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El pasado 21 de noviembre se cumplía el séptimo aniversario del inicio de la revolución del Maidán, también conocida como Euromaidán, una serie de protestas que provocaron la caída del presidente Viktor Yanukovich del Partido de las Regiones (prorruso) y que cambiaron radicalmente el tablero político en Europa del Este. La plaza del Maidán (independencia) en Kiev fue el centro de estas protestas. Para entender mejor lo que sucedió en aquellos días es muy recomendable ver el documental, “La compañía del cielo”, que tiene la opción de subtítulos en español. https://youtu.be/G_OlqRn2Eug

Entrevista con Yurii Novievyj, miembro del comité ejecutivo de Svoboda (Libertad), principal partido nacionalista ucraniano, dirigente del sindicato “Svoboda Pratsi” y coordinador del movimiento ortodoxo “Katehon”. Entre 2013-2015 fue diputado regional en el oblast (región) de Kyiv.

¿Cómo era la situación en Ucrania antes del Maidán?

Antes del Maidán en Ucrania se estaban produciendo varios procesos al mismo tiempo. En primer lugar, un renacimiento nacional y la superación de las consecuencias de la ocupación rusa en todos los campos de la sociedad. En particular, eso tuvo como resultado el desarrollo de un movimiento nacional que estaba relacionado con estos procesos. En segundo lugar, una transición económica y privatización que crearon toda una serie de poderosos oligarcas que ostentaban poder económico y político, y que contaban con medios de comunicación propios, partidos políticos, ministros a sueldo, e incluso ejércitos privados. Algunos de ellos mantenían estrechos vínculos con Moscú, y otros con Occidente. Esto condujo a la formación de dos bandos, uno prorruso y otro prooccidental.

Las protestas comienzan en Kiev la noche del 21 de noviembre de 2013, después de que el gobierno ucraniano suspendiese la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio​ con la Unión Europea.

Aquí es necesario distinguir entre el Euromaidán y el Maidán. Fueron dos procesos diferentes. El Euromaidán, apoyado por partidos liberales y prooccidentales, comienza a manifestarse ante la negativa de Yanukovich a firmar un acuerdo con la Unión Europea el 21 de noviembre. El Maidán, apoyado por los nacionalistas, comienza a partir de la violencia empleada por la policía contra las protestas de los estudiantes a partir de diciembre. 

Además del apoyo de los gobiernos occidentales, la red Soros hace campaña a favor de las protestas. Como en el caso de Cataluña tiempo después, Soros hace una campaña propagandística: “Esto es Ucrania, Europa”.

Sí, Soros aprovecha la situación y hace una propaganda muy astuta: estamos en contra de Rusia y os apoyamos. Para luego vender su idea de una “Europa” abierta: aborto, cristianismo cero, lgbt, migrantes, antipatriotismo… Es un modelo que incluso muchos partidarios del Euromaidán no compartían, puesto que simplemente veían a Occidente como un aliado ante Moscú, y al que nosotros nos oponemos radicalmente. 

Uno de los gestos más significativos es el derribo de la estatua de Lenin el 8 de diciembre.

Sí, era la estatua principal de Lenin en la capital. Antes cayeron otras muchas en los oblast de Kiev, Poltava y Chernigiv. No solo era un símbolo de la ideología comunista, sino también de la ocupación rusa. 

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La tensión en la calle va en aumento hasta que, en febrero de 2014, la policía empieza a utilizar armas de fuego contra los manifestantes.

Lo cierto es que Yanukovich emplea la violencia desde 2010, cuando se convirtió en presidente. Y en el caso del movimiento nacionalista, los enfrentamientos con la policía en Kiev y en otras ciudades eran habituales. En 2012 fueron frecuentes las detenciones irregulares y las palizas en la calle, y solo en Kiev hubo más de 100 casos criminales falsos contra miembros de Svoboda que condujeron a muchos de ellos a prisión. En 2013 debo salir de Ucrania para evitar una persecución por mi actividad como diputado y político. Regresé cuando empezó el Euromaidan, aunque no puede ocupar mi apartamento. Estuve permanentemente en la plaza del Maidán y fui uno de los encargados de organizar la resistencia desde el ayuntamiento ocupado de Kiev. Desde un principio, la policía actuó con mucha violencia bloqueando el acceso de personas y vehículos al centro y provocando a los manifestantes, después llegarían las palizas y los secuestros, y por último el uso de armas de fuego. Como respuesta, la policía tuvo que hacer frente a nuestra resistencia organizada. 

Yanukovich utilizó para la represión a una unidad especial de la policía, los llamados Berkut, y a grupos parapoliciales.

