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“Me he divorciado y quiero vender mi parte de la casa que tenía con mi mujer”. Esta es, quizá, la frase más escuchada tras el teléfono en la primera toma de contacto de un copropietario con una empresa que compra partes de viviendas. La segunda posición se la disputan “he heredado parte de un piso y quiero venderla” y “¿puedo vender mi parte si mi hermano, pareja o primo no quiere?”

Aunque el proindiviso inmobiliario es una figura bastante usual, es poco conocida, incluso una situación indeseada en buena parte de las ocasiones.

Heredar una cuarta parte, una octava, o una décima parte de la mitad de una casa en el pueblo es una tesitura por la que muchas personas pasan a lo largo de su vida. Y muchas de esas personas desconocen las opciones que se presentan.

UN MERCADO CRECIENTE

En España, el número de divorcios en 2021 fue de 86.851, un 12,5% más que el año anterior (el año del confinamiento) pero dibujando una tendencia lentamente bajista desde 2012. Con todo, desde Gestión Integral de Proindivisos, empresa decana en la compraventa de partes de viviendas indican que “los afectados por situaciones de divorcio están cada vez mejor informados y conocen opciones alternativas a la venta de la casa común”.

Las dificultades a la hora de acordar precios, inconveniencias, desacuerdos en el uso, etc., entre quienes se encuentran en situación de divorcio, y también entre coherederos, han favorecido el crecimiento de empresas que comprar partes de viviendas durante los últimos años.

Ramón L., CEO de GIP, señala que “cada vez existe un mayor conocimiento de la figura del prroindiviso y cada vez más gente opta por esta vía para ahorrarse problemas judíciales, pérdidas de tiempo, problemas con ex-cónyuges…, de hecho, en el ejercicio presente, 2022, hemos previsto un crecimiento en el número de operaciones del 10% hasta final de año.”

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También las viviendas transmitidas por título de herencia han crecido año a año desde 2015, encontrando en 2021 un pico notable, que ha redundado en una mayor adquisición de operaciones para las empresas de compraventa de proindivisos. Atendiendo al estudio realizado, el interés por la compraventa de partes de vivienda ha crecido en los últimos años, y se espera que el mercado de proindivisos en 2022 termine con un crecimiento del 10%.

SITUACIONES MÁS USUALES

En cuanto a los datos que se analizan, destacan las localizaciones en que las empresas que compran proindivisos prefieren actuar: poblaciones costeras del Mediterráneo, Málaga y alrededores, o las Islas Baleares, sin despreciar las grandes ciudades de interior, entre las que despuntan Madrid o Sevilla.

También la cuantía de las operaciones de compraventa llama la atención: desde 8.000 hasta los 400.000 euros en viviendas de tamaño medio (en torno a 100 metros cuadrados) lo que, como nos indican los especialistas del sector, manifiesta las opciones de venta de un proindiviso sea cual sea su procedencia o su tamaño: desde pequeños estudios en localidades costeras hasta edificios enteros en grandes ciudades.

Por su parte, las operaciones de compraventa por su origen se distribuyen entre un 60% las derivadas de herencia, seguidas con un 35% de las derivadas de divorcio y, finalmente, con un 5% las procedentes de otras situaciones particulares y diversas.

Autor

REDACCIÓN