22/11/2024 05:26
Getting your Trinity Audio player ready...

Me apunto a la fiesta, aunque no soy asiduo a los toros. Pero reconozco sus valores y sus razones. Lo he pensado, he indagado, me he informado y he tomado una decisión personal: toros, sí. Los antitaurinos me han aportado muy pocos argumentos de peso; gracias a ellos he tomado partido a favor de los toros, y de los toreros, y de los aficionados, y…

El torero es un hombre que lucha contra un enemigo muy poderoso y temible. Por eso los matadores, picadores y banderilleros pasan miedo. Es para tenerlo. A lo largo del tiempo han fallecido muchos toreros: El Yiyo, Paquirri, Manolete, Gitanillo de Triana, Gallito, y así hasta más de cincuenta y cinco, que no es poco.

Hace miles de años el hombre adoraba al toro vivo, que gozaba de honores divinos. Lo identificaban con el Sol y lo adoraban como a un dios. Horus en Egipto era el toro de Ra, y en Creta, hace seis mil años, se daba culto al toro. En Grecia era Júpiter y en Hispania tuvo carácter sagrado desde que Hércules donara tres toros a un rey sevillano; Julio César, en Roma, introdujo los combates de toros. Pero aún hay más referencias históricas.

El toro de lidia es el guardián de la dehesa, un espacio único en el mundo que permite la conservación de uno de los ecosistemas más ricos de Europa. Con una extensión de 540.000 hectáreas en la Península Ibérica, representa un ejemplo de ecosistema agroforestal y de ayuda a la conservación del medio ambiente. El ganado bravo comparte espacio con el lince o el águila imperial; si el ganado de lidia desapareciese, también lo harían estas especies. Y es un freno efectivo a la expansión urbanística.

LEER MÁS:  Festival taurino de carácter benéfico en la plaza de toros de Las Ventas el próximo 2 de mayo

Los veterinarios y ganaderos han demostrado que la carne de toro de lidia es similar a la de buey, y más roja y sabrosa al paladar. Si fomentan esta producción y consumo lograrán rentabilizar sus explotaciones.

La repercusión de la fiesta en la economía es incuestionable. Es uno de los grandes atractivos del turismo y el espectáculo más destacado en los últimos 500 años en España. Estas son sus cifras: 2.500 millones de euros anuales generados por la actividad taurina; 1.200 empresas ganaderas especializadas en la cría de reses bravas y 130.000 hembras en reproducción cada año; 17.000 festejos celebrados, 2.000 de ellos mayores; 3.700.000 jornadas de trabajo; 378 plazas fijas y 2.950 eventuales, con más de 40 millones de localidades vendidas en varios miles de municipios; más de 60 millones de personas de los cinco continentes acuden a los toros. Hay en nuestro país unas 200.000 personas vinculadas a la fiesta de los toros.

La Tauromaquia es un arte de carácter universal, retratado por pintores, músicos, escultores y escritores: Goya, Sorolla, Picasso, Orson Welles, Góngora, Quevedo, Benavente, Lorca, Machado, Alberti, Vargas Llosa, Hemingway y Ortega y Gasset son ejemplos de personajes atraídos por la fiesta más culta del mundo.

Hay todavía otros argumentos para ilustrar mejor la fiesta de toros; es reconocida la calidad de la cirugía taurina y ya nos gustaría que los accidentes laborales y los de tráfico tuvieran una atención tan temprana y especializada. Los taurinos están trabajando con seriedad para diversificar el espectáculo con nuevas ideas; en algunas plazas, en el último toro, se permite que entre la gente a los graderíos para que conozcan mejor lo que es la fiesta de toros. Después de todo, el toro es noble y bravo, se crece en el combate y en la plaza ejercita su bravura. El toro de lidia existirá mientras exista la fiesta de los toros, que, por cierto, no es un parque de atracciones de Walt Disney. Sensiblerías aparte, se puede respetar a los animales y querer las corridas de toros. No creo que estén equivocados millones de españoles, portugueses, franceses y la mayoría de los latinoamericanos.

LEER MÁS:  David Casas reaparece con "Espacio Toro". Por Chema Mateos

Añado una pregunta: ¿es legal la fiesta de los toros? Pues eso, que se cumpla la ley…: jueces, fuerzas de orden público, ayuntamientos… Si alguien tiene alguna duda, que indague sobre como actúan los franceses. A ellos nadie les moja la oreja, porque un grupo de letrados muy eficientes actúan inmediatamente. Es sólo cuestión de organizarse: el mundo del toro de nuestro país parece que se está muriendo sobre sus laureles ¿A qué están esperando?

antoniodelorenzo@hotmail.es

Autor

REDACCIÓN