Un ciberataque deja al descubierto los datos personales de los clientes deudores de Orange

No están a salvo ni las grandes empresas de telecomunicaciones. Un proveedor de gestión de cobros contratado por Orange acaba de ser víctima de un ciberataque que ha dejado al descubierto los datos personales de un pequeño grupo de clientes de la multinacional telefónica. La información sensible que ha quedado comprometida incluye todo tipo de especificaciones: nombre completos, direcciones de correo electrónico, códigos IBAN de cuentas bancarias, números de DNI o fechas de nacimiento. Se trata de una filtración que permite a los hackers dibujar un perfil generoso de cada uno de los afectados.

El lado positivo en este incidente es que la empresa atacada se dedica a gestionar el recobro de impagos, una categoría a la que pertenece un porcentaje pequeño de la clientela, por lo que el impacto de esta brecha de seguridad ha sido mínimo. Por el momento, la operadora naranja todavía no ha precisado el número concreto de perjudicados, pero se estima que acumula en torno a veinte millones de usuarios adscritos a sus servicios de internet y telefonía.

Tras los hechos, Orange ha lanzado una notificación dirigida a las personas afectadas, donde se aclara que el acceso a sus sistemas informáticos fue puesto en cuarentena desde que se tuvo constancia del incidente, limitando de esta forma el alcance del ciberataque. En el mismo comunicado se recomienda a los clientes que contacten con su entidad bancaria, e incluso con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), si notan algún movimiento extraño en su cuenta corriente.

Además de esto, la compañía ha habilitado un número de teléfono para solucionar cualquier cuestión relacionada con este asunto. Orange ya ha denunciado lo ocurrido a la brigada de la Policía Nacional especializada en estos temas, poniendo también al corriente de ello a la Agencia Española de Protección de Datos.

Por otro lado, desde la Oficina de Seguridad del Internauta, que opera como una de las extensiones del Incibe, acaba de publicar en sus redes sociales un mensaje de alerta concerniente al ciberataque sufrido por Orange, que incluso ha llegado a considerar de alta importancia. La entidad entiende que lo aconsejable tras acciones delictivas de esta dimensión es que las posibles víctimas busquen sus propios nombres en Internet de manera frecuente para confirmar que no se ha publicado información sensible sobre ellas. En el caso de detectar algún dato en la red que no debería estar publicado, el usuario puede exigir su retirada por medio de la Agencia de Protección de Datos.

Evitar naufragios en la red

Otra de las conductas más frecuentes que los internautas suelen adoptar para no correr riesgos en internet es la de extremar las medidas de seguridad a la hora de efectuar pagos online. Más allá de comprobar que los portales web incorporan la última tecnología en encriptación de datos, conviene asegurarse de que también ofrecen la posibilidad de usar tarjetas de prepago. Estas han logrado consolidarse en los últimos años, sobre todo en los grandes negocios del comercio electrónico y en las plataformas de juegos de azar.

En el primero de los casos, la mayoría de las tiendas digitales admiten estas tarjetas en sus pasarelas, permitiendo con ello que el cliente tenga la opción de pagar sin necesidad de usar sus datos bancarios. A partir de ahí, siempre es preferible emplear prepagos con soporte físico, cuyo funcionamiento no compromete en absoluto la integridad financiera del usuario. El mecanismo no implica dificultad alguna: las tarjetas, que incluyen un saldo y un número PIN, se adquieren con dinero en efectivo en un punto de venta y, posteriormente, se activan insertando dicho PIN en el momento de realizar la compra online.

Lo mismo sucede con los espacios digitales que se dedican al juego, y es que también han sabido adaptarse a las necesidades de los jugadores más precavidos, los que eligen el prepago. En este sentido, destacan por ejemplo los mejores casinos con Paysafecard, un operador que permite hacer transacciones económicas con sólo ingresar el código de 16 dígitos que aparece en sus tarjetas. La gran ventaja que ofrece esta compañía y que ha llevado a la industria del juego a confiar en ella es que, además de que el usuario no necesita registrarse en ningún sitio, se adapta a los requisitos legales que marca la Dirección General de Ordenación del Juego.

Por último, el Incibe insta a los afectados por el incidente de Orange a actuar con especial precaución frente a los correos electrónicos, las llamadas telefónicas o los mensajes de texto recibidos durante las próximas semanas, sobre todo si se desconoce la procedencia de los mismos y si estos se basan en solicitar datos bancarios o información de carácter privado. Lo normal tras este tipo de delitos, como el sufrido por Orange, es que los ciberdelincuentes contacten con las víctimas para tratar de engañarlas haciéndose pasar por la empresa atacada.

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REDACCIÓN

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