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Un error bastante común es pretender proponer medidas ‘socialistas’ de tipo económicas en las diversas situaciones actuales.
Cuando se produjo la brutal estafa de los fondos hipotecarios de 2007 que se llevó por delante media banca del mundo, que tuvo que ser ‘ayudada’ por enormes cantidades de dinero público, mientras cientos de miles de personas perdían su casa, se proponían un montón de medidas económicas para el futuro.
Ahora se proponen otras docenas con la crisis del Covid 19, y en los medios alternativos no dejan de publicarse consejos y medidas ‘necesarias’. Por su parte los demagogos de la izquierda del sistema no dejan de proponer endeudamientos masivos, ayudas, nuevos impuestos y otras medidas.
Ante el problema de la falta de viviendas a precios razonables para los trabajadores se proponen también desde hace tiempo medidas de todo tipo, ‘socialistas’ y que parecen muy correctas para los que leen los diarios.
Muchas de estas medidas son muy razonables al sentido común pero resulta que al aplicarlas suelen tener resultados nefastos, a menudo contrarios a lo deseado, o todo lo más no sirven de gran cosa. Y con toda seguridad si las aplicase en el entorno actual un gobierno ‘nuestro’ llevarían al total desastre, incluyendo la ruina del país por boicot radical económico, sino algo peor.
Cuando en Grecia se intentó por la izquierda salir de la trampa de la deuda contra los planes del sistema, hicieron el ridículo más absoluto, y no solo tragaron con todo lo que se les impuso sino que han perdido abrumadoramente las elecciones siguientes en manos de los mismos capitalistas que habían llevado al desastre.
Ahora cuando Nissan ha decidido abandonar su fábrica de Barcelona para llevar la producción a Francia y otros centros, se ha comprobado como aún hay demagogos que hablan sin entender la situación real. Los de Podemos piden en la prensa ‘nacionalizar’ la empresa, cosa que queda muy bien de cara a los que han quedado en el paro. Pero que no se entiende que significa. Supongamos que lo hicieran, y que les dejaran hacerlo las leyes de la Unión Europea contra la intervención estatal en el mercado, ¿Qué coches iban a fabricar allí? ¿Iban a inventar un coche nuevo? … y lograr que fuera rentable. Ya tenían Seat y acabó en la Wolkswagen alemana para poder sobrevivir.
Es curioso porque ese mismo gobierno de Psoe-Podemos que pide nacionalizar algo tiene a Bankia ya nacionalizada pero con el plan de privatizarla el año próximo (y eso que Bankia es rentable).
Cuando los desgraciados políticos separatistas catalanes empezaron a hacer cosas raras, y sobre todo proponer un impuesto especial para operaciones financieras, lograron que La Caixa moviera su central a Alicante. Y hace poco La Caixa indicó que si las condiciones de mercado impositivo en España se hacían muy duras, podrían llevar su central a Luxemburgo, Bélgica o Irlanda, etc…
Han salido varias noticias denunciando que países como Holanda y otros ‘quitan’ impuestos a España con las multinacionales que se centran en ellos en vez de en España. Lo que indican es que no lo hacen ‘robando’ sino con condiciones distintas de tratamiento de las empresas, y la libertad de movimiento de capitales y empresas dentro de la UE.
Cuando se aplicó el Impuesto de Patrimonio, hubo un claro movimiento de personas y capitales de unas zonas a otras según la presión impositiva, y si fuera de ámbito nacional podrían llevarlos a otro país.
Pongamos que un empresario no quiere externalizar en Vietnam o China su producción por respeto a sus obreros. Tiene conciencia comunitaria. Pero sus competidores que fabrican temas similares si lo hacen, arruinan su empresa, y le obligan a cerrar la empresa. No sirve de nada tener empresarios decentes o leyes buenistas si el sistema es indecente.
Uno podría pensar en poner aranceles fuertes a los países con dumping social de producción, por tener trabajadores en condiciones infames, sueldos mínimos, bajo dictaduras, etc… pero no se hace por razones muy curiosas: Una porque China, por ejemplo, tiene enormes cantidades de deuda USA y europea que usa de chantaje contra presiones económicas. Pero además está la mentalidad ‘progresista’ de mundialismo ‘humano’, que promueve el globalismo económico, no permite su control, y en cambio favorece traer millones de inmigrantes a los que luego debe ayudar aquí pese a tener un paro fuerte en el país de recepción.
Hace poco salió una lista de ayudas a ‘personas necesitadas’ en Ávila, el 98% era nombre árabes, indígenas y africanos.
El paro es el problema para el obrero, que se siente terriblemente atemorizado ante el despido, y la inmigración es la forma del capitalismo para mantener el paro y a la vez tener mano de obra barata y dócil.
Podríamos dar mil ejemplos más, de que medidas razonables y ‘humanitarias’ si se aplican en un sistema de mercado capitalista global solo llevan que al desastre.
La conclusión es evidente, no se trata de reformar el sistema, ni de buscar salidas dentro del sistema, es preciso cambiar de arriba abajo todo el sistema demo-progresista actual una mezcla infecta de capitalismo y progresismo bajo la forma democrática.
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