Los Berkut eran una unidad especial de la policía creada para combatir el terrorismo. Sin embargo, acabaron convertidos en una unidad antidisturbios. Luego estaban los llamados Titushki, que eran formaciones ilegales que colaboraban con la policía, formadas en muchos casos por elementos criminales. Estos matones de Yanukovich provocaron disturbios, propinaron palizas a manifestantes e incluso llegaron al secuestro y al asesinato. Uno de los casos más conocidos es el de Yuriy Tarasovych Verbytskyj, un sismólogo que fue secuestrado el 21 enero de 2014 en el Hospital Oleksandrivska de Kiev. Su cuerpo aparecería al día siguiente cerca de la aldea de Gnodin mostrando signos de tortura.

¿Qué sucedió con estos Berkut y Titushki tras la caída del régimen? Algunos medios ucranianos han publicado imágenes de antiguos Berkut en Bielorrusia.

La unidad fue disuelta y la gran mayoría de sus miembros permanecieron en Ucrania y participaron en la guerra. Algunos, involucrados en asesinatos y delitos graves, huyeron a Moscú y puede que también a Bielorrusia. Respecto a los Titushki, varios se encuentran en prisión y hay otros en procesos judiciales. Por ejemplo, la investigación del caso de Yuriy Verbytiskyj finalizó el 22 de agosto de 2020 con la detención de dos sospechosos como autores materiales del crimen y de otras 6 personas incriminadas. Los procesos se están alargando en exceso y en muchos casos los criminales están siendo absueltos, aún quedan demasiados jueces leales a Yanukovich y que fueron designados por él. 

Algunas noticias apuntaron a la presencia de francotiradores que disparaban a manifestantes y policías por igual.

Realmente no puedo contestar con precisión. Sí que oí hablar de francotiradores que intentaban abatir a los tiradores de los Berkut. 

Entre el 18 y el 20 de febrero hay 75 muertos y más de 500 heridos. 

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Sí, se llegará al centenar de muertos debido principalmente a la acción de francotiradores. En ese momento grupos de policías empiezan a cambiar de bando y a unirse a nosotros. Pese a la dureza de la situación, los heridos y los muertos, había un fuerte sentimiento de unidad entre todos los que combatíamos allí. Los habitantes de Kiev nos hacían llegar comida cada día y nos daban ánimos. También recuerdo con emoción las misas ortodoxas diarias en la plaza del Maidán.   

¿Cuál fue el papel de la Iglesia Ortodoxa?

Fue muy positivo. Se realizaban misas en las calles y se abrieron las puertas de las iglesias para refugiar a los activistas después de los enfrentamientos con la policía. Su papel fue también recompensado por la propia jerarquía ortodoxa y recibieron un Tomos, un decreto, del patriarcado de Constantinopla que la reconocía como la Iglesia Ortodoxa de Ucrania y la separaba de la iglesia rusa, que ahora mismo es ilegal en Ucrania.

Respecto a la iglesia me gustaría recalcar su importancia. Yo crecí en una familia atea, educada por muchos años de comunismo, y no comprendía la importancia de la iglesia. Sin embargo, después de viajar a Alemania, vi con mis propios ojos lo que es una sociedad que ha perdido su fe y tradiciones, y cuando volví a Ucrania me interesé por la religión y empecé a asistir con mi familia a los servicios religiosos. La iglesia es un escudo ante los valores decadentes que pretenden imponer personajes como Soros.

El régimen cae y Yanukovich huye a Rusia el 22 de febrero. ¿Qué sucedió entonces?

No solo él, también huyeron los responsables de la represión. Rusia ocupó Crimea y se formó un gobierno interino dirigido por Oleksandr Turchínov del partido europeísta Batkivshchyna (Patria) para hacer frente a la inminente guerra. Svoboda apoyó a este gobierno y se hizo cargo de tres ministerios, incluido Defensa, además de que Oleksandr Sich se convirtió en viceprimer ministro. 

¿Qué significó el Maidán? 

Un impulso para avanzar hacia el renacimiento nacional y para superar la situación colonial del país. Desgraciadamente, solo tuvo un éxito parcial. Los oligarcas de Yanukovich fueron sustituidos por los oligarcas de Poroshenko. 

¿Cree que algo parecido podría suceder en Bielorrusia si las protestas continúan?

No, desafortunadamente no. Las condiciones son distintas y no existe un movimiento nacionalista fuerte. Su camino hacia la victoria solo puede llegar mediante la tenacidad, las marchas continuas y las huelgas. Para mí, Bielorrusia es una nación hermana y tengo parientes allí. Deseo que logren independizarse de Moscú, aunque tampoco me gustaría que se convirtiesen en un país completamente dependiente de la Unión Europea.

Autor

Álvaro Peñas