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El Foro Sao Paulo es una organización para coordinar esfuerzos con el fin de extender la mancha socialista por todo Iberoamérica, incluido España, entendiendo el término como un espacio geopolítico formado por países con lenguas y orígenes latinos. Su pretensión es combatir las ideologías liberales y de enfoque humanista de lo que se  llama el espectro de la derecha, y repetir el paradigma de Venezuela, Cuba y Nicaragua por todo América en una especie de internacional socialista. En ese ataque cultural se incluye a EE.UU, como queda a la vista de lo acontecido durante el nefasto año 2020. En ese órgano de acción política están unas treinta personas de proyección política por haber sido o ser actualmente líderes de la izquierda, en su mayoría con una vocación filocomunista. Entre ellos está Zapatero, que actúa de hilo de conexión entre el Foro Sao Paulo y su hijastro el Grupo Puebla, que es una versión edulcorada del primero.

La prueba del algodón de la implicación de Zapatero en esta estrategia son las manifestaciones graves que hizo el que fue nefasto presidente español involucrándose en la desestabilización de EE.UU, cuando dijo que: “Tenemos que poner a EE.UU. es una situación imposible”. Por casualidad o por causalidad de ello ocurrió que dos meses más tarde las revueltas y la violencia llegaron a EE.UU. El FBI descubrió a Chavistas pagados para poner al país en una situación imposible. Y la expresión máxima de ese proceso lo vemos en los momentos en los que este artículo se está escribiendo, hasta el punto de la intromisión de potencias exteriores en la política norteamericana para echar, literalmente, a Trump del poder, más allá del resultado de las urnas.

Las relaciones de la Agenda 2030, cuyo aparato de operaciones está en China, con estos foros de traslación de las políticas comunistas al cono sur de América aparecen en el anagrama multicolor del Grupo Puebla como hijo del Foro Sao Paulo en una imagen multicolor como la bandera LGTBI y la de la propia Agenda 2030. Y no es casualidad la similitud en la semiótica de comunicación de todas esas expresiones de estrategia mundialista. 

En el caso suramericano la estrategia es clara. Tiene como objeto cargarse la Organización de Estados Americanos para sustituirla con la pretensión de extender el socialismo por todo América, incluido los Estados Unidos de América, se entiende que de forma progresiva y cambiando sus estructuras fundantes.

Veamos los veinte puntos tratados en la reunión celebrada en septiembre de 2020 del Foro Sao Paulo: (Las negritas son del autor de este artículo)

 

Después de la pandemia, se propone desarrollar “el plan estratégico de la desestabilización”. Aprovechar la debilidad económica de los Estados. Bajo la hambruna, organizar a la gente, contra el sistema imperante.

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Generar movilizaciones masivas, como las anteriores al Covid 19, que resultaron actos desequilibrantes, en Chile, Colombia, Ecuador y restos de satélites de la órbita estadounidense.
Continuar en todos estos países la organización y formación de la guardia paramilitar.
Proponer las reformas constitucionales para facilitar la toma del poder. Señalan como magnífico ejemplo, el avance en Chile.
“Hemos penetrado las luchas de la equidad de género y el racismo”. Estamos arrinconando el imperialismo y estas banderas, como la desmitificación de las religiones, han sido bien aprovechadas por nuestros militantes.
Los sectores esotéricos también deben ser impulsados y deben formarse en los preceptos revolucionarios.
Control de los medios y redes de manera progresiva. Venezuela y Argentina disponen de los apartados financieros, para las adquisiciones que debemos realizar, a efectos de la penetración de masas. Medidas ejemplarizantes a los comunicadores que atacan la revolución. Acciones contra los “tuiteros”.
La agenda progresista debe promover el aborto libre y el consumo de droga como parte del desarrollo de la personalidad.
Impulsar la teoría de la relatividad de los valores:” todo lo que favorezca la revolución es bueno”.

 

Crear proyectos de símbolos nacionales. Convertir los casos de crímenes policiales en bandera popular.

