Al hilo de la cansina, injusta, discriminatoria y perjudicial igualdad, y peor aún de ese feminismo desorejado, tan poco femenino, desde hace décadas las mujeres invaden nuestras FFAA ocupando puestos de todo tipo sin discriminación alguna; bueno, no exactamente así, pues entre otros, y como ejemplo, sus pruebas físicas son distintas… mucho más suaves; lo que no hace falta ser un lince para imaginar que tal hecho va en detrimento de la eficacia y cohesión de cualquier unidad, sea la que sea.
Es más, el ministerio de Defensa, no sólo sus cargos políticos, con independencia de su color ideológico, sino también los mandos militares, alardean de que España es la nación de Europa que más porcentaje de mujeres en proporción tiene en sus FFAA.
Al hilo de lo dicho, surgen algunas preguntas:
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¿Desde que se viene produciendo esa invasión, que además va in crescendo, son nuestras FFAA más eficaces?
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¿Están física y psicológicamente preparadas las mujeres para todos los puestos?
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¿Sus evidentes diferencias físicas con los hombres afectan al rendimiento de las unidades, sobre todo de algunas?
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¿Sus diferencias biológicas provocan un aumento del gasto militar en comparación a cuando sólo había hombres?
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¿Su presencia en las unidades genera problemas anímicos, sentimentales, de rivalidad, etc., que antes no existían?
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¿Pueden nuestra FFAA permitirse el lujo de someter su política de personal a la moda de la ideología de género, y en concreto en este caso a su variante feminista?
La invasión de la mujer en nuestras FFAA sin haber elaborado antes un catálogo de puestos muy estudiado, meditado y estructurado las está perjudicando, y además gravemente, reduciendo su eficacia y operatividad hasta niveles inadmisibles. En aras a esa pretendida y falsa igualdad, producto demagógico de dirigentes políticos y también de mandos militares que sólo miran por mismos, se corroe la disciplina, la unión, la camaradería, la autoridad, se generan rencillas y se desperdician recursos de todo tipo.
La mujer tiene, sin duda, su lugar en las FFAA, pero no, ni mucho menos, como se viene procediendo.
Con la seguridad y defensa de nuestra Patria, de España, y por lo tanto de los españoles, no se puede jugar tan alegre como demagógicamente se viene haciendo, al tiempo que tan injustamente; si es que, claro, se tiene conciencia real de lo que supone la Patria, España y el pueblo español, y de la responsabilidad que entraña pertenecer a sus FFAA.
La cosa, que no viene de ahora, está llegando a niveles que superan la posibilidad de otorgar a los responsables de todo tipo, también a los mandos militares, el mínimo beneficio de la duda, no pudiendo eximirles por ignorancia ni incluso negligencia, de forma que no queda otra que acusarles de traición.
PD.- Y eso en tiempos de “misiones en el exterior” (¿?) en las que, por mucho que digan e intenten convencernos, nada se hace, sino pelar guardias. Para qué decir si nos viéramos envueltos en un conflicto armado de verdad; en los más recientes a las mujeres no se las ha visto el pelo en primera línea con independencia de las características de los bandos enfrentados y del tipo de guerra. ¿Por qué será?
Francisco Bendala Ayuso. Teniente Coronel (R)
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