyen a la ruptura territorial y política de España.
Eliminar las autonomías es evitar -conforme indica el señor Tamames en justificación del adelanto electoral- la división de los españoles; eliminar la legislación relativa a la Memoria Democrática (que el señor Tamames no dice que eliminaría, por lo que ha de entenderse que el señor Tamames continuará con su vigencia, pero adaptándola también a su gusto y conformidad) y evitar el partidismo es contribuir a forjar la unidad entre españoles en aras de un mismo bien común.
Se acerca a la verdad el señor Tamames cuando indica que el señor Sánchez (ya lo fue Zapatero) favorece una Segunda República idealizada, y que hablar de un lado bueno y de otro malo, señalando solo atrocidades de un solo bando y no de los dos, es faltar a la verdad histórica. Digo se acerca la verdad, porque en esa Segunda República quien comenzó a asesinar y a promover la guerra fue la izquierda, de manera especial el PSOE -a cuyo frente está hoy el señor Sánchez- a partir de 1934.
La referencia a la inseguridad jurídica que denuncia el señor Tamames no puedo por menos que compartirla, pues el señor Sánchez -y me da que el que venga también- está haciendo uso de Reales Decretos-Leyes con una normalidad que casa mal con eso que se denomina división de poderes, pues pone de relieve la inutilidad de una cámara legislativa a la que se le supone que el ciudadano ha cedido su representación.
Tamames alude también a la baja natalidad, la cual ha de evitarse mediante una política de ayuda familiar, pero la pregunta es: ¿A qué familias? A las que ya están aquí o a las que vengan de fuera? Porque el señor Tamames no dice que haya de ponerse una puerta a la inmigración masiva que solo sirve como mano de obra barata y en detrimento del bienestar de los españoles. Como tampoco indica que, la primera medida que adoptaría el señor Tamames, de gobernar, es la eliminación del Ministerio de Igualdad y de toda promoción de políticas a encaminadas a no saber qué es una familia.
Finalmente, la alusión a Gibraltar me parece de lo más acertado por el olvido que de este problema viene adoleciendo también el Partido Popular. Desilusión sería que este problema, mencionado ahora por VOX, sea oportunidad del momento que de verdadero interés para el futuro.
Otras referencias, como la defensa de los bosques, son más que prescindibles a los fines de la moción. Hubiera sido más conveniente poner de relieve los cuatro o cinco problemas fundamentales que tiene España ahora y que ha de corregir, que extenderse a lo largo de unas treinta páginas donde la palabra del señor Tamames se hará espaciosa, lenta y apagada.
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A ver si lo he entendido. ¿Quiere decir el articulista que si el Sr. Tamames habla de Gibraltar es oportunismo de Vox (vinculando a ambos en la intención) pero que por no hablar de la eliminación del estado autonómico (cuestión ésta de bastante mayor calado que la moción de censura que hoy nos trae a cuenta); la memoria democrática; evitar el partidismo; de la ayuda a las familias españolas; el control a la inmigración ilegal o la eliminación del Ministerio de Igualdad (extremos todos éstos de público conocimiento y difusión que están en el ADN de Vox y que son básicos en sus recientes éxitos y respaldo electoral) el Sr. Abascal es complaciente con su no realización?
A estas alturas (y salvando el carácter constructivo que la moción de censura deba tener) hay que saber que de lo que se trata es de reprobar a Sánchez por el inmenso daño que está realizando a España.
Si Vox estaba dispuesto a apoyar al PP en una eventual moción de censura supongo que nadie creerá que habría convergencia programática con éste toda vez que Vox se ha opuesto, en todas las cuestiones que he citado, y que en cambio el Sr. Feijoo se ha mostrado condescendiente con Sánchez.