28/04/2024 08:19
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La mujer empoderada actual no se da cuenta de que está cavando su propia tumba.

El feminiestalinismo de estos tiempos ha conseguido que muchas mujeres se hayan vuelto totalmente esquizofrénicas.

Los hombres cada vez estamos más hartos y por ello han salido movimientos como el MGTOW. Este Movimiento es la contrapartida al feminismo. MGTOW significa “Men Goes Their Own Way”, traducido al cristiano: HOMBRES SIGUEN SU PROPIO CAMINO.

Cada vez tiene más adeptos, ya que el hombre está hasta las mismísimas pelotas del sistema ginocéntrista y de ser abusado por el estado.

La mujer está siendo totalmente abducida por una ideología que, además de convertirlas en víctimas, criminaliza al hombre de todos sus traumas.

Las mujeres actuales, creen en su fantástica fantasía que no necesitan a los hombres y que estos son inservibles y además, nocivos.

Muchos ya están «cogiendo las de Villadiego” y no se acercan a ellas más que lo imprescindible.

¿Para qué vas a tener una mujer si no te puedes fiar de ella y te puede destrozar la vida?

La mayoría de los divorcios los piden ellas y el sistema está diseñado para que se queden con todo. No solo con tu hijo, o hijos, sino con la casa que aún estás pagando.

Las denuncias falsas se multiplican por miles y los hombres se suicidan desesperados ante una situación kafkiana o borgiana, -por Lucrecia más que por Jorge Luis (Borges)- .

En china, los jueces dan la patria potestad al componente de la pareja que puede ofrecerles la mejor situación, o sea, a quien tenga una capacidad económica superior con la que hacerse cargo de mejor manera de la prole, independiente de su género.

En España y en occidente, es a la inversa. De igualdad nada. Van con la mujer y si esta no tiene dinero, que sé lo dé el padre.

Las majaderas que siguen esta idiocracia están fomentando una guerra entre sexos y sacando partido de esa terrible situación.

Las mujeres ya no tienen hijos y el ratio de natalidad es cada día peor. Si no contamos con los hijos de las parejas extranjeras, los españoles estarían a la altura de Korea del sur que es el país donde menos bebes nacen en el mundo.

Esto en términos reales significa que la sociedad se está suicidando.

Los «izquierdos» son los artífices de esta situación, ya que son los meros alcaides de una granja de bestias asilvestradas que no se dan cuenta de la manipulación.

La autoridad global quiere que se reduzca la población y ha pedido a sus capataces que articulen las políticas que fomenten el sacrificio en las «piedras guía de Georgia».

Odio a los hombres y victimismo es tan solo una de ellas. El feminismo cuenta con todos los medios económicos y políticos para volver esquizoides a las incautas féminas que no entienden cómo se les toma su «larga crin de ideas cortas» como acuño Lorca y «acoño» Cela posteriormente.

Muchos machos emigran a países menos modernos donde aún permanece algún tipo de femineidad y así buscar a la madre de sus hijos. Países hispanoamericanos han sido desde hace tiempo un reducto donde se podían encontrar mujeres aún no desnaturalizadas, pero ya no.

En Hispanoamérica, como en todas partes del mundo, la agenda es seguida al pie de la letra escarlata (por el color y por la novela de Hawthorne). Se impulsa la paranoia de género y se fomenta el odio al varón y a todo lo que sea masculino.

En realidad, están destruyendo la feminidad y transformando a las trastornadas femeninas en esperpentos masculinos. Ya no existen mujeres como las de antes, ahora son tan solo groseras copias de color morado, más parecidas a un estibador de un muelle maleducado y sudoroso que a una señora con valores y honor.

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Las niñatas actuales se comportan con una zafiedad que es escandalosamente grotesca. Ellas mismas son horripilantes en todo su conjunto. No solo es que hablen mal, vistan mal, huelan mal, sino que su grosería es tan inmensa que ya poco les queda para desaparecer como componentes de la especie humana y unirse al desorden de los primates menos «mates» (de mate, en inglés, compañero o amigo cercano).

No hay hombre en su sano juicio que le guste un adefesio de estos. Antipáticos y acomplejados seres de disgustada mirada e histriónico comportamiento. Ruidosas y gritonas no cesan en su empeño por empoderarse cuál gorilitas enfurruñados que exigen el oro y el moro. Y el moro llega y a raudales, mientras se gastan – las locas – los caudales en disparatezas de lo más curiosas. Algunas de ellas, como las «charocharlas» sobre como tocarse la «figa» o la perspectiva de género sobre untar los churros en el chocolate caliente.

