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La Vanguardia 01 diciembre 2019: “Entre 140.000 y 170.000 personas viven con VIH en España” “De los 3.244 nuevos diagnosticados en 2018 el perfil mayoritario es el de hombres (85,3%) y las tasas más elevadas en el grupo entre 25 y 34 años” Orgullo Gay. ¿Se puede estar orgulloso de esto?

Esto del VIH no es una anécdota, es algo serio que no deja de afectar a un grupo de personas. Los movimientos LGBT deberían concienciar a sus miembros sobre sus prácticas sexuales, sobre todo a los más jóvenes; no todo es festivo en ese colectivo, no todo es desfile y ostentación. No todo es banderas multicolores, charangas y exhibición carnal.

Fue en 1969 cuando en un pequeño bar del Village neoyorquino llamado Stonewall donde nació lo que hoy se conoce como Orgullo Gay. Los homosexuales, hombre y mujeres, se enfrentaron a la policía y salieron a la luz desde la oscuridad. Ya no volvieron a esconderse, abrieron las ventanas de su condición sexual para que el mundo los aceptara. Cada 28 de junio y coincidiendo con la fecha del enfrentamiento, los homosexuales tienen su fiesta a la que dan el nombre de “Día del Orgullo Gay”. Hasta aquí nada que objetar, cada uno es muy libre de expresar su sexualidad como le venga en gana siempre que respete la inclinación sexual de los demás, no haga burla de ella y ostentación de la suya.

De 1969 hasta hoy han pasado 51 años desde los sucesos del bar Stonewall y, como en tanto casos, una justa reivindicación que nace para defender unos derechos legítimos ha ido tomando una deriva en la que ha pasado de reivindicar derechos a la mascarada, la fatuidad, la prepotencia, el desprecio hacia los distintos a ellos y el intento de imponer lo que antes a ellos no le estaba permitido.

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Los desfiles del Orgullo Gay han dejado de ser la festividad de un derecho, la celebración de un logro, para dejar paso a la horterada, el mal gusto, la falta de respeto, la exhibición carnal y la ostentación. Más que un desfile de conmemoración parece un escaparate en el que se exponen en carnes vivas cuerpos de hombres y mujeres mostrando todas sus miserias, y todo presidido por una especie de barniz de superioridad sobre el resto de los mortales cuya inclinación sexual es mucho más modesta, por ser mucho más normal. Uno se pregunta: Orgullo Gay… ¿orgullo de qué? ¿Es para mostrar orgullo las cifras arriba mencionadas de la incidencia del VIH en la salud del colectivo gay?

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REDACCIÓN