29/11/2024 03:37
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Inés Arrimadas, jefa de Ciudadanos (C’s), ahora dice que va a “reflotar” a C’s en una Convención Politica que celebrarán a mediados de junio, calificándose como “centro liberal”. Ni Arrimadas ni Ciudadanos son liberales, por lo que la regeneración se convierte en degeneración.

Según UPyD, ellos rompieron el bipartidismo, cambiaron la agenda política y regeneraron la democracia.

C’s tenía un mensaje similar y llegó a tener mucho más poder institucional que UpyD, de forma que ha sido más fácil para la mayoría de los españoles ver que son un negocio por encima de todo, como el resto de los partidos políticos.

Empezando por el bipartidismo, es cierto que Ciudadanos y PODEMOS estuvieron cerca de acabar con el bipartidismo, pero no lo consiguieron, por lo que decidieron centrarse en el negocio de la política y la corrupción de la metamafia institucional, como hizo UpyD.

Ciudadanos, como hiciera UPyD, tenía como bandera la lucha contra la corrupción, en este sentido UpyD combatió judicialmente la corrupción, C’s hizo pactos con el PP y con el PSOE para eliminar a corruptos, pero no se cumplieron y no hubo represalias porque lo principal de esos pactos consistía en participar en el negocio de la corrupción con el dinero que nos confiscan a todos los españoles, De hecho, los escándalos de corrupción de C’s crecían a medida que acumulaban más cargos.

En cuanto a la regeneración, ésta no es posible cuando el régimen es corrupto, salvo que se realice un cambio sustancial en las estructuras de poder y se reorienten hacia el servicio, es decir, un cambio constitucional y en las principales leyes. Lógicamente, ningún agente social (partidos políticos, grandes sindicatos  y patronales) están dispuestos a renunciar a sus privilegios, igual que los colegios profesionales y los grandes medios de comunicación, todos ellos institucionalizados, es decir, beneficiarios y defensores del totalitarismo y del negocio de la corrupción (8% del PIB en 2018, según la UE).

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Hasta la fecha no ha habido ni un sólo partido político con propuestas serias contra la corrupción evidenciando que se han constituido en partidos políticos para lucrarse. Es lógico porque las masas (poder absoluto) siguen votando a miembros de partidos corruptos. Los gobernantes (C’s, PODEMOS, PP, PSOE, UPyD o Vox) no son peores que la mayoría de los gobernados, que son quienes mandan.

Como expliqué en el artículo “Ignacio Aguado representa un nuevo nivel de corrupción”, Ciudadanos es un partido radicalmente corrupto y para quienes nos oponemos a la corrupción, es una alegría ver su desintegración.

Tras los batacazos en Cataluña (2020) y en Madrid (2021), Inés Arrimadas, capo actual de C’s pretende que la gente les vote por su papel de “bisagra”, es decir, para que el PP y el PSOE no sean los únicos que roben nuestro dinero. También alega que se necesita un partido de centro, sin comprender que el PP y el PSOE/IU, han ido radicalizando su discurso de odio contra el adversario, al igual que sus medios afines, consiguiendo que crezca el grupo de los votantes que eligen a un partido para que no gane el contrario, llegando a ser necesario captarlos. La Nueva Casta y sus nuevos diarios digitales afines, así como las televisiones mayoritarias, han contribuido a esta radicalización o polarización entre derecha e izquierda.

Por el contrario, algunos dirigentes de C’s han dicho que su partido “va camino de ser la nueva UPyD” y plantean fusionarse con el PP, probablemente porque ya tienen un preacuerdo para mantenerse en el negocio y porque tienen miedo de perder el negocio relacionado con su cargo actual, cuando en las siguientes elecciones pierdan escaños y los capos tengan que echar a la mayoría, hasta su extinción.

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Las posiciones de unos y otros políticos dependen únicamente de sus posibilidades futuras de negocio.

En definitiva, el corrupto partido C’s no ofrece nada y Vox, como alternativa de derechas, está acelerando su desaparición.

¡Adiós Ciudadanos!

Tal vez, la experiencia de UpyD y de Ciudadanos, de PODEMOS y de Vox, sirvan para que las masas sólo apoyen a partidos que sean revolucionarios (radicales según La Casta, La Nueva Casta y los medios de ambos) porque propongan seriamente que el sector público no empeore la vida de la mayoría.

Creo que si apareciera un partido con esta característica, sólo sería apoyado por una minoría, por lo que sólo una Era #PostDemocracia puede evitar la decadencia, acelerada por el coronavirus, en la que estamos desde que se creó el macro-Estado.

Mientras tanto, seguiremos viendo como el PP y el PSOE siguen alternándose, por la incuestionable corrupción e incompetencia del Gobierno de turno: Aznar, ZP, Rajoy, Sánchez…

Autor

REDACCIÓN