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Artículo publicado en Remix News el pasado 12 de marzo (Baby bust: European countries report lowest birth rate in 80 years (rmx.news)).

España, Italia y Francia han experimentado un descenso significativo en el número de niños nacidos nueve meses después de la introducción de las primeras restricciones al coronavirus el año pasado. En España, por ejemplo, diciembre de 2020 fue el peor mes de la historia en cuanto al número de nacimientos desde 1941, cuando la oficina estadística española comenzó a registrar las estadísticas, según señalaba el pasado miércoles el Financial Times.

Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística francés (Insee), 53.900 niños nacieron en Francia en enero de este año, un 13% menos que en enero de 2020. Francia, que tradicionalmente tiene la tasa de natalidad más alta de los 27 países de la Unión Europea, también registró la mayor caída de nacimientos desde 1975, cuando terminó el baby boom. Sin embargo, el año 2020 ya fue débil en términos de nacimientos. Un total de 735.000 niños nacieron en el país el año pasado, el menor número desde la Segunda Guerra Mundial. La disminución del número de niños nacidos en las economías industriales después de pandemias o crisis económicas, como la de la década de 1930 o la crisis del petróleo de 1973, no suele sorprender, señalaba el Financial Times. En esos casos, los padres potenciales están preocupados por si tendrán un ingreso seguro y podrán proveer para sus hijos.

“Pero lo nuevo en esta ocasión es que la caída en el número de nuevos nacimientos es realmente grande”, dice Arnaud Regnier-Loilier, director de investigación del instituto demográfico francés Ined. El año pasado, señaló, las personas no solo estaban preocupadas por ganarse la vida, sino que también temían que sus hijos pudieran ser infectados con COVID-19. Los datos preliminares también muestran un descenso significativo en España e Italia, dos países que ya luchan contra el envejecimiento de la población.

La mayor brecha entre nacimientos y muertes desde 1918

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Italia, el primer país europeo en sentir todo el peso de la crisis del COVID-19, registró un 21,6% menos de nacimientos en diciembre de 2020, nueve meses después de las restricciones de primavera que en el mismo mes del año anterior. En 2020, según la oficina estadística italiana Istat, nacieron en el país 400.000 niños, 20.000 menos que en 2019. Al mismo tiempo, el año pasado fallecieron 647.000 personas, lo que provocó la mayor brecha en el número de nacimientos y muertes desde 1918, cuando el mundo se vio atrapado por la gripe española. Las estadísticas italianas vinculan la disminución del número de nacimientos a un número menor de bodas el año pasado. En los primeros diez meses de 2020, su número disminuyó en aproximadamente la mitad. El año pasado, Francia también experimentó una disminución del 34% en el número de bodas en comparación con 2019.

Según datos de la oficina estadística española, en diciembre de 2020 y enero de 2021 nacieron en España un 20 por ciento menos de niños que en los mismos meses de años anteriores. Diciembre de 2020 fue el mes con peor desempeño en España en cuanto al número de nacimientos desde 1941. Sin embargo, la tendencia en Francia, Italia y España puede no ser global, indicó el Financial Times. En Filipinas, por ejemplo, la pandemia parece haber desencadenado un baby boom. En cuanto a los países europeos, Países Bajos y Finlandia también registraron un aumento de los nacimientos en enero en comparación con el año anterior.

La pregunta es si la caída de la tasa de natalidad en los países afectados es solo una fluctuación temporal o si continuará. Teresa Castro, demógrafo del Centro Español de Investigaciones Científicas (CSIC), cree que todo el 2021 podría ser malo en términos de nacimientos. “No creo que sea un fenómeno temporal. Las incertidumbres son una de las principales razones por las que la gente no tiene hijos. Y la gente todavía enfrenta desafíos con la salud y, sobre todo, con la economía”, explica Castro.

Autor

Álvaro Peñas