Quieren no sé qué cosa y han perdido toda noción de la lógica más básica.

En su inmenso globo color rosa, viven una paranoia colectiva que hasta ahora les ha salido a cuenta.

Los hombres no aguantan más y ya no las ven como personas de fiar. De hecho, casi ni como muñecas para el sexo. Una mera aventura puede destrozarte la vida si a la niña se le cruza el cable.

Además, que tienen la regla -y eso las vuelve aún más histéricas-, todo el sistema las apoya con consignas tan abiertamente insultantes como ilógicas:

<<Yo si te creo hermana.>>

Como si fueran seres de luz y la humanidad y sus miserias les fuera ajena. ¿Será que no hay mujeres malas? ¿Será que no mienten? ¿Será que no asesinan?

Pues ellas creen que no en su infumable versión de los hechos.

¿Qué pasa entonces?

Simple, los hombres huyen de estas cucarachas atormentadas y peligrosas a una velocidad de vértigo.

Mientras son jóvenes, parece que no les afecta porque siempre hay algún “pagafantas” necesitado que por echar un «carquiñol» les seguirá el juego.

Estos «manginas» suelen ser explotados y humillados, pero como hay de todo en botica, aguantan por echar un “Kiki”.

Pero no todos los hombres son pusilánimes ni imbéciles y cada día menos. Así que ya hay una sistemática huida de estas “pelo lilas” con trenzas en la axila. La horda roja femenistalinista fomenta el lesbianismo abiertamente previendo las consecuencias ya palpables.

El sistema también apoya la homosexualidad y la indecencia en todos sus ámbitos como receta infalible para romper la sociedad. Yo he visto películas donde se promocionaba el acostarte con tu propia prima y falta poco para que Irenita y sus “vulpes” empiecen a promover el amor inter especie para que los mas progres se lo monte con sus «caniches o dóbermans».

Todo está en la agenda y estas abominables criaturas con poder – hoy ya menos, gracias al cielo – , lo explotan sabiéndolo o no. Desconozco si su estupidez es tan inmensa, aunque no me extrañaría que sí. La cuestión es que como todo, está planificado para hacer negocio.

La solución ya ha llegado y dentro de poco lo veremos de manera mucho más obvia y clara.

Las robots sexuales ya están aquí y no son feministas. Ni protestan, ni discuten, ni se enfadan, ni te hacen la vida imposible con sus neuras.

No, no. Está ahí siempre arregladas y jóvenes. No quieren irse de fiesta con sus amigas ni follarse al vecino del tercero. No se ponen celosas ni te impiden ir al futbol. Tampoco se cabrean por nimiedades, ni gritan, ni se quedan en silencio para martirizarte. No hacen nada de eso, pero sí hacen el “delicioso”.

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Siempre dispuestas, amables y cariñosas. No te abandonarán ni te perderán el respeto. No se mirarán a tu amigo Jeremías ni a su profe de Pilates. Tampoco discutirán ni protestarán si llegas tarde o roncas. Ni siquiera se inmutarán si eres demasiado cariñoso y atento con tu secretaria o la vecina tetona de Letonia.

Sonreirá igual. Tú aún más.

Puedes elegirla como más te guste y la tendrás. Los androides están hechos a tu medida y la tecnología las maquillará de la manera más sensual según tu exacto criterio.

¿La quieres con ojos verduscos? ¿Cabellera rubia? ¿Piernas largas y melones inmensos? No te preocupes, ni siquiera tendrás que pagar extra. Por un módico precio, casi insignificante si contabilizas el costo de un divorcio con la casa y la manutención incluidas, poseerás a una bella damisela de sonrisa eterna.

Te hablará de lo que gustes, o si lo prefieres callará para que veas la peli que tú quieras. Te esperará siempre y en lencería fina para que cuando llegues, puedas obtener lo que anhelas.

Su tono de voz será regulable y le podrás preguntar sobre lo que quieras porque su sistema de inteligencia artificial te solventará cualquier duda. Si me apuras, hasta té encargará la cena y vigilará la casa cuál leal rottweiler bien adiestrada.

Se reprogramará conforme a tus gustos, así que ella será tu sirvienta sexual más complaciente. Las están haciendo hasta con temperatura corporal real, con movimientos y hasta con simulaciones perfectas de orgasmos. ¿Cuántos quieres? ¡Pues ala, ahí los tienes, Superman!

