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La política en este país se ha convertido en un asqueroso bodrio donde la desvergüenza y el robo, la tomadura de pelo y el estirar la cuerda con la certeza de que esta no se va a romper, son esas cartas que ya ni siquiera esconden en la manga esta clase de tahúres tramposos que llevamos soportando desde ese invento bochornoso y criminal de la reforma política y la voladura del mal llamado «Régimen».
La transición nos ha traído hasta este despeñadero en el que nos encontramos hoy. La vuelta del calcetín de una nación soberana y orgullosa de su historia y tradiciones duró hasta la muerte del Caudillo, después llegaron los partidos políticos, la izquierda criminal y la derecha vendida y acomplejada y empezó a extenderse una enorme mancha de aceite y sangre, con los crímenes de ETA, que fue calando en una sociedad que en los últimos años sesenta y primeros setenta aún se podía mirar al espejo sin sentir vergüenza, sin sentir asco de lo que veía reflejado. La democracia es un invento que, en las sociedades mal llamadas modernas, no funciona porque es un simulacro de mantener a unos cuantos golfos en el poder a costa de unos votos de gentes ágrafas, como poco, o subvencionadas, con migajas caídas al suelo desde la mesa del compadreo de los tiranos y las putas pagadas por unas sociedades narcotizadas y al borde de una muerte en vida, una vida de esclavitud con una triste sensación de una existencia aborregada en un diminuto corralito. Cuando se pierde el sentido patrio de unidad de destino en lo universal se pierde todo.
Cuando unas organizaciones supranacionales se ponen al mando de los países y sin que nadie las haya elegido te despojan de tu historia y de tu pasado estamos perdidos. Esta perdida es un proyecto en marcha para acabar con la vieja Europa y su civilización cristiana.
Estamos en época electoral y todos estos partidos que nos parasitan sacan sus cubiletes y sus trampas y nos engañan diciéndonos donde va a estar la bolita antes de mover los cubiletes. Nos ofrecen todo eso que no han hecho en anteriores legislaturas y que ahora, con esa poca vergüenza que les caracteriza, se ponen de hinojos jurando que esta vez sí lo van a hacer. Se ha llegado a una situación surrealista que por un voto son capaces de vender a sus madres. La democracia en la Grecia antigua funcionaba porque solo votaban los que tenían un nivel formativo capaz para llevar a su propia sociedad hacia la justicia y el bien común, pero esto ya no sirve. Las sociedades que se llaman democráticas están siendo globalizadas y, por tanto, destruidas. Estamos en un mundo absurdo que se dirige a su desaparición, con todas esas patrañas de crear miedo. De contar mentiras que calan en estas sociedades analfabetas, como las patrañas del calentamiento del planeta y la repercusión del ser humano, en no se sabe cuántas transformaciones de la naturaleza por nuestra culpa. El crimen del aborto, que es una forma de control terrorífico de la natalidad y las leyes transgénicas son dos ejemplos de lo que les espera a nuestros hijos y nietos. Da mucha pena recordar lo que nosotros vivimos cuando no sabíamos que éramos felices y lo éramos de verdad, y ver en lo que han convertido a las gentes atadas a internet y esclavas de los móviles.
El 28 de este mes la gente irá, yo no, a corroborar «el sano ejercicio» de repartir sillones y cargos a unos políticos de izquierdas y derechas que lo único que quieren es enriquecerse con el vasallaje de todos los que entran en su juego, y da igual que ese día electoral delante de la urna con su papelito en la mano y ante el hedor insoportable de la mentira, ustedes se tapen o no la nariz.
Autor
- Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.
En España la democracia es antifascista y popular o no es nada.
Y hoy se ha demostrado que los españoles han asumido esta proposicion de izquierdas y se avienen.
En 220 años España se ha ido destruyendo año a año y solamente con Primo de Rivera y con Franco se paralizo ese enorme desastre llamado España liberal y democratica.
En este momento la llave de lo que va a suceder en España esta en manos del separatismo catalan, en manos de Puchimon.
Poco futuro tiene España