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El día 4 del corriente dos de mis lectores criticaron con vehemencia mi artículo Esto no lo pueden borrar ni mil Urkullus argumentando que el PATRIOTISMO, al contrario de lo que expongo, puede ser y ha sido desarraigado de parte de la población española. Por eso quisiera rogaros que me permitiérais hoy dedicar este espacio a explicar este interesantísimo asunto. ¿SE PUEDE DESARRAIGAR EL PATRIOTISMO?
La base biológica del patriotismo
A pesar de nuestra gran capacidad para decidir (libre albedrío), en última instancia los seres humanos, como el resto de los animales, somos una especie de “robots” comandados por núcleos neuronales que codifican un conjunto de comportamientos (pulsiones) que hacen posible la supervivencia del individuo y de la especie.
Entre ellos destaca el comportamiento TERRITORIALIDAD. Este, que está presente hasta en las especies nómadas durante el apareamiento (Lilian T Manica, Jeff A Graves, Jeffrey Podos, Regina H Macedo. 2020; Renata Durães, Bette A. Loiselle, Patricia G. Parker, and John G. Blake. 2009), es el que hace que los animales sintamos la NECESIDAD de defender con la vida el suelo que ocupamos. Ya que vinculado al territorio están el refugio, la comida, el abrevadero y la posibilidad de encontrar pareja (lo imprescindible para la existencia del sujeto y de la especie).
El comportamiento Territorialidad es un grupo de neuronas interconectadas estratégicamente en el marco de una red innata formada por la AMÍGDALA CEREBRAL (Herry et al., 2008; Marek, Strobel, Bredy, & Sah, 2013; Tottenham, 2015; Tye & Deisseroth, 2012; Davis & Whalen 2001; Hsu, Bhatt, Adolphs, Tranel, & Camerer, 2005), el HIPOTÁLAMO (Anderson, 2012; Allsop et al., 2014; Choi et al., 2005; Herry et al., 2008; Marek et al., 2013; Sabihi, Dong, Durosko, & Leuner, 2014; Sabihi, Durosko, Dong, & Leuner, 2014; Tottenham, 2015; Tye & Deisseroth, 2012) y el núcleo GRIS PERIACUEDUCTAL (Floyd, Price, Ferry, Keay, & Bandler, 2001; Franklin et al., 2017; Gabbott, Warner, Jays, Salway, & Busby, 2005; Ko, 2017; Risold, Thompson y Swanson, 1997).
En mamíferos sociales, como es nuestro caso, el comportamiento Territorialidad actúa a nivel de población y es quien nos impulsa a atacar a los poseedores de los territorios vecinos con el fin de expandir el nuestro y a defender el propio a costa de la vida. Ese territorio que se trata de incrementar o de defender, impulsados por el comportamiento Territorialidad, los humanos lo hemos denominado PATRIA. Y la inmensa mayoría de los mamíferos sociales defienden sus territorios patria, destacando los SURICATAS (Mark Dyble, Thomas M. Houslay, Marta B. Manser and Tim Clutton-Brock 2019; P A Green, Faye J Thompson, Michael A Cant. 2022) y los CHIMPANCÉS (John C. Mitani, David P. Watts, Sylvia J. Amsler. 2010; Christophe Boesch, Catherine Crockford, Ilka Herbinger, Roman Wittig, Yasmin Moebius, Emmanuelle Normand 2008; Jennifer M. Williams, Gary W. Oehlert, John V. Carlis, Anne E. Pusey. 2004; Richard w. Wrangham, michael l. Wilson. 2010) que se organizan militarmente y hacen guerras, como nosotros, para invadir el territorio de los vecinos.
La superestructura cognitiva del patriotismo
La red neuronal innata que codifica el comportamiento Territorialidad ni si quiera sabe en el cerebro de qué especie está. ¿Cómo aprende esto y en consecuencia, cómo aprende a interactuar con el entorno específico de la especie portadora para hacer que el sujeto se haga con un territorio y lo defienda? Esto sucede gracias a la información que se obtiene mediante la experiencia vivencial. En otras palabras, la información multisensorial acerca del territorio en el que estamos, donde comemos, bebemos, dormimos y nos apareamos durante un período de tiempo prolongado, es lo que los animales asumimos como “patria”. De ahí la sentencia popular: “el hombre no es de donde nace sino de donde pace”. Aunque la patria de nacimiento no se olvida nunca.
