“Francia está en una lucha por la supervivencia contra el Gran Reemplazo”. Por Álvaro Peñas

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Artículo de Denés Albert y John Cody en Remix News del pasado 18 de mayo sobre la intervención de Eric Zemmour en el programa de entrevistas políticas del canal de televisión CNews.

“Creo que la angustia al fin de Francia tal y como era, la angustia al Gran Reemplazo, se ha convertido en un sentimiento global” señaló Zemmour. “El miedo a dejar de ser Francia, el miedo al Gran Reemplazo. Mucha gente empieza a pensar que el islam nos sustituirá. Se ha convertido en un sentimiento masivo, en una masa del 70 al 80% de los franceses. Estamos en una batalla por la supervivencia de Francia tal y como la conocemos”.

El autor y filósofo judío-francés Éric Zemmour defendió, en la tertulia política nocturna de la televisión CNews, que el pueblo francés se encuentra actualmente en una lucha por la supervivencia contra el Gran Reemplazo. Este término, “el Gran Reemplazo”, fue acuñado por el autor francés Renaud Camus en su obra de 2010 “Le grand remplacement”, un libro en donde teoriza que la población nativa francesa está siendo sustituida demográficamente por pueblos no europeos.

Francia está experimentando un rápido cambio demográfico y tiene la mayor población musulmana de Europa. En marzo de este año, el influyente filósofo Michel Onfray también dijo que el Gran Reemplazo era real, a pesar de las afirmaciones de que se trata de una teoría conspirativa de la extrema derecha. “¿Existe realmente un Gran Reemplazo? Los demógrafos dicen que sí. Es muy sencillo. Hay hombres y mujeres, se reproducen, se tiene una determinada tasa de natalidad, se hacen los cálculos, se hacen las proyecciones y se muestra un gráfico”, dijo, señalando que los que descartan esa idea dicen que sólo ocurrirá en un futuro lejano, pero no pueden negar que la demografía está cambiando, con los europeos étnicos pasando a una posición minoritaria en los países de Occidente. “Cuando alguien de la izquierda dice ‘el Gran Intercambio, eso somos nosotros’, la reacción es ‘muy bien’, pero cuando alguien de la derecha como Renaud Camus dice que hay un ‘Gran Reemplazo’, gritan ‘fascismo’ de inmediato”.

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Las empresas francesas se están haciendo cada vez más ‘woke’

En la misma entrevista, Zemmour también señaló que las empresas se están alejando del capitalismo meritocrático para pasar a un sistema que enfatiza la diversidad a toda costa. “En las grandes empresas francesas, la gente me cuenta su exasperación por las presiones ideológicas que ejercen los responsables de Recursos Humanos. Con la diversidad étnica, la promoción de las minorías sexuales y raciales… y en detrimento del mérito. El argumento es que la lucha por la diversidad es una lucha contra la desigualdad. En realidad, es el medio que el capitalismo ha encontrado para hacer olvidar la verdadera lucha contra la desigualdad y, en el contexto de la globalización, para promover la transferencia de riqueza y la pobreza de toda la clase obrera occidental, europea y americana”.

Zemmour añadió que la presión por la diversidad era y es sólo un medio para enmascarar los verdaderos problemas. “Dijeron que la igualdad está anticuada, ahora hay que promover la diversidad, por lo que hay que promover a las mujeres, a los inmigrantes, etc. Es una gran ilusión. Es una trampa. En realidad, es exactamente lo contrario. Es la propia diversidad la causa de las desigualdades y hay que volver a encontrar los medios en el marco nacional para restablecer la lucha por la igualdad. Por mi parte, creo que tenemos que encontrar la manera de volver a luchar por la igualdad en un marco nacional. Tenemos que volver a encontrar las naciones, encontrar un nivel mínimo de protección de las naciones (…) y dejar de promover la diversidad, porque es la trampa que ha permitido la destrucción de cualquier lucha por la igualdad”.

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Zemmour también dijo que el capitalismo francés, al igual que el alemán, ha sacrificado sus antiguos valores en nombre de la globalización: “Nosotros (los franceses) hemos entregado nuestra economía a la globalización y, en el proceso, hemos endurecido los contratos sociales y medioambientales que deberían guiar a la sociedad”.