La tecnología sigue su curso y los magos del diseño y la programación se mejorarán a sí mismos.

No hay duda, estas angélicas muñecas robots van a quitar los maridos a muchas mujeres. O mejor dicho, las mujeres ya no van a tener una colección de lilas y gañanes detrás para hacerlas sentir Venus de Milos inmerecidamente.

Quizás ahora parezca algo improbable, pero ya te digo yo que esta industria mueve miles de millones y subirá como la espuma.

Vosotras, locas del “potorro peludo”, seguir gritando y montando pollos que la industria de las “ciborg-putas” se frotan las manos.

Si la intención es reducir la población, casi asegurado que con el feminismo y estas concubinas electrónicas, eso sucede.

Ni tendrán hijos, ni se volverán locas, y si se les cruza un cable, la desconectas y la envías a arreglar. Te volverá dulce, con olor a nueva y si me apuras, le tiñes el cabello de otro color, le cambias los ojos a azul turquesa, y los labios se los recauchutas al máximo.

Le pones el programa de dominatrix cuando tengas una nochecita “kinky” y te aseguro que te ahorrara pasta en bares, en salud psicológica y equilibrio emocional. No tendrás que aguantar a locas sombrías de paranoias varias y sus gilipolleces. Ni invitaras a copas a aprendices de cortesanas, ni aguantaras boberías de narcisistas consentidas, ni nada.

Ahorrarás tiempo y dinero. Estarás más contento, en paz y siempre bien atendido por una inteligencia artificial que quiere servirte y que estés alegre.

¿Y ellas?

Las locas “de tirar piedras” jugarán con su Satisfyer, martirizarán a su gato “toto”, verán Netflix y se beberán un litro de vodka cada noche.

Quizás todo esto sea irreal y esté premeditado, pero a muchos los va a salvar de una pesadilla muy real y no meritoria.

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Aliena

Sí, es cierto y el articulista tiene razón. Pero lo que el muy pillín no dice es que, en esos tiempos por él ( y tal vez por mí ) tan añorados, los hombres también vestían bien ( ahora han desterrado la corbata y las americanas ), se afeitaban y no se dejaban esas medias barbas que dan ese aspecto de terrorista en busca y captura, hablaban con pulcritud e incluso perfección en radio y televisión, tanto en cuanto a dicción como en gramática ( muy lejos de los «Jjjjjjoeee, masho, lo que nos han contao…» o «Lo’ niño’ abusado'», «Tenemo’ stock», «Los eventos, eventos y requete-eventos», «Nos influencian», sustitución del subjuntivo, etc, etc. ) y no cometían esas faltas de ortografía ( en este mismo artículo hay una pavorosa falta de comas, tildes e incluso alguna «h» o se confunde la «S» con la «Z» ), amén de no cometer la felonía de utilizar esa ridícula y tan poco española «K» no sé si para hacerse los modernos o los interesantes ( de nuevo en este mismo artículo ), por no citar los giros absolutamente extranjerizantes o inexistentes ( y siempre innecesarios, no vienen ustedes a traer la luz a un idioma romo e incompleto ). Es decir, señor mío, si se añora el pasado, se hace con todas las consecuencias, no sólo en lo que a uno le duela o le haga una especie de retorcida ilusión.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Cierto. Muy cierto y algo peor aún: la falta de coherencia interna y desarrollo textual, además de una división en «párrafos» ridícula.

Saray

¡¡¡Muy bien contestado!!! También está lleno de ira hacia la mujer , o al menos , eso me ha transmitido a mi, si lo han hecho como técnica de venta , sustituyan al que se le ocurrió esa maravillosa idea.

Azul

» …ahora han desterrado la corbata y las americanas»
Sí, añadiendo los correspondientes pantalones de pinza, sustituídos por esos infumables pantalones tipo tubo, que a veces incluso parecen pantalones-media…

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

La cita de la Letra Escarlata es una chorrada cultureta que no es congruente con el mensaje y tema de la novela. En ésta se muestra como la sociedad puritana estigmatiza a una madre soltera y la obliga a llevar la letra a de adúltera en mayúscula y de color escarlata cosida a sus vestiduras. Obviamente, no tiene nada de nada que ver con lo que pueda pensar el que no conozca la novela pero lea este artículo.

MARÍA RAQUEL JIMÉNEZ GARCÍA

FRENTE AL CAOS, Y LA GUERRA DE SEXOS, LO ÚNICO COHERENTE ES EL EQUILIBRIO.
SALUDOS DESDE EL NÚMERO DEL UNIVERSO

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