20/09/2024 17:33
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Una obsesión enfermiza. Pablo Casado muestra su incapacidad mental para liderar la derecha. Fue en el Congreso del PP, tras las elecciones de la comunidad castellano leonesa. El virus comunista de Pedro Sánchez lo dejó inutilizado. Su capacidad de raciocinio está menguada. No es un mutilado de guerra si no un inútil que lleva a los demás a la guerra. Nos deja a los demás mutilados al echarnos a la guerra. El anti demócrata no respeta la voluntad del pueblo. El VOX Populi VOX Dei. Va de mal en peor.

Mientras dure el suicidio de Pablo Casado, Pedro Sánchez, seguirá encantado de la vida haciendo daño, y saliéndose con la suya en la prioridad de seguir de presidente. España seguirá también hundiéndose sobre sí misma en manos de sus enemigos, y viéndose como nunca se ha visto en su historia, que para eso manda la ETA. (Ya peor no cabe) Tanto a uno como a otro apátrida, le importa su nación lo mismo: nada. Nos deja en manos del demonio que es todo lo de la izquierda y su líder. En cuyas manos estamos desde que perpetraron el gran atentado 11-M. (2004)

Pablo Casado empezó la cadena de su suicidio en la moción de censura que puso VOX solo, porque Pablo Casado no quiso entrar ni encabezarla, contra Pedro Sánchez, en octubre de 2020. Se cabreó y le vino un ataque de celos irresistible. En sede parlamentaria Pablo Casado rompe con VOX y ataca personalmente a Santiago Abascal, presidente de la formación. Confunde al mejor amigo con el mayor enemigo. Contra Pedro Sánchez no vertió ni la primera crítica. Los dos pasan a ser sospechosos amigos.

La moción de censura fue rechazada al no contar más que con los 52 votos de los diputados de VOX. Pablo Casado liberó a Pedro Sánchez de todo pecado, dejó de ser su oposición y se obsesionó con Santiago Abascal y VOX. Y desde entonces no cambió su mentalidad tan extraña y peligrosa. Ni su política.

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Llegadas las elecciones de Castilla y León el 13 F, y siendo necesario sumar a sus 31 escaños del PP, los 13 de VOX para poder gobernar con mayoría, se comprueba que Pablo Casado está igual de duro que cuando protagonizó aquella moción de censura que sorprendió a propios y extraños y no puede ver a VOX ni en pintura. Mañueco el presidente en funciones de la Comunidad de Castilla y León renuncia a gobernar con VOX y plantea el gran problema. España seguirá en manos de sus enemigos, ante el empeño de no unirse la derecha. El enemigo cogió el guante y está envenenado el ambiente. Pedro Sánchez exigiendo la eliminación de Vox, en toda España. Él sigue gobernando con la ETA, los comunistas y separatistas, pero no permite que el PP gobierne con Vox. Justicia proletaria. Y Casado sigue en Babia. A ver si se pasa al enemigo de una puñetera vez…

El análisis de Pablo Casado sobre el resultado electoral en Castilla y León días después de las elecciones, ha sido sobre todo un discurso feroz contra Vox. (El que llamaba a Santiago Abascal, mi hermano siamés)

Pablo Casado ha criticado a Vox con una dureza que no se veía desde la moción de censura contra Sánchez, si bien, en esta ocasión al menos no recurrió al insulto personal, porque a VOX no lo nombró para nada en su cobardía, aludiéndolo constante e indirectamente.

Resumimos  las frases de Casado contra Vox:

-No admitimos presiones de ningún tipo -dijo Casado-, ni para investir a Sánchez, ni para reforzarle en mociones trampa, ni para tragar con los indultos, la politización de la justicia o las contrarreformas ruinosas.

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-Liderar hoy nuestro país es unir la derecha sin desunir España (…) rechazar el bloque de ruptura que forman hoy los populismos a un lado y a otro. (Confunde a VOX con Podemos y la chusma que anda con Sánchez)

-Hemos reconstruido un partido que necesitaba levantarse de nuevo desde sus mismos cimientos, que son estos y no los de ningún populismo. (Tarde llegas, amigo a querer levantar la casa que derribaste)

-Somos el partido que paró el plan Ibarreche y el plan Puigdemont, el que defiende sin complejos el estado de Derecho y la seguridad de todos sin buenismo, pero sin xenofobia. (El de la xenofobia es Vox, según tú)

-Somos los que hicimos posible que la convivencia entre españoles fuera posible, no para poner en marcha una máquina dispensadora de carnets de buen o mal español, como otros pretenden dispensar carnets de buen catalán o de buen vasco.

-Somos un partido español, que sirve a España y no a ninguna internacional de lo excéntrico.

-La semilla del populismo y del radicalismo puede tardar más o puede tardar menos en dejar ver su fruto, pero siempre es un fruto amargo para las sociedades que lo cultivan.

Dejamos a don Pablo llamando a Vox, partido populista y radical, sin nombrarlo jamás. (Sólo hace falta que le llame como el socialista Luis Tudanca: Fascista) Mañana seguiremos viendo la definición que hace del partido de Ortega Lara.

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REDACCIÓN