17/05/2024 04:17

Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía (OCON-Sur): desmantelar el dispositivo contra los narcos fue una cuestión presupuestaria y así zanja las peticiones de dimisión el inicuo Marlasca.

La carga de Marlasca es un muy pesado lastre como para morir tranquilo cuando la Parca decida visitarle. La trayectoria de este aliado del mal es para estar muy intranquilo de conciencia cercano el último suspiro. Malditos los ignorantes y confiados del alma, los que la venden a Satanás, porque malditos serán eternamente como Marlasca… pobre Marlasca que no sabe lo que hace, el muy ladino. Pero ¿de dónde viene ese carácter atravesado y dañino para los demás y para sí mismo?

Tengo amigos de toda condición siempre y cuando sean buenas personas y se distingan de tantos miserables que parecen haber brotado de las hendiduras del suelo en comunicación directa con el infierno. Por algo a esos últimos los denomino hijos de Satanás y estoy seguro de que no me desvío un ápice de la certeza de que lo son. Por sus obras se les conoce y vaya si los distinguen del resto. Uno de estos amigos que no son hijos de Satanás era de la cuerda de Marlaska, además de conocerle personalmente. Una tarde en un alarde de reflexión crítica me dijo que en el juez había algo de retorcido con lo que libraba un pulso diario, fruto de una frustración personal mezclada con una impostada falta de autocrítica; quizá sobrepasado por un complejo de inferioridad que le impedía reconocer sus muchas debilidades y carencias. Después de escuchar su improvisada argumentación sobre un otrora amigo al que no reconocía, le respondí que era bueno conocer de primera mano lo que esconde Marlasca tras la apariencia, pues nada hacía sospechar esta inseguridad comportándose como un autosuficiente mezquino. Me respondió que ese pulso con lo retorcido que había en él, o lo combatía o lo consumía y optó por liberarse del yugo de su frágil complejidad personal sacando lo peor de sí mismo.

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Cuando veo al vergonzoso ministro del Interior Fernando Grande Marlasca, me acuerdo de lo que me hablaba este amigo sobre lo retorcido de su condición personal. La falta de autocrítica acaso como defensa para ocultar sus carencias y debilidades. La reflexión incompleta carente de sensibilidad para aceptar los errores, como si la condición endiosara hasta procurar una especie de orgullo intransigente y  bastante endiablado.

Grande Marlasca salió del armario de la conciencia travestida para descubrirse un sectario prostituido al servicio del Mal. Recuerdo cuando al poco de que mataran a mi padre, sedado letalmente el 29 de marzo de 2020 al salir de su diálisis periódica-en vez de trasladarlo a su casa- durante un programa de eutanasia encubierta y criminal (en menos de un mes asesinaron a mi suegro en una residencia con el mismo método) le entrevistaron con más de 50. 000 muertos reconocidos durante la pandemia agravada por la estulticia, malignidad, sectarismo y oscurantismo que este gobierno miserable ha procurado sin dejar de maniobrar contra el beneficio colectivo. No olvidamos que la sociedad española fue masacrada por la ineptitud y una oscurantista estrategia de politizar el dolor con responsables de la magnificada tragedia en España desde que llegó Sánchez;  afirmó el servil Marlasca en aquella entrevista que el gobierno no tenía nada de lo que arrepentirse. Hablaba una vez más la nauseabunda representación de sí mismo sin careta. Ahora dice que el operativo que asesinó a David y Miguel Ángel era irreprochable…

Este desgobierno de criminales es una representación con identidad concreta del Mal. Junto a Marlasca, observo a todos los cómplices de la malignidad más allá de su condición sexual e identifico a hijos de Satanás con una característica que los unifica sean o no hombres o mujeres, casados o solteros… en todos ellos subyace la biunívoca característica que los identifica como demonios de estos tiempos: la soberbia y la hipocresía.

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Lo que distingue a esta estirpe apocalíptica que parece emergida del mismo averno respecto al resto de las personas que solo desean vivir en paz, considerando los valores morales y la evolución personal, son esas dos características principales y que pertenecen a la siniestra, esa izquierda de la que jamás se dijo que se sentaría a la derecha de un Padre. Íncubos de cierto destino oscuro cuando la vida los escupa.

Junto a estos cómplices de la malignidad, todos reunidos en torno al altar de Belcebú con las túnicas satánicas de la vanidad y la hipocresía, estoy seguro de que aquel que venda su alma al Diablo se irá directo al averno donde recoger las siembras. Y seguro que, a diferencia de otras sensibilidades, no será del gusto de todos aquellos, hipócritas y ensoberbecidos, ciegos confiados, que vendieron el alma al Diablo por hacer el gilipollas satánico sobre la Tierra. Como el culpable de la muerte de David y Miguel Ángel, Marlasca, agarrado a la poltrona de la miseria personal que cosechará con los estertores de un terrorífico último suspiro… Pero antes, que dimita sobre la tierra de su ponzoñoso y sectario cargo.

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