22/11/2024 07:28
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Bajo el lema Patría del Vino, se ha presentado la nueva propuesta turística de Socuellamos, el mayor viñedo como es considerado.  Un enclave privilegiado, en pleno corazón de La Mancha, lleno de  atractivas propuestas por descubrir, mucho más allá del vino como eje estructural.

El acto, celebrado en la Oficina de Turismo que posee la Comunidad manchega en la capital conto con la presencia de su alcaldesa, Elena García y el concejal de cultura Pedro Arrabales, encargados de dar a conocer todas las bondades, no solo gastronómicas, de esta pequeña gran localidad de Ciudad Real, a escasas dos horas de Madrid, para un visitante ávido por descubrir y es que como reza su promocional, “Socuéllamos lo haces tú”, con tu presencia.

Prepárate para sumergirte en un mar de vides.  Este municipio de Ciudad Real alberga la mayor superficie de viñedo, en pie, de Europa.  Por este motivo, ofrece, durante todo el año, un sinfín de actividades con el Enoturismo por bandera. Divulgativas y formativas, Manchavino, para todos los públicos, talleres escolares, eventos, en relación a este su embajador que traspasa fronteras. Con su Museo Torre del Vino, como estandarte, en funcionamiento desde el 2004  sobre un asentamiento muy peculiar, la vieja estación de ferrocarril que allá por mediados del siglo XIX  trajo el desarrollo vitivinícola a la región y supuso un salto internacional del que hoy queda buena muestra y se puede disfrutar.

Como también de su casco antiguo, con la plaza del Coso, hoy de La Virgen. O la Casa de la Encomienda. Donde se pueden admirar su gran patrimonio cultural a través de los vestigios iberos y romanos, impregnados en sus señoriales edificios, o de la Antigua Orden militar de Santiago. No en vano, es Tierra de comendadores, por donde anduvo también la Santa, “cuya venta de Manjavacas, inspiro aquello en lo que El Quijote fuera armado  caballero”.

Otro de sus múltiples atractivos es un simple paseo por sus singulares veredas, ahora con el buen tiempo y disfrutar de sus atardeceres.  Con los chozos, uno de los mejores ejemplos de arquitectura en piedra seca. Sin duda un lugar, de visita obligada, en la Ruta del Vino de La Mancha, coronado con su esbelta torre de Nuestra Señora de la Asunción, de inusual medida para la época, casa de su patrón, que da prestigio al logo, hermanados por la copa de vino en señal de bienvenida del calor de sus gentes.

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Saca tiempo, sin prisa,  para disfrutar, mézclate y empápate de su vida cotidiana en pleno pulmón de  sus plazas, como la de la Constitución. Acércate a sus ermitas, Nuestra Señora de Loreto o San Isidro, en el paraje de Titos. Descubre la apacible tranquilidad en sus parques a los pies del Museo donde su torre atalaya, con más de 30 metros de altura es  hoy símbolo y faro del pueblo,  te aportará una vista sin igual y abrirá su apetito, para descubrir su otro gran referente, su excelente gastronomía más allá de las ya afamadas gachas.

Tortas de mosto, ensaimadas rellenas, arropes, y su mostillo (un tipo membrillo) que les hace únicos, junto al inconfundible sabor del tomate moruno,  “elevado a la categoría de postre”, propio de agosto y, los ya emblemáticos aceites, quesos y vinos que ya daba constancia de ello en sus renglones el maestro Cervantes.

Arte, Naturaleza, Gastronomía y cultura de Vino,  una escapada redonda. Y aunque la propuesta se prefija en esta época, la verdad es que se puede disfrutar durante todo el año porque como señala su alcaldesa, “siempre hay una fiesta, es un no parar”.

Autor

REDACCIÓN