Los conocimientos que indican cual es el territorio patria (donde está y de donde a donde es) y aquellos que nos permiten interactuar con el resto de animales del entorno, con específicos o no, en aras de defenderlo, se codifican en el marco de la redes que establecen algunas de las estructuras que integran el comportamiento Territorialidad con el Córtex Medial, por ejemplo la red HIPOTÁLAMO-MEDIAL PREFRONTAL CÓRTEX (Herry et al., 2008; Marek, Strobel, Bredy, & Sah, 2013; Tottenham, 2015; Tye & Deisseroth, 2012) y la red AMÍGDALA-MEDIAL PREFRONTAL CÓRTEX (Anderson, 2012; Allsop et al., 2014; Choi et al., 2005; Herry et al., 2008; Marek et al., 2013; Sabihi, Dong, Durosko, & Leuner, 2014; Sabihi, Durosko, Dong, & Leuner, 2014; Tottenham, 2015; Tye & Deisseroth, 2012; Herry et al., 2008; Tye & Deisseroth, 2012; Marek et al., 2013; Tottenham, 2015). Una vez que nuestros conocimientos acerca del territorio patria se asocian a los núcleos innatos que codifican el comportamiento Territorialidad, este tendrá la capacidad de activarse en cuanto otros sujetos lo invadan, encendiendo de inmediato las emociones: ENFADO, DESAPROBACIÓN, CONTRARIEDAD, MALESTAR y FURIA incontrolada (Porges, 1995; Gunnar & Quevedo, 2007; Vázquez 1998; Gunnar & Vazquez, 2001), conjuntamente con las sensación de NECESIDAD perentoria de defender nuestro suelo, emociones todas que se representan (las sentimos) gracias a la ÍNSULA ANTERIOR (D.C. Tippett, B.R. Godin, K. Oishi, K. Oishi, C. Davis, Y. Gomez, L.A. Trupe, E.H. Kim, A.E 2018; K. Motomura, Y. Terasawa, A. Natsume, K. Iijima, L. Chalise, J. Sugiura, H. Yamamoto, K. Koyama, T. Wakabayashi, S. Umeda 2019; Craig, 2002 , 2003; Critchley, 2005; Singer et al 2004).
El nacionalismo y el comportamiento Territorialidad
Los humanos tenemos la ventaja de que podemos transmitir la información acerca del territorio patria mediante el lenguaje. Y esto es precisamente lo que aprovechan los políticos nacionalistas para crear los sentimientos nacionales a través del uso exclusivo de la lengua propia, de resaltar las diferencias con el resto y sobre todo, lo que más influye, repetir incesantemente que el suelo propio podría ser ocupado o que está invadido por otros y que esos enemigos maltratan o maltratarán y esquilman o robarán a los suyos, los verdaderos dueños del territorio. Esta información se anexa, gracias a las redes mencionadas, al comportamiento Territorialidad, configurándose así, conjuntamente con la idea de patria (en el caso de los otros animales sería la representación en imágenes del territorio) la necesidad de defenderla, ya que esa es la tarea por y para la que existe la pulsión innata Territorialidad.
¿Se puede desarraigar el patriotismo?
Los circuitos que nos permiten aprender, al contrario de los innatos, son removibles, esto es lo que hace posible aprender una cosa y cuando aprendemos otra que mejora o cambia el conocimiento anterior, lo desaprendemos. Esto ocurre gracias a la gran neuroplasticidad del cerebro (Paradiso, Michael A.; Bear, Mark F.; Connors, Barry W. 2007; Bliss TV, Collingridge GL1993; Malenka R, Bear M 2004; Mark F. Bear, Barry Connors; Eric R. Kandel, James H. Schwartz, Thomas M. Jessell). En la práctica el PSOE, especialmente con Zapatero y Sánchez, han hecho todo cuanto han podido por desarraigar el patriotismo español prohibiendo la enseñanza de nuestra historia, acallando cualquier manifestación de españolidad, tratando de borrar nuestras costumbres, símbolos, raíces e idiosincrasia; lo que sin duda genera, en tiempos de bonanza y de paz un adormecimiento letárgico de los sentimientos nacionales que podría confundirse con desarraigo. Pero, de facto, lo único que han podido hacer es remover momentáneamente la superestructura cognitiva del patriotismo, porque no pueden borrar el comportamiento Territorialidad ya que por ser innato es inamovible.
