27/09/2024 10:23
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¡Niño, no tomes la leche con cacao, si la prepara tu mamá!, conviene advertir urgentemente a todo niño que encontremos a nuestro paso.

            La presunta muerte de una presunta niña a manos de su presunta madre por presunto envenenamiento mediante presunto cacao diluido en presunta leche a la que presuntamente se le añadió presunto veneno en forma de presuntos medicamentos no es más que la punta de un iceberg que se trata de ocultar por el régimen feminazi español desde su ministerio antivarón y es que las madres también matan a sus hijos, en especial bebés y personas enfermas, vulnerables, también hombres, porque la maldad humana no tiene género.

            Pero la verdad siempre se abre paso y se muestra en toda su crudeza frente a aquellas, aquelles y aquellos que viven del engaño a la sociedad y en especial de la manipulación a las mujeres:

 “¡Un maltratador no puede ser un buen padre!” vocea la menestra de Igual Da y de seguido repiten todos los medios de comunicación subvencionados por el gobierne y bajo la tutela de la coalición de partidos feminazis (PSOE-PP, Ni Unidas Podemos e independistas vascos y catalanes, los de la manita todo el día puesta para cobrar).

“¡Un maltratador no puede ser un buen padre!”, repiten las pájaras y algún que otro pájere de la “banda de la tarta”. Como si ser un buen padre o no tuviera algo que ver con la señora que te toca en suerte.

Y así, tantísima mentira repetida sin descanso día tras día cala muy hondo en la mente de muchas incautas mujeres atrapadas en la tela de araña de un feminismo radical y sectario, un odio al varón que se ha convertido en la “Industria de Género española” y de la que vive medio país -léase clientelismo de género-, la misma industria que amamanta a toda esta pandilla de vividoras sin escrúpulos que promocionan el divorcio, pero que no se divorcian, que publicitan el aborto, pero que no abortan.

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Y como un maltratador -lo digo yo porque soy mujer y punto- nunca puede ser un buen padre, pues mato a mi hija y asunto resuelto. Además, los hijos muertos a manos de su madre no son víctimas, no aparecen en ningún telediario, ni en prensa escrita, ni en la radio, ni como datos.

Este slogan de la menestra de Igual Da, al ser tomado por una verdad absoluta, está causando sus trágicas consecuencias, asesinatos de niños a manos de su feminazi mamá. De aquí se infiere que la menestra de Igual Da y sus compis de la banda de la tarta, autoras y responsables del slogan, sean inductoras de tales crímenes, eso que se llama autor intelectual, sujetas a las que se les puede articular una querella criminal por el daño tan grande que están causando a madres, padres e hijos.

La mano manchada de sangre que echó esos medicamentos en la leche con cacao, en el último caso que hemos conocido, no fue la de esa madre atormentada con la Ideología de Género española, sino la de aquellas que desde Madrid la engañaron hasta convencerla de que lo mejor era matar a su hija antes de dejarla en manos de su amado padre.

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REDACCIÓN