 

Intensificar las campañas del “culto al líder” en cada uno de los países.
Reformar la educación, enfocada en el adoctrinamiento de la lucha de clases.
Crear las células de control ciudadano con autoridad localizada. Bonos populares de apoyo. Movilizaciones y tomas planificadas. Venezuela y Cuba ofrecerán el entrenamiento y la capacitación para estas tareas.
Destrucción de todos los partidos políticos no comprometidos con nuestros postulados.
Georreferenciación y el perfilamiento de empresarios. Muchos ya están colaborando o comenzaran a ser destruidas sus empresas que pasaran al poder del pueblo.

 

Sembrar en todas las instituciones infiltrados de izquierda e impulsar estructuras paralelas a los entes del Estado.

 

Crear mecanismos de trazabilidad del dinero por vía tecnológica. Control de bancos, divisas y rastreo a los capitales no afines a la revolución.

 

Invasiones masivas. Reparto de propiedades.

 

Empobrecer la sociedad para mantener el control social.
Especial énfasis en la penetración de las redes sociales. Sin tapujos han dicho los líderes de esta cofradía: “pasamos de la brisa a la tormenta bolivariana”.

 

Desarrollar todos estos puntos en un artículo sería propio de un manual de la revolución y no es apropiado para una extensión de un artículo. Pero quiero llamar la atención sobre muchas de las cosas que han ido sucediéndose en España de la mano del actual gobierno socio-comunista, para que veamos la ligazón existente entre esa estrategia diseñada para la América latina y lo ocurrido durante el año 2020 aprovechando la pandemia en España.

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Destaco lo más relevante:

La hambruna. Organizar a la gente para que acepte el cambio a un vector de izquierdas. Esto está relacionado con el tema “okupa”, el reparto de propiedades, el perfilamiento de empresarios arruinados para tenerlos subsidiarios a través de los “ERTES” y atados de píes y manos, la trazabilidad del dinero con la perspectiva de la desaparición del dinero físico etc. Es decir, la izquierda necesita de la miseria y la pobreza para implantarse.
Reformas constitucionales como en Chile con previas acciones de desestabilización. 
Desmitificación de las religiones ligado a los grupos esotéricos (entiéndase masones), y, con relación a la subversión de los valores tradicionales, induciendo a la ideología de la muerte: aborto, eutanasia, la destrucción de la familia en su aspecto antropológico, el control de la educación para crear un adoctrinamiento con fondo ideológico y modificando así el sentido y el objeto de la fenomenología educativa, etc.  Es decir, la relativización de los valores. Creando la mentalidad relativista todo es posible y nada perenne.
Control y censura en las redes y medios de comunicación, desinformación y adoctrinamiento colectivo a través de la modificación cognitiva.
Estructuras paralelas a las del Estado, mediante grupos de acción directa,  lobbies y asociaciones fuertemente subvencionados, etc, cuyos objetivos son crear una mancha de invasión sobre los modelos de pensamiento imperantes para sustituirlos.  Y así, destruir a los partidos no sometidos al paradigma que se pretende subordinante. Hablando claro: modelo característicamente leninista, para crear una sociedad homogénea y totalizadora. Para ello, lógicamente necesitan a los “infiltrados”, es decir al comisario político y al típico “chivato” del sistema, muy típico en países como Cuba. Y “células” es decir soviets camuflados para lo que en su momento sea preciso desarrollar en la idea de sometimiento y represión del que se atreva al pensamiento divergente.

Es evidente que esto no es el típico modelo socialdemócrata que podríamos asimilarlo a la figura de Besteiro, más bien se trata de un modelo característicamente ligado a la figura de Largo Caballero, si tenemos que personalizar los modelos ideológicos.

Observen lo que está ocurriendo en España, sobre lo cual la mayoría de los españoles parecen no advertidos. Y saquen consecuencias. Aún estamos a tiempo de impedirlo.

Autor

Ernesto Ladrón de Guevara