¿Qué implica esto? Que en cuanto la experiencia de vida comience a informar de la amenaza real de que cercenen una parte de lo que nuestro comportamiento Territorialidad considera su patria, este se activará como un volcán embravecido y estallará en emociones de desaprobación, rencor y furia infinita contra los que empezarán a considerarse enemigos.
¿Qué está haciendo Pedro Sánchez para evitar esto, que hace para evitar que se active el comportamiento Territorialidad en su votantes de manera de impedir que se encienda el sentimiento nacional Español contra quienes quieren romper España? Asegurarles, a base de repetir y repetir mentiras, que no hay una amenaza real de que los catalanes se separen y así mantiene aletargados sus comportamientos Territorialidad. Pero en cuanto la base innata del PATRIOTISMO de los jóvenes españoles, incluidos los votantes del PSOE, comience a ver en la práctica sucesos como los del 1 de octubre, esos millones de comportamientos Territorialidad estallarán con una fuerza incontenible. Ya eso pasó, una gran parte de los españoles era partidaria de traer las modernidades económicas y sociales de la Francia napoleónica a España. Pero en cuanto se produce la ocupación francesa los comportamientos Territorialidad de esos millones de españoles estallaron y les obligaron a ir a dar la vida por su territorio, por su patria, por España.
Conclusión
Aunque los hechos pudieran hacer que parezca lo contrario, el patriotismo no se puede desarraigar porque la base que lo sustenta, el comportamiento Territorialidad, es innata. Y aunque durante un tiempo, influenciado por las mentiras del poder, pudiera parecer que ha desaparecido ya que han removido su base cognitiva, no os preocupéis, está ahí y hará su papel si llegara, Dios no lo quiera, el momento de actuar.
Permítanme terminar agradeciendo a mis lectores críticos que me motivaran para hacer el artículo de hoy, porque siempre es un placer escribir sobre la biología que subyace en nuestra manera de actuar.
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Autor
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Hernán Pérez Ramos es un acertado analista sociopolítico caracterizado por su laconismo sustancial que brinda una comprensión diáfana de las situaciones que revisa en su apartado de ÑTV ESPAÑA: Análisis a vuelapluma.
Es un experto en Raíces Biológicas de los comportamientos humanos y autor de un libro con una nueva teoría de la evolución humana.
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El estado de las autonomías ha contribuido a diluir el sentimiento de patriotismo nacional (excepto cuando la selección española de futbol participa en algún campeonato internacional) y a crear patriotismos regionales.
El nacionalismo es otra cosa. Responde más bien a otros motivos que los que puedan ser impulsos naturales. La territorialidad animal esa -la del alce macho- es la del macarra de discoteca o la de las bandas organizadas urbanas con intereses crematísticos criminales muy concretos. El nacionalismo, por contra, no es una verbalización, una expresión cultural o una ideologización de lo anterior aunque lo anterior se pueda también articular en normas del grupo, hostilidad expresa al intruso, ataques organizados y cantados a los mozos de otros pueblos en las fiestas para que no se acerquen a las mujeres del pueblo o lo que sea.
El nacionalismo bien definido responde a diversos motivos y, con ello, se hace merecedor de un juicio u otro. Puede ser una honesta creencia en e identificación personal con la cultura e ideales nacionales, como puede también ser, por desgracia, una forma de compensación de un sentimiento de inferioridad mediante la exaltación del grupo nacional de referencia. También puede ser una defensa gratuita de hábitos, costumbres o de un acervo común por pura pereza mental para elevarse a una visión universal o para aprender idiomas.
En el primer caso, tendríamos una dialéctica de cultura (en el sentido que la antropología ha venido a dar a este término) frente a naturaleza corporal y en el segundo, en el caso de los nacionalismos, una dialéctica de cultura frente a resortes psicológicos y frente a naturaleza espiritual y fines últimos existenciales de la persona humana. Se puede, por ejemplo, sentirse muy español porque no le gusta a uno dejar de dormir la siesta, porque resiente los logros de otros pueblos, porque una dominación extranjera rebajaría su condición socioeconómica o porque considera que las religiones exóticas son la perdición eterna. También como una forma tácita y atávica de reciprocidad y de deseo de pertenecer a redes de apoyo mutuo.
Importante subrayar en el caso de España que nacionalismo, lo que se dice nacionalismo, sólo hay uno, el nacionalismo español. Los regionalismos son subnacionalismos y responden a motivos típicamente inconfesables, subconscientes o no. Puede ser el interés de una pérfida burguesía vernácula, de una pérfida casta política local o puede ser un proceso de identificación con pequeñeces y rechazo de los grandes ideales propios de la nación española histórica por falta de disciplina moral para ello.
Es curioso como la siniestra política se ha identificado siempre con las naciones perdedoras en la historia y no con las grandes naciones triunfadoras. Luego dicen que el nacionalismo es malo… Lo malo es explotar el sentimiento de inferioridad de masas de desgraciados para ayuntarlos en torno a un pseudoideal para alivio psicológico y consumo interno. Son ideologías de perdedores, son ideologías reactivas que no proponen nada que no sea oponerse al que se percibe como mejor y más fuerte.
El nacionalismo que esté basado en la raza, es decir el nacionalismo étnico, es criticable pero el nacionalismo que esté basado en unas señas de identidad lingüísticas, culturales, religiosas e históricas es perfectamente defendible.
El que una sociedad siemta el patriotismo depende de muchos factyores, uno de los cuales es sin duda de la educacion moral basada en principios inalterables como son los de amor a tu tierra y sus fundamentos, estudio de la historia de tu pais y el derecho a seguir perteneciendo a esa Patria
Si se soslayan esos principios, si la sociedad no tiene interés en engrandecer su pais, esta decae rápidamente en el conformismo cobarde que al final lo impregna todo.
Un pueblo cuyas clases superiores sean viciosas y desmoralizadas carecerá de fuerza para defender su patria y se vera abocado a su disolucion
Y esto es lo que esta sucediendo en España
Mi humilde opinión es que el hombre de hoy circunscribe su territorialidad biológica sólamente a su casa o su finca. Reducida a eso por la civilización. En tiempos más lejanos lo era, mucho más, por su zona o región, debido a que gran parte de sus medios de vida provenían de esas tierras.
El término, hoy en día, que damos a territorialidad se basa más a conceptos más sociales y de tradición.
Pues no sé porqué. Si un grupo humano exhibe características genéticas superiores, no veo porqué van a querer degradarse con otro grupo de características inferiores. Si los visigodos hubieran podido mantener la prohibición de matrimonios mixtos en España con la morralla genética española y hubieran podido procrear más, hoy tendríamos un país y un paisanaje mejor. Hay mucha chusma en España. Esa es nuestra condena.
La naturaleza es jerarquía cósmica también. En culturas de éxito y calado histórico -como puede ser la china o la hispana- nos hemos visto abocados a integrar grupos con un patrimonio genético muy diverso pero, a cambio, podemos mantener lo que sería una jerarquía interior sociobiológica. No tiene porque cumplirse la erosión genética de los imperios que predecía el Conde de Gobineau. En una sociedad justa con todos, con los mejor y con los peor dotados, en los estratos superiores de la sociedad se van depositando los linajes mejores. O, como decía un chiste del Hermano Lobo (¿Chumy Chúmez?), ahora que somos todos iguales, cómo se nota los que somos superiores.
No hay motivo para que TENGA que ser criticable y otro tipo de diferenciaciones en cambio ( «culturales», «lingüísticas», «religiosas» ) no vayan a serlo. Etnia no, horror, jamás, pero «cultura», «identidad», «religión», «lenguaje» ( me río yo de las señas de identidad lingüísticas y la manga ancha de algunos ), ¡claro que sí! ¿Por qué? Es la nueva salmodia de lo políticamente correcto.
«Quién».
Qué bien se censura por aquí. Cuanto más protestón y (supuestamente) disidente, más larga es su manita totalitaria. Qué inflados tienen el ego algunos